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La furia combinada con la conciencia y los discursos políticos aterrizaron en México de la mano de Boom Boom Kid. El proyecto argentino que se encuentra más allá del hardcore-punk regresó a nuestro país para ofrecer una serie de fechas en distintas ciudades y todas con el mismo nivel de euforia.
La cita pactada en la CDMX fue en la nueva ubicación del Fuck Off Room. El espacio recién inaugurado recibió a todos los aficionados hambrientos de sonidos energéticos provenientes de Sudamérica. El lugar luce amplio y se perfila para ser una nueva opción dentro de la oferta musical de la capital.
Con una puntualidad sorprendente con respecto a lo anunciado en el cartel, la primera banda que se apoderó del escenario fue AXPI. Todavía eran pocos los asistentes pero no fue una barrera para que sonaran los primeros riffs de la gélida noche.
El combo mexicano es uno de los baluartes de la música subterránea. A lo largo de 30 años ha logrado un matrimonio perfecto entre el punk y el metal. Sus temas cantados en inglés contienen la misma energía con la que el Dr. Frankenstein logró replicar la vida.
Su presentación fue breve pero cumplió con el objetivo de calentar el ambiente para el plato principal. Después del cambio de instrumentos y con una banda de soporte conformada por miembros de AXPI y Gula saltó al escenario Nekro para dar comienzo a la presentación de Boom Boom Kid.
Aunque se trata de una persona que supera el medio centenar de edad en realidad su energía y vitalidad son las mismas de un adolescente. Desde el primer minuto se mantuvo en constante movimiento sobre la tarima. A través de gritos y brincos dio un repaso desde sus piezas más emblemáticas de los noventa con Fun People hasta su trabajo más reciente.
Poder escuchar en directo los temas de álbumes ahora clásicos como Anesthesia y The Art(e) Of Romance (¡grabado por Steve Albini!) nunca tiene desperdicio. La fiereza de “F.M.S.” fue responsable de provocar el primer pogo de la noche a pesar de sus escasos segundos de duración.
Mientras que Carlos Rodríguez, con su voz aguda como la espada de un samurai y su cabeza de Medusa, interpretó una canción tras otra hasta sumar más de 40 a lo largo de toda la noche. En el hardcore-punk la intensidad no es una opción sino una característica de la que no se puede prescindir.
En un punto crepuscular de la noche, Nekro aprovechó para dedicar un tema a algunos de los máximos representantes de la canción de protesta como Víctor Jara, Mercedes Sosa y Violeta Parra. Cada uno logró trascender géneros musicales porque sus ideas van más allá de los estilos y perduran hasta nuestros días.
Algo que jamás puede faltar en un concierto de Boom Boom Kid es el mensaje en contra de la crueldad y el maltrato animal. En este caso, al igual que ha dicho desde hace más de dos décadas, se pronunció en contra de la tauromaquia y la calificó como una actividad que debe terminar en todo el mundo.
Finalmente, con “She Runaway” coreada por todo el público del lugar llegó el final del concierto. Entre la furia del punk y los mensajes de apoyo mutuo y amor se despidió Nekro y amenazó con regresar pronto a México.