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At the Drive−In en el Pepsi Center WTC

At the Drive−In en el Pepsi Center WTC

Detalles

Organización

Producción

Ambiente

Lugar

Pepsi Center WTC

Artista(s)

La explosión de una bomba de tiempo llamada At the Drive−In.

At the Drive−In es aquella máquina experimental que fue creada para subsistir de 1994 a 2001. Detuvo su funcionamiento (aunque sus piezas no estuvieran averiadas) para accionar sus signos vitales casi 17 largos años después con la creación de in*ter a*li*a.

Este nuevo álbum editado este presente año, los trajo por primera vez a un país llamado México: 17/05/2017 en Pepsi Center WTC (nótese la carga de numeralia). Se dice que el 17 representa el principio de la inmortalidad, el progreso de las ideas y, la iluminación.

Allí estuve. Puntual, en el recinto ya mencionado, para no perderme el acto inaugural a cargo de Le Butcherettes. Prendieron el ambiente con una selección musical que tuvo interpretaciones oldies como “I’m Getting Sick of You” y, nuevas como “Shave the Pride”, sólo por mencionar algunas.

Su presentación se centra en el performance de Teri Gender Bender. Al principio apareció con un overol y, conforme avanzaba el show, recita, se sacude, bailotea, se desprende del atuendo y queda luciendo un vestido rojo, color que da personalidad a su reciente álbum A Raw Youth (2015). Fue un show total, la transmutación de Teri es el catalizador de la energía en el escenario.

Por fin, la mancuerna y leyenda de Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala pisaba el escenario del Pepsi Center. Estuvieron acompañados por Paul Hinojos en el bajo; Tony Hajjar en batería; y, Keeley Davis (quien suple al gran Jim Ward). Grandes músicos con más de siete vidas que han creado no sólo a The Mars Volta, sino proyectos alternos en conjunto y de manera individual. Por fin estaban por estas tierras.

Sonaron las maracas en manos de Cedric, señal de que se aproximaba “Arcarsenal”. Se hizo un oleaje entre la gente y, todos (me incluyo), fuimos empujados hacia adelante del escenario. Se dio rienda a la locura y al desenfreno.

El nivel de concentración en Omar Rodríguez en su papel de guitarrista y guía de la banda es admirable. En conjunto con la peligrosa habilidad de Cedric para adueñarse del escenario y propiciar el crowdsurfing (poniendo él mismo el ejemplo), les permitió demostrar todo con hechos: son destrucción pura.

“Cómo están, chamacos y chamacas...”, saludaba Bixler-Zabala empleando un ademán vulcaniano (original de Spock).

Cedric es un indómito personaje que hace malabares ingeniosos con el micrófono, gracias a su perfecta condición física. Su fuerza arrolladora no conoce límites, desafortunadamente quita todo a su paso para lograr su explosión incluso agredió a fotógrafos profesionales como Toni François.

La ultraviolencia se arraiga en pleno siglo XXI. Está presente en todos los ámbitos, desde lo sociopolítico hasta lo artístico. Para ATDI es parte fundamental de sus presentaciones.

La detonación de (la bomba de tiempo) At the Drive−In en México resultó todo un éxito. La entrega de la agrupación fue brutal. La selección de temas merodeó por toda su discografía. “Napoleon Solo” fue la más coreada, justo antes de despedirse con la inconfundible, “One Armed Scissor”.

Al final, volaron en el aire algunos obsequios. Lupe, quien se encontraba a un costado, fue afortunada al cachar una baqueta, no sin antes enfrentarse a un grupo de seis personas que la agredieron para poder obtenerla; pero no. Lupe se aferró con todas sus fuerzas y obtuvo la victoria.