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Esta semana despegó con una verdadera función doble para concluir la primera mitad de este 2018 que ha estado cargado de excelentes conciertos y festivales. El Pepsi Center WTC simplemente se desbordó de talento durante una velada singular, con músicos bastante queridos en nuestras tierras y que ya hemos disfrutado en varias ocasiones.
Después de una tarde lluviosa y algo caótica por el tráfico, el venue empezó a llenarse para dar pie al telonero George Lewis Jr., o mejor conocido por su nombre artístico Twin Shadow. Un cantante originario de República Dominicana con un flamante estilo que puso a todos a mover el cuerpo por cerca de una hora. Desde el inicio con “Old Love / New Love” pudimos disfrutar esa vibra ochentera que te transporta a un mar de sensualidad, y aunque Twin Shadow no salió con una banda completa, nos brindó un show bastante íntimo en donde estuvo siempre en contacto con sus fans. Escuchamos varias canciones de sus discos previos como “Forget” y “Castles in the Snow”, así como las excelentes baladas “Little Woman” y “18 Years” de su más reciente material: Caer (2018).
Posterior a la efusiva despedida de Twin Shadow –no sin que antes deseara buena suerte a la selección mexicana en su partidoVS Suecia– tuvimos que esperamos poco tiempo para el mazazo musical que íbamos tener, gracias a que el set de alt-J ya estaba prácticamente listo. Todavía el foro se llenó un poco más, para estar todos listos para ese mágico instante en el que se apagan las luces, para recibir eufóricamente a la banda inglesa y su peculiar juego de luces que traen en esta gira. Prácticamente escuchar cualquier canción de alt-J es una experiencia que te enchina la piel, tal como sucedió con “Deadcrush”, perfecta para poner las bases para la noche y dar paso a “Fitzpleasure” con su melodía creciente hasta llegar a su final explosivo.
El concierto tuvo un setlist perfecto, creando un soberbio recorrido de emociones, como lo fue el pasar de “Something Good” con su claridad y bello riff a “Nara” con su textura sedosa y puente hipnótico. Siguió “The Gospel of John Hurt” con su carga folk que hizo sentirnos en una misa, para llegar a “In Cold Blood” que puso a más de uno a brincar. Continuamos con "Interlude 1 (Ripe & Ruin)", un interludio muy pulido, para dar paso a la minimalista “Hunger of The Pine” y su hermoso mensaje.
La velada transitó sin muchas interrupciones por parte de la banda, a excepción del ocasional y clásico 'gracias' al público. Pero cuando llegamos a “Matilda”, el vocalista Joe Newman solicitó que por favor cantaran con él, lo cual todos aceptamos y formamos un coro al unísono.
Aunque la agrupación acaba de lanzar un nuevo álbum de estudio, la mayoría de las piezas fueron tomadas de sus dos primeros discos, sin embargo, hubo un momento bastante especial cuando tocaron “Pleader” del reciente Relaxer (2017). Todos nos sumimos en un umbral, queriendo agarrar cada nota que salía del escenario, como si levantamos la mano para evitar que se escape el sol en el ocaso durante el crepúsculo.
Antes de salir para el encore, alt-J cargó a todos de energía con “Dissolve Me” y “Taro”, piezas sumamente queridas de su primer álbum, An Awesome Wave (2012), y con “Left Hand Free", con su ritmo country y relajado. Fue una sorprendente sección que demostró el talento de Thom Sonny Green en las persuasiones y Gus Unger-Hamilton en los teclados. Casi de inmediato, regresó el trío para preparar el cierre con “Intro” y “3WW”, para verdaderamente reventar el recinto con “Breezeblocks”, posiblemente su pieza más famosa y muy recordada por ese tenso video que la acompaña, para ahora sí despedirse entre miles de aplausos y suspiros porque ya había terminado el espectáculo.
Aunque los estilos de Twin Shadow y alt-J son diferentes, si en algo coinciden es en su excelente calidad y talento que destilan con cada presentación. Difícilmente pudo haber otra combinación tan ganadora para la noche. Nada más nos queda esperar que vuelvan pronto al país, y que el Pepsi Center WTC siga alojando tan geniales conciertos para el resto de este 2018.