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El festival más grande de nuestro país ha regresado. Algo dispersa y un poco confundida, la quinta edición del Vive Latino comenzó en un jueves cuyo ambiente no se sintió del todo logrado, pero que mientras se avanzaba en el día se fue creando ese ambiente de fiesta y celebración tan obligado y necesario en el Foro Sol.
Este evento creció y aprendió de los demás ya que ahora ofrece áreas verdes de esparcimiento y hasta carpas literarias con lectura y declamación en vivo; si bien son solo opciones para aquellos que no saben qué elegir o de plano ya no aguantan los píes, el ambiente se respira más de Corona Capital que de Vive Latino, independientemente de la propuesta anglosajona, sino por el simple hecho contar con stands y fierros literalmente de ese otro festival, específicamente los de Mercancía Oficial, que leen “Merchandise” en claro inglés.
La celebración comenzó en el escenario Unión Indio con uno de los talentos emergentes más exitosos y sonados en Norteamérica; con todo y Grammy bajo el brazo, La Santa Cecilia hizo que el radioactivo clima del Foro Sol por un momento se sintiera como la soleada urbe de Los Angeles gracias a temas como “Monedita” y “En Fin”, además de versiones muy mexicanas de “Tainted Love”, “La Cumbia Sampuesana” y “Cuidado” de José José, mientras que el resto de los escenarios despertaba y auguraba el tradicional apachurre hasta adelante con las bandas nacionales consentidas, es decir, Liquits, Odisseo y Los Esquizitos.
Sin lugar para la duda, el Escenario Unión Indio fue el que contó con la mejor alineación y ambiente, entre la desquiciada gritadera con Hello Seahorse!, una ensordecedora ovación y canto al unísono con la ya realeza chilena Los Bunkers, que tras una larga gira de arenas en Chile, su toma de escena se sintió más como un regreso a casa que un cierre de gira; mención especial para el complejo montaje y performance de La Castañeda que por algo les hace acreedores de la leyenda de ser de los mejores y más complejos conjuntos musicales en México.
De las presentaciones más memorables, pasionales y sin duda entregadas estuvo el esperando y prolongado regreso de sus eminencias ibéricas, Los Planetas que tras cinco años de ausencia dejaron escuchar “Romance de Juan Osuna”, “Corrientes circulares en el tiempo”, “Un Buen Día” y “Santos Que Yo te Pinté” entre otras, que como una intensa ola de sonido a unos con lagrimas en los ojos y a otros con la boca abierta, disiparon cualquier duda sobre quién manda en la Madre Patria.
Si bien año con año los escenarios ya gustaron de cambiar de nombre, patrocinador y hasta ubicación, uno siempre encontrará la manera de encontrar opciones para cuando todo parece perdido y no parece tener que escoger entre la espada y la piedra en el festival; la Carpa Intolerante sin duda el jueves tuvo una alineación bastante interesante, comenzando por El Niño de Cobre,
también conocidos como Los Copper Gamins, campeones del garaje nacional que han sido acogidos en Norteamérica de manera impresionante, siendo seguidos de Jessica Hernandez & The Deltas, con una mezcla muy clásica de rock y R&B
Entre lo mejor de la noche fue sin duda la presentación de The Cavernarios, que con un integrante menos, su vocalista Dany Lobo, debido a su sórdido e infame encarcelamiento por repartir volantes para un show se le rindió tributo con integrantes de Twin Tones, Telekrimen, y proyecciones del ilustrador Dr. Alderete, también miembro de Sonido Gallo Negro.
Ambientada como esquina callejera de barrio, pero más semejante a una taquilla del Estadio Azteca, La Carpa Gozadero Doritos, fue de los escenarios más desérticos, exceptuando la llegada de Mad Professor, que convocó a todos y cada uno de los asistentes con dreadlocks (hitter incluido) en un set junto a Joe Ariwa con steel drum en vivo que mezcló clásicos de Bob Marley como “Sun is Shining”, y Jammin’”, “Welcome to Jamrock” de uno de sus vástagos, y el siempre presente y obligado “Chase the Devil” de Max Romeo; proyecciones de leones, monos e hijos de Etiopía al ritmo del mejor dub cambiaron transgresoramente cuando el sórdido Pablito Mix llegó con su crew y todo el poder del cumbiatón para deleitar o de menos saciar la curiosidad de uno que otro morboso.
Excepto por la esperada reunión de Zurdok con Chetes y Terracina al frente (sin saber a ciencia cierta si han limado asperezas), el escenario principal se sintió vacío durante gran parte del evento, incluyendo el regreso a tierras mexicanas de AFI y el cierre con Nine Inch Nails que simplemente cumplió.
Por el simple hecho de ser en jueves, todos y cada uno de los escenarios contaron con una asistencia reducida y aunque se veía la plancha a la mitad de su capacidad (o las carpas Intolerante y Rockampeonato con apenas un puñado de personas), la celebración de las quince ediciones del Vive Latino comenzó con el pie derecho.
Sigue la transmisión del Vive Latino 2014 a través de coca-cola.fm. #ViveCocaFM