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Checa el after movie oficial de Trópico y revive los mejores momentos que nos ofreció el festival en la costa de Acapulco.
En estrategia a nivel lineup, los organizadores de Trópico se llevan un tremendo 10. Su selección musical, tanto en talento como en horarios, está tan bien estructurada para que disfrutes al máximo esta experiencia musical, claro, eso si no eres de los que solo va a pasarla suave y embriagarse hasta perder la razón, sin tomar en cuenta si toca Mac DeMarco o Grenda.
Así como los clásicos talentos de Sicario y de NAAFI, entre ellos algunos que apenas entraron al quite como Mylko y Marrón y otros más clásicos como Juan Soto o el Disque DJ, este año estuvieron presentes nombres como Mount Kimbie, Jaakko Eino Kalevi, Timber Timbre y como actuación súper estelar Brian Wilson presentado de pies a cabeza el clasicazo Pet Sounds de los Beach Boys, así como una buena tanda de sus mejores tracks.
Llegamos por ahí de las 4 de la tarde (bastante soleada) del viernes. Bajando del autobús nos llevaron a una habitación del Pierre Mundo Imperial —hotel que daría asilo a un montón de bañistas de distintas latitudes durante el fin de semana— para entrevistar a los audaces Mount Kimbie. Al final no se logró concretar en el cuarto y terminamos interrumpiendo su comida, para al final tomarles unas fotos poco antes de que se pusiera el sol.
Eran pasaditas las nueve de la noche, el sonido de las olas, la brisa, la luz de la luna, bikinis, cuerpos esbeltos, otros no tanto pero con mucho estilo, se dieron cita en el escenario principal del festival para dar entrada a los mexas Mylko, quienes supieron darle una entrada triunfal y bajar del escenario llenos de aplausos por su grata presentación en vivo. Por su parte, los ingleses de Mount Kimbie, al menos para nosotros fueron de los mejores actos en todo el festival, muy a pesar de la mala ecualización del escenario durante su su presentación. De ahí los beats, las chelas, el baile descontrolado comenzaron a dar señales de vida con Lindstrøm, quien nos dio la primera dosis de música pa’ enfiestar. Y pa’ cerrar con broche de oro y darle con todo al zacatito que teníamos de pista de baile, Bonobo nos hizo vibrar hasta por ahí de las dos y media de la madrugada, tan solo para darnos un descanso, recargar energías y regresar muy temprano el sábado para la verdadera odisea de sonidos que ese día ofrecería.
Tuvimos oportunidad de entrevistar a Jaakko Eino Kalevi poco antes de su show, quien bastante bronceado nos contó que ese sunburn se lo había hecho con solo cinco minutos de meterse al mar, y que la playera de la clásica movie de The Warriors que llevaba puesta, se la había regalado un amigo en la CDMX poco antes de su vuelo rumbo a Acapulco.
Como les comentaba al principio, el cartel tiene una curaduría estupenda (aunque ahora le fallaron un poco con los horarios, ya que comenzaron el primer set casi una hora tarde), sin embargo, así como el año pasado nos dieron cátedra con un show de Chicano Batman a punto de que cayera el sol, tan solo para dejarnos boquiabiertos con actos que a la fecha no hemos logrado ver en CDMX: Mac DeMarco y Connan Mockasin, y dar un excelente cierre con Los Ángeles Azules como acto sorpresa, con quienes hasta los taxistas bailaron desde su trinchera. Este año, sin necesidad de un acto sorpresa, repitieron la fórmula: Allah-Las al con su soft punk al atardecer en la playa, seguidos del inigualable Jaakko Eino Kalevi (que ya nos urge ver este miércoles en nuestra fiesta de fin de año), el exquisito, extrovertido y sofisticado Devendra Banhart y cerrando (al menos esta primera parte de la noche) de manera brutal con Brian Wilson y su ensamble de 12 personas ya entradas en años, pero con la actitud y la energía de cualquier banda que apenas va pasando los treinta.
En resumen, el festival ha demostrado ser único en su tipo, pues además de la excelente curaduría, ofrece una experiencia vacacional 360, mucha y muy variada música, sol, arena y playa poco antes de las fiestas decembrinas, un buen bronceado o en su defecto asoleada y por supuesto tener todo eso junto durante tres soleados días. Trópico, ya nos urges de nuevo.