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Llegamos al final de este increíble ciclo de talento internacional y nacional, para tener un cierre épico cargado de magia. Después de la salvaje presentación de A Place To Bury Strangers, nos sumergimos ahora a un umbral de claroscuros y emociones punzantes.
Los que ya estaban presentes el sábado pasadas las 22 H, tuvieron este primer encuentro con la local Renee Mooi, una cantante mexicana que después de tener un desarrollo artístico por Europa, regresó a sus raíces para brindarnos una combinación única de tri hop y electrónica con su pizca especial en la mezcla. Movidos beats acompañaron su talentosa voz en canciones como la suave “Libélula”, “Así será” –de las pocas canciones en español de la autora– y por supuesto, “Black” un verdadero festín para mover el cuerpo. Si tienen la oportunidad de verla en vivo, vayan y apoyen a esta gran creativa mexicana, que tiene una carrera prometedora por delante.
Después de unos minutos y un set mínimo, los reunidos en el foro volvimos a adentrarnos a este portal para zambullirnos en el mundo de la americana Nicole Hummel, o mejor conocida por su nombre artístico, Zola Jesus. Con su violinista y guitarrista a su lado, Zola empezó a cantar en el centro del escenario las primeras letras esperanzadoras de “Veka”. Aunque sin mucha producción, la personalidad de Zola fue suficiente para envolvernos e hipnotizarnos. La siguiente canción “Soak”, así como la mayoría de las canciones del set que disfrutamos, pertenecieron a su más reciente producción discográfica, Okovi (2017).
Aunque en general la música de Zola es oscura y pesada, tiene esa capacidad de evocar espacios claros y ligeros, como lo disfrutamos con “Dangerous Days”. Que es bastante alegre y durante la que Zola bajó brevemente para convivir con el público, para regresar rápidamente al escenario y continuar con “Hikikomori”. Siguieron “Witness”, que en particular tiene una gran armonía en el violín y “Siphon”, que, aunque baja de ritmo está cargada de reverberaciones maravillosas. Al terminar la pieza, la cantante comentó que le gusta venir a México porque sus fans entienden perfectamente las emociones detrás de sus composiciones.
El espectáculo prosiguió con la minimalista “Clay Bodies”, y “Wiseblood”, en la que Zola se detuvo para hacer un comentario importante acerca de la depresión y como esta canción habla de acerca del tema. Después, siguió una de las mejores piezas de toda la noche, “Bound”, en donde todo el recinto se llenó de oscuridad que era iluminado por breves destellos de luces, pudiendo disfrutar a Zola mientras bailaba por el escenario.
Después de hacer una breve presentación de sus músicos, el show iría in crescendo ya cada canción aumentaría la intensidad. Siguió “Remains” con un electrizante ritmo que puso a algunos a bailar, para darle paso a la cautivante “Night”, seguida de “Vessel” con llamativos pasajes entrecortados. Por último, llegó “Exhumed” en donde Zola demostró al máximo su capacidad vocal para ponernos la piel china, así como darse la libertad de arrastrarse en el escenario y jugar con un velo rojo que tenía. Al terminar, salió entre aplausos y furor del público, sin embargo, ya no hubo encore.
Así fue como llegamos al final de otra Semana IR!, en la que año tras año va incrementando su calidad con las propuestas musicales. ¿Qué sorpresas nos depararán para el 2019?