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Nrmal 2017: Día 2

Otro gran año para Nrmal.

El segundo día de cualquier festival funciona como un reajuste de cuentas. Ya conociste el lugar, ya sabes cómo llegar, ya viste cómo está la onda. Una oportunidad, pues, de corregir errores e ir con mayor preparación. Ya sea que esta vez cargarás un sueter, o quizá más lana para las chelas, o hasta menos, para no pasarte de lanza.

Parecía un domingo cualquiera; gris, frío, sin sorpresas. El Deportivo Lomas Altas se preparaba nuevamente para recibir a jóvenes con chamarras de mezclilla y chicas con brillos en el rostro. El recinto, zona federal, cubierto por militares, se mojaba por ocasiones. Los baños de lluvia se veían amenazantes, pero la vibra positiva reinaba al poniente de la ciudad: había bandas, había Goose Island, había bajón, había amigos, había NRMAL.

Eran casi las cuatro de la tarde, la lluvia había cesado, aunque todo parecía indicar que reaparecería en cualquier momento. En su lugar aparecieron un grupo de canadienses furiosos en el escenario azul. I.D.A.L.G. nos recordó en qué clase de festival estábamos. Panderos, tarolazos, guitarras con tono garajero, solos secos y una provocadora front-girl, dieron la bienvenida al día dos.

Esta vez NRMAL no tuvo piedad con los asistentes y es que la calidad de los actos fue tal que parecía imposible creerlo. En la carpa roja un hombre delgado con lentes comenzó a hacer una fiesta con su colección de pedales. Guido Möbius resultó ser un genio del looping, reproduciendo sonidos de su guitarra, su voz, sus sintetizadores y hasta del público. El artista danés se declaró en contra del muro de Trump e hizo que la gente perdiera la cabeza durante su set.

Las gotas comenzaron a aparecer, acompañando canciones melancólicas de Camila Moreno quien hacía lo suyo ante unos cuantos seguidores que coreaban sus letras. El aguacero nunca cayó y de lo único que nos empapamos fue de las múltiples capas que Lorena Quintanilla y compañía creaban a través de sus guitarras. Lorelle Meets The Obsolete llegó a reafirmarse como una de las bandas más grandes del país, ofreciendo un set lleno de aplastantes reverbs y dulce psicodelia.

El festival no paraba de dar momentos sublimes y es que en la carpa roja, Oscar Key Sung llegaba a bajar el tempo y poner el romance sobre la mesa. El performer australiano propuso un pop alternativo con toques R&B, lanzando pasos salvajes y logrando sacar del público la misma reacción. El artista se miró sorprendido por el calor de la audiencia, que bailó en todo momento.

Si esto pareciera suficiente, en el escenario azul Mueran Humanos creaba un autentico rave. El regreso de la banda alemana a nuestro país descontrolo a los asistentes, quienes después presenciarían uno de los actos más épicos de la noche. Psychic TV dio un show inolvidable, plagado de luces psicodélicas y su largo repertorio musical.

“¿Están felices?” preguntaba la multifacética banda, que momentos después invitaron al publico a sonreírle a gente extraña y abrazarse entre sí, creando un ambiente de afable armonía. Poco después, la noche se sometió a sintetizadores delicados y un mar de emociones cuando Tortoise dio su esperado set. Los norteamericanos se dedicaron a tocar y hacer que su música hablase por si sola, cautivando a decenas de post-rockers.

Cuando menos nos dimos cuenta, el festival estaba por recibir a su último acto. Black Devil Disco Club anunció que era tiempo para “el broche de oro” y el público se volvió loco. No hubo momento en el set del francés en el que la gente no se agitara como si no hubiese mañana. A pesar de que nadie quería irse y después de unos tracks extra, el músico dio fin a su acto y con ello al NRMAL 2017.

Ya lo sabíamos, NRMAL es incomparable. Sencillamente un espacio para conocer a tus futuras bandas favoritos, o bien los sonidos que cambiarán tu vida. Así como Guido Möbius aprovechó para felicitar al curador del festival por ser su cumpleaños, nos sumamos a la felicitación. Gracias NRMAL, nos vemos en 2018.