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La música es el mejor lenguaje porque es universal: puede que no esté en tu idioma, que no pertenezca al género que disfrutas escuchar, incluso que ni siquiera tenga letra, sólo melodía; aún así, cada sonido que emana de ella, es un código que abre una caja de infinitas posibilidades, una contraseña a otra dimensión.
El Festival Nrmal lo sabe, y por eso año con año desde su arranque en 2010, ya no en Monterrey, donde se originó todo el movimiento, sino en la Ciudad de México, realiza algo más que sólo “un concierto”.
La invitación fue anunciada: 28 de febrero y 1 de marzo en Deportivo Lomas Altas. Ayer la gente llegó puntual a la cita para inaugurar las actividades en el escenario azul con la banda chilena de noise-rock, Congelador.
El calor apremiaba, pero desde el acceso al festival podía notarse en el semblante de muchos asistentes, que sus ganas de disfrutar el convite musical era más fuerte que unos cuantos rayos ultravioleta.
Así Jerry Paper y Malos Modales, proyecto alterno de Kiko Blake, continuaron con las primeras presentaciones. Como se ha acostumbrado, Nrmal tiene tres escenarios, que para esta edición son Azul, Rojo y Red Bull Music Academy.
Mientras en uno tocaba Boogarins, en el otro, Missing Human comenzaba a incendiar el ánimo del público, pocos pero locos, hasta ese momento. Ya con Metz, la energía aumentó considerablemente, sobretodo por la entrega de los canadienses en el escenario.
Después una dosis de hip-hop corrió a cargo de los mexicanos Simpson Ahuevo y Bocafloja, para dar paso al rock español de El Último Vecino. Además Peaking Lights, Huerco S y Chain & The Gang ofrecieron un show de psicodelia, techno-house y rock & roll respectivamente.
Para su presentación, Majical Cloudz rebasó las barreras del escenario, pues el vocalista bajó a sentarse con la gente para al unísono interpretar "Inpersonator" y "Turns Turns Turns".
De los actos fuertes, Porter ofreció un set que nos remontó a la época en que tocaban "Daphne" y "No te encuentro", además de interpretar temas de su última placa, Moctezuma.
Entre los otros exponentes que se presentaron, Dorian and The Dawn Riders, Fatima & Eglo Band y Rebolledo contaron con una destacada participación.
Finalmente The Black Angels llegó para impregnar la noche de su rock psicodélico; Chancha Vía Circuito se encargó de hacer bailar al respetable con su autóctono ritmo sudamericano y Phantogram, uno de los shows más esperados arrancó suspiros y gritos de alegría a quienes se quedaron al último con tal de ver en acción a Sarah Barthel y Josh Carter.
Los más guerreros aguantaron a Las Brisas y Mouse On Mars, que culminó con un set electrónico muy pesado, para dejar en los asistentes una experiencia de encuentros cercanos con diferentes géneros, países, culturas, sonidos y emociones.