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Se sabe que MUTEK es uno de los principales y más longevos festivales artísticos de la Ciudad de México. En su décima tercera edición sigue generando nichos de expectación y vibración experimental electrónica capaces de satisfacer la pupila y el hambre musical de varios de nosotros.
Toda la curaduría del talento internacional que alberga esta edición #ThisIsVerySpecial, gracias a Hennesy, cuyo brebaje fino de cognac dio la bienvenida a los que asistimos anoche a las coordenadas del Papalote Museo del Niño, más específicamente al Domo Digital Banamex, ese espacio único en la ciudad que nos trae recuerdos vagos de la infancia. Se empezó a hacer una fila de invitados para la primera función de A/VISIONS 1, entre las caras conocidas se encontraba la de Murcof, quien convivió con todo aquel que se acercaba a saludar.
Uno, dos o hasta tres tragos fueron ideales para sugestionarnos ante la experiencia in-vitro del Domo Digital; una vez dentro, todos compartían la misma emoción que se propaga por el espacio convexo, misterioso e imponente decorado con la paleta de colores de MUTEK de este año.
Acostados todos en los reclinables asientos, comenzamos con la transición de lo azulado a lo oscuro. Fuimos de menos a más. El primer corte 360 del inglés Marshmallow Laser Feast, titulado In The Eyes Of The Animal, que nos convirtió en criaturas extrañas explorando un hábitat de micro-partículas en una zona boscosa y de una dimensión alterna, hicimos uso de la metamorfosis imaginaria para convertirnos en personajes virtuales de esta obra que nos daba un paseo entre ramificaciones de árboles y paisajes acuosos y rojizos. Los sonidos naturales son crédito de Antoine Bertin de SounDoesnTravel, un equipo creativo de audios 3D.
Cambió el switch a Nimbes, obra del francés Joanie Lemercier, cuyo trabajo es incoloro y se manifiesta de a poco jugando con el espacio y frames que simulan estrellas del espacio, pero que engañan la percepción del iris cuando se transforman en arácnidos geométricos que emanan luz en un hábitat oscuro y finito. Otro extracto nos condujo a un ambiente lleno de penumbra donde árboles de un bosque se contraponen, aumentan y decrecen; aquí la música jugó un papel importante, el volumen aumentaba y sentíamos vibraciones en todo el Domo Digital. El cierre de Nimbes nos exaltó con los últimos minutos donde una enorme puerta de estilo semi barroco en forma de arco se acercaba a nuestras posiciones. Algunas personas empezaron a sentir mareo, calor y abrumación.
La cereza en este banquete visual fue Inertia, del también artista francés Desaxismundi. Un flujo de piezas metálicas amarillas y azuladas nos voló la cabeza en conjunto con audios de electro-house. Solo pensé en una cosa: Odisea al espacio 2001. También unas enormes figuras alargadas simulando víboras o ebanis (término acuñado por Jaime Mausan al referirse a objetos biológicos voladores no identificados), alteraban nuestra mente, hasta culminar en un estallido de piezas revoloteando en torbellinos coloridos. Inspirador cierre de Inertia.
Todo fue tan rápido, pero la memoria audiovisual no traiciona, persevera y quedará cautiva hasta el próximo A/Visions (2); no lo pierdan de vista.