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Uno de los primeros actos fue el chileno Pedropiedra, su rock tranquilo y positivo fue ideal para amenizar a los valientes que, bajo el rayo del sol y casi cuarenta grados de temperatura, se acercaron a disfrutar de su show.
Aún sin mucho público, Costera se presentó en uno de los escenarios principales mientras que en un escenario más chico, Ile, hermana de Residente, presentó su proyecto solista el cual no puede ser más distinto a lo que hacía con su hermano. Baladas con toque tradicional que logran lucir la bella voz de la puertorriqueña. Por otro lado Camilo VII demostró que no es casualidad su reciente éxito y atrajo a mucho más público que sus antecesores.
Uno de los grupos más esperados de la tarde era Little Jesus, banda chilanga que viene de tener uno de sus mejores años y que este 2017 se ha dedicado a presentar su disco por todo el país. Quizá el momento más destacado de su presentación fue cuando subieron al escenario a un fan a tocar la guitarra con ellos. Este seguidor fue previamente seleccionado mediante una dinámica de Budweiser y viajó desde Mexicali para poder tocar con sus ídolos e interpretar “Azul”, uno de sus éxitos más grandes.
Otra banda esperada era Porter. Estos tapatíos han sabido mantenerse en el gusto de la gente por años a pesar de los cambios de alineación gracias, en parte, a que crearon un concepto muy original al que han sabido mantenerse fieles.
Después del set de José Madero, el cual no llamó tanto la atención a pesar de jugar de local, llegó la hora de Love of Lesbian. Los catalanes se comportaron a la altura de lo esperado, su indie lesbiano era justo lo que necesitaba el festival para explotar.
Por otro lado, en el escenario más pequeño, un grupo de “chavo rucos” revivían sus buenos tiempos con bandas como Coda, Rostros Ocultos y Pericos, estos últimos fueron los más aplaudidos pues dieron un set repleto de éxitos ya que se encontraban celebrando sus 30 años.
Una vez que Cuca diera por terminado el “chavorruco fest” dentro del Machaca Fest 2017, Residente tomó las riendas del escenario Bud Light. René Pérez demostró que aún sin sus hermanos sigue siendo el rey de la música urbana en español. Su show fue una combinación de Calle 13 con su versión solista, por lo que sonaron clásicos como “Atrévete Te Te”, así como canciones de su más reciente disco. Eso sí, en un par de temas se subió Ile a acompañarlo como en los viejos tiempos, aprovechando su presencia en el festival.
Café Tacvba fue el encargado cerrar. Su presentación, como siempre, estuvo llena de hits. “La Flores”, “Las Batallas”, “Como te extraño mi amor”, fueron solo algunas de las canciones que hicieron temblar el piso del Parque Fundidora que albergó a casi 40 mil personas que, sin importar el calor, se entregaron por completo desde los primeros acordes.
Monterrey, tierra de festivales
Hasta hace poco, los festivales eran un producto casi exclusivo de la CDMX, sin embargo, Monterrey tiene años alzando la mano para convertirse en la capital nacional festivalera de México. Nada más hay que prestar atención a la cantidad de fiestas musicales y la calidad de sus carteles que cada año llaman más la atención de los melómanos a nivel nacional. Sí, Monterrey poco va ganado terreno y no debe extrañar que debido a su cercanía con Estados Unidos y la próspera industria regia, dentro de unos años, ni el Vive ni el Corona puedan competirle a la capital de Nuevo León. Esto sin duda, sólo el tiempo lo dirá.