Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Una gran habitación roja cubierta de plástico nos recibió, conociendo a The Hives esta no sería una listening party común, así que el Museo del Futuro fue el indicado para reunir a los fanáticos de la agrupación sueca. La lluvia y el tráfico del día a día de la Ciudad de México cedieron para que todos pudiéramos llegar a vivir The Death of Randy Fitzsimmons por primera vez.
De inicio, quitarse los zapatos y sentarnos en unos pufs rojos ya era algo singular, antes de que empezara la escucha recibimos un poster de la banda. En el piso ya se concentraba una colección de calzado y las ansías de conocer el nuevo álbum de The Hives después de 11 largos años de espera.
Nos recibió El Club del Rock & Roll de Reactor 105.7, quienes tuvieron el primer acceso al disco, el que ahora escucharíamos en vinyl. Finalmente daba comienzo, un mensaje en español de Pelle Almqvist, vocalista y líder de la banda, daba luz verde para adentrarnos al explosivo mundo de Randy Fitzsimmons.
La primera canción es “Bogus Operandi”, primer sencillo que se estrenó del álbum, una presentación enérgica, que llenó de distorsión cada esquina de la sala. Anteriormente la banda comentó que regresarían a la esencia punk y garage de sus primeros materiales, una juventud sustanciosa y necesaria. La virtud de la agrupación se nutre de las sensaciones compartidas, son canciones fáciles de recordar, de las que invaden el cerebro y no puedes dejar de tararear.
Gracias a esta canción y su vídeo musical nos introducimos al mundo de Randy, más bien de su muerte, una historia contada en cada reverberación. Si te gusta el punk es la canción ideal, tan dinámica que en presentaciones en vivo los músicos se lesionan y siguen tocando con la misma destreza.
“Trapdoor Solution” es garage en todas sus letras, incluyendo algunos tintes de speed metal. La velocidad es algo que caracteriza a la banda, en tiempos como estos no necesitamos más canciones tristes o románticas: necesitamos punk, rebeldía y potencia absoluta. Algo que interesa por demás, es la capacidad de The Hives para innovar desde sus términos, sigue siendo suyo y se nota con la respuesta de los fans.
Aquí el MUFO ya estaba por demás emocionado, por conocer nueva música de la banda y también por recordar las razones que la hicieron icónica. Hay algo satisfactorio en la irreverencia que provoca cada nota, así llegamos a “Rigor Mortis Radio”, tercer sencillo del disco.
Cuando una banda se preocupa por la interacción con su público se nota, en esta canción especialmente intervienen las percusiones y una serie de aplausos, tan solo pensar en ella cuando se presente en un concierto le da un aire de ilusión distinto. Tiene características de hard rock y un tono encantador en la voz de Pelle. La encontraríamos fácilmente en el soundtrack de una película de acción o en un momento de main character a través de nuestros audífonos.
Con los primeros gritos de los fanáticos entramos a la parte media del disco: “Stick Up”. Un sonido completamente distinto, con fusiones de shock rock y una dosis de dramatismo. El soul atraviesa el alternativo entre vientos, coros y un ambiente enigmático. El solo de guitarra es la cereza en este cóctel, demasiado adictivo, lo suficiente para perdonar la década sin música de The Hives.
Dejamos la psicodelia a un lado para “Smoke & Mirrors”, una canción más digerible y sencilla, por ello de las más memorables. Un pop punk agradable y divertido, que en el ambiente de eterna juventud hizo bailar a todos los afortunados que la escuchan por primera vez. El tono uppy y la sensación de liberación es perfecta, la banda está lista para robarse el reflector a donde quiera que llegue.
El tinte R&B inglés de los 60 y la cercanía de The Hives resulta en la combinación perfecta, parecida a cuando un álbum está profundamente pensado, cada pieza cae en su lugar en sus doce canciones. “Smoke & Mirrors” fue de las mejor recibidas por los fanáticos, entre gritos y aplausos, la conexión fue inmediata.
El lado B del vinyl estaba aquí, es curioso como algo tan sencillo como darle la vuelta en unos segundos nos daba un respiro para lo que venía, algo que no esperábamos. “Crash Into The Weeknd” es un hard rock, casi country, nuevo, un estilo que la banda no había probado y que, aun así, lo ejecutó con maestría. Las reacciones no se hicieron esperar, los pies tocaban el suelo en la inconciencia, era la médula en la parte más experimental del álbum.
En un momento, un poco lejanía, se escuchó un “yeehaw”, así que podrán imaginar una escena de vaqueros fantasiosa, obviamente en trajes blanco y negro. Este álbum es así, polar y a la vez infinito en formas extrañas, hay una canción para cualquier tipo de fan.
“Two Kinds Of Trouble” es un recordatorio del sonido clásico de álbumes como Barely Legal y Veni Vidi Vicious. La ola heredera del rock alternativo neoyorquina con excesos de distorsión, un coro sencillo y muy contagioso. Los favoritos de cualquiera para gritar durante un concierto. El ambiente se tornó tan familiar que grupos de amigos y parejas entre los invitados festejaban, con la foto del recuerdo indispensable.
Una de las pocas constantes en el álbum son las guitarras con reverberación, Niklas Almqvist hace de cada interpretación suya, se identifican por contrastar con las guitarras melódicas del fondo. En “The Way The Story Goes”, nuevamente el garage se hace presente con su versión más cruda y auténtica, esos dos adjetivos también aplican para describir a toda la banda.
“The Bomb” forma parte del último sencillo doble que se lanzó antes del estreno del disco, el rock & roll no estaba muerto, estaba trabajando con The Hives. The Death of Randy Fitzsimmons es energía, diversión y una fuerza desmedida, los instrumentos no conocen límites, como la capacidad creativa de los músicos. No es necesario cambiarlo todo para seguir refrescando su sonido único, es ambicioso sin parecer forzado, es un juego compartido.
Una de las mayores sorpresas es “What Did I Ever Do To You?”, un new wave en partes: los sintetizadores son el centro, cambiando por completamente lo que escuchamos en todo el álbum. El bajo se sintoniza con las guitarras rítmicas, la voz es un reclamo directo: el bridge desencadena vientos y sube la intensidad, Randy estaba molesto y nos lo dejaba saber.
La penúltima canción del álbum es la mejor muestra de una forma madura de ver al post punk y la música de The Hives. No es fácil continuar siendo una banda pilar para el alternativo, tampoco para los distintos géneros en que incursiona, lo que resulta sencillo es llegarle a su público: la prueba de fuego al adivinar cómo continúa el ritmo se cumplió, la gente lo disfrutaba.
El álbum cierra con “Step Out Of The Way”, la favorita de todos en esta ocasión, como un círculo perfecto, es una canción punk eterna. Con el elemento enérgico de la banda, un enfoque con más impacto, fue la canción mejor recibida. Es un llamado a la nostalgia y también al movimiento, así como este es un disco poderoso y clásico.
Como este fue un evento para fanáticos reales de The Hives, llegaron los obsequios. Podían ganar camisetas oficiales y un vinyl recién llegado con preguntas sencillas de la banda, en realidad no tanto, el impacto venía con las respuestas acertadas de un par de afortunados. El vinyl se lo llevó quien contestó todos los álbumes de la agrupación con año de publicación, de paso que se sepa que sólo se equivocó en una fecha por un año.
Las siguientes preguntas eran menos complejas, debían mencionar tres sencillos de la banda, en qué película de Marvel estaba incluida “Hate To Say I Told You So”, el nombre sueco del vocalista, como una trivia de The Hives en vivo y en directo. Lo mejor de los eventos de fans para fans es la cercanía, un ambiente amistoso que da los mejores recuerdos.
Así llegó el final de una noche de jueves amenizada por The Death of Randy Simmons, ya está disponible el disco completo para que puedas escucharlo. Además de este estreno tan esperado, la banda acaba de anunciar un tour por Sudamérica, en el que está incluida la Ciudad de México, como parte del cartel del festival Corona Capital.
Es una banda imperdible en vivo, si un disco pudo energizar a toda una sala con una veintena de personas, queda claro la capacidad que tendrá frente a miles el próximo noviembre. Recuerda estar al pendiente de Indie Rocks! para tener la oportunidad de vivir estas experiencias con tus bandas favoritas.
Escucha The Death of Randy Simmons aquí: