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Knotfest México 2015

Knotfest México 2015

Alejandro Ramírez
Bruno Muñoz Tittel

Bruno
Muñoz Tittel

06/Dic/2015

Un día en el circo infernal.

La primera parada obligada del Knotfest México era el Knotfest Museum, la carpa de circo que contiene piezas de la historia de la banda, desde los road cases que los han acompañado desde sus inicios, los overoles que los han vestido en sus diferentes etapas, antiguas máscaras y amplificadores, pedaleras en desuso y hasta gongs adornados con el logotipo de la banda. Shawn “Clown” Crahan fue el encargado de cortar el listón inaugural y de dar el tour a los fans VIP ante la sorpresa de los recién llegados al verlo arribar en un carrito de golf.

Asking Alexandria mencionó que era un honor ser parte del festival e hizo que el largo camino al Centro Dinámico Pegaso al fin valiera la pena. La rueda de la fortuna comenzó a girar, los primeros arriesgados hacían bungee jumping, Here Comes The Kraken daba la bienvenida con “Beverly Hell”, y el sol, contrario a todo pronóstico del clima, hacía que todo pintara para un día ideal.

Y así lo fue banda tras banda: 36CrazyFists provocó los primeros empujones; Atreyu invocó a Bon Jovi con su cover de “You Give Love a Bad Name”, ante las muecas de los presentes que portaban playeras de Napalm Death; los integrantres de Trivium se mostraron contentos de regresar ante este público tan fiel; Brujería blandió el machete llamando a la revolución; A Day to Remember encantó a los jóvenes y les dio una lección a los más viejos: las nuevas generaciones también tienen mucho qué decir.

The Dillinger Escape Plan nos dio un golpe directo en la mandíbula, del escepticismo al circle pit; su guitarrista tocaba sostenido por el público cercano a la barricada en una impresionante muestra de energía escénica. Ill Niño y su sabor latino para apreciar el impecable audio durante todo el festival. Su infernal majestad para musicalizar el atardecer, HIM; sus covers y sus éxitos para calmar el ánimo de algunos y musicalizar el hambre de otros formados en las largas filas de los foodtrucks. Cradle of Filth dejando caer el peso del martillo de las brujas, temas de su impresionante nuevo disco, y los gritos de Dani Filth para maldecirnos. Luego vendría el cordero de dios a dictar su poderosa homilía: “Walk With Me in Hell” y la gran masa de gente atenta ante la técnica y el poder de estos cinco malditos miembros de Lamb of God;Now You Got Something To Die For”, con imágenes de soldados caídos en el cumplimiento del deber; “Laid to Rest” en honor al fanatismo religioso, y nosotros ahí, cual ovejas atendiendo el mandato de Randy Blythe: “Make some noise, motherfuckers”.

Después el “Hangar 18” abrió sus puertas y el arsenal de Megadeth comenzó a atacarnos sin piedad: “She Wolf”, “Wake Up Dead”, “In My Darkest Hour”; Kiko Loureiro dando a entender con su gran técnica por qué fue reclutado de Angra; Chris Adler sin demostrar cansancio aun después de haber tocado con Lamb of God; Dave Mustaine como siempre celebrando y gustoso de regresar a México y sus cantos; “Trust” y sus frases en español; “You know it’s time for Holy fucking Wars” para terminar su gran actuación.

16 años tuvimos que esperar para el caer de esas enormes mantas rojas con el logo de Slipknot y el inicio del frenesí. “Sarcastrophe” para finalmente gritar sin dejar de ocultarnos tras nuestras máscaras; Mr. Picklenose y Clown girando en lo alto con sus pesadas percusiones; Great Big Mouth incendiando su garganta: “If you’re 555 then i’m 666”, el himno a la herejía y los puños alzados. Bienvenidos sean al circo infernal. Que el fuego se sienta hasta sus rostros, que estas canciones nos vuelvan locos. “The Devil in I” que emerge, “Vermilion” para lograr ser una sola voz; las miradas atentas al vistoso escenario y a cada uno de los integrantes. “Wait and Bleed”, finalmente. “He esperado tantos años por esto”, dice alguien a mi lado con absoluta emoción. Después de aquella visita frustrada —cuando se suponía que serían teloneros de Pantera en el Palacio de los Deportes— y el olvido subsecuente, Corey Taylor dice lo que queríamos escuchar: “Así como ustedes esperaron tanto por nosotros, ahora nosotros ya no podemos esperar por volver”.

“Spit It Out” para caer todos al suelo y levantarnos a la orden. Somos el acto principal de este gran circo de destrucción sonora. Somos los trapecistas que no quieren caerse pero que en el aire se sienten libres. Somos el león y el dócil camello; los payasos diabólicos que mañana volverán a ser personas normales. “People = Shit” contra todos aquellos que nos aquejan, “Surfacing” para estallar en la última gloria y hacernos saber que la espera valió la pena, y que aunque ya no somos los mismos adolescentes y cada vez nos cansamos más, la máscara no ha cambiado. Volvemos a nuestras guaridas complacidos por un día de gran metal en sus diferentes vertientes, atendiendo el mensaje de despedida a la salida del Knotfest: nos vemos en 2016.