Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Es cierto, desplazarte de una ciudad a otra para asistir a un concierto no es tan sencillo, mucho menos cuando no tienes familiares o conocidos en la sede. Este no fue nuestro caso pero tampoco se dominan todas las calles de una ciudad ajena por más googlemaps que se tenga. Elegimos ir al stage Puebla para vivir el Festival Indio Emergente, cuyo objetivo consistió en presentar bandas internacionales en tres sitios del país, y por supuesto, hacer salir a los chilangos; darle variedad el asunto.
Para empezar son horas de camino, ya no minutos (aunque bueno, si se pone un tráfico de quincena más puente en el DF, ya estuvo que sí fueron horas), después están los gastos obvios (transportes, hospedaje, comidas y chelas). Entiendo que se intente acercar otro tipo de música (no pop, no banda) a otro tipo de audiencia pero ¿qué pasa cuando el número de los asistentes es menor a lo esperado? En Puebla calculamos que no se rebasaron las 800 personas en ningún día del festival (incluyendo a la gente de producción) y al parecer, nos platican, fue el mejor escenario de los tres. Tan sólo de pensar en los gastos que implicaba trasladar a los artistas y a su equipo de una ciudad a otra, da pie para imaginar que fue una especie de experimento mal comunicado pese a la grandiosa oferta: posibilidad de escuchar distintas propuestas musicales.
La receta de los dos primeros días fue la misma: DJ set, una banda, intermedio con el pinchadiscos y cierre con las otras dos agrupaciones. Pato Watson amenizó la primera noche (eso sí, tal como lo recalcó Feist en su momento, increíble estar entre un volcán y una pirámide, cosa que como mexicanos podemos pasar por alto al estar acostumbrados a vivir entre ruinas). En seguida Ana Tijoux, quien se atrevió a enfrentar al frío de Cholula con todo y la linda panza de embarazada un tanto descubierta. Tijoux pedía a las 100 personas que estábamos ahí levantar las manos al cielo así como alzar la voz en contra de la injusticia con esos versos de protesta. Anita se fue y Pato Watson regresó para hacer tiempo en lo que instalaban los instrumentos de Band of Skulls; increíble este trío inglés que llega en un momento preciso, demostrando que con un bajo, una guitarra y una batería es más que suficiente (y de paso dejar atrás los sonidos inorgánicos y sintetizadores tan de moda). Con cada "gracias" demostraban su alegría de estar en México. Abrieron con el golpeteo de la batería entonando "Sweet Sour" y continuaron con su set list de poder y melancolía como "Lay My Head Down". El número de asistentes aumentó con Passion Pit, sin duda esta era la banda por la que los jóvenes que habitan en Cholula sacrificaron un viernes de embriaguez; muchas parejas besándose, grupos de amigas coreando, actitud protagónica del vocalista en un show plano y ciertamente pegajoso.
Segundo día, misma dinámica. Pero esta vez las mujeres estaban a cargo (a excepción del DJ set con André VIII) de la noche con una gran actitud. Empezando con las española Annie B Sweet, que al ver sus show y su estilo dirige nuestra mente hacia Russian Red. Ya saben, una mujer española con voz bella interpretando en inglés, guitarra acústica en algunos momentos pero en este caso acompañada por cuatro músicos; gran actitud por parte de todos los miembros del equipo que incluso no querían dejar de tocar. Una breve y desinteresada intervención en el intermedio a cargo de André VIII para dar paso a la inglesa Kate Nash y a sus tres compinches féminas. Gritos, alaridos y guitarrazos. Kate Nash bajó del escenario y compartió el micrófono con un hombre del público para regresar y decir "Now we know each other better" y continuar con su show. Concluido el acto de la guapa intérprete de "Do-Wah-Doo", fue el turno de la canadiense Feist.
Ya con sus 36 años de vida, la compositora demuestra su madurez en el escenario, sólo que en esta ocasión no se presentó con todo su equipo de músicos -sólo aparecieron dos- por lo que sonaron versiones distintas de sus canciones, lo cual redescubre al artista aunque esto imposibilite a que los fanáticos no lograran corearle dada la improvisación.
Leslie interactuó con un público ligeramente complicado, pues bien intentaba armar coros con el público pero estos se escuchaban my bajito. Sin embargo ella seguía demostrando su léxico en español contenía más palabras que el típico "gracias". Se escuchó "My Moon, My Man", "So Sorry","The Bad In Each Other","1,2,3,4" entre otros clásicos. La noche con más frío de las tres, concluía en manos de Feist.
Tercer y último día: domingo; poca gente. De los tres DJ sets que aparecieron en este festival, The Zombie Kids fue el memorable ya que detrás de su sonido house progresivo había cuatro sujetos bebiendo y a ratos cotorreando mientras jugueteaban con las consolas. Actitud sobrada por parte de The Zombie Kids para este domingo. Siguiente, Descartes a Kant presentando el proyecto de su material Il Visionare Lunatique: los seis con vestimenta especial de tintes circenses. Una Sandra y una Dafne como protagonistas del performance en donde aventaban globos, lloraban, se aventaban panques con merengue, los masticaban sin temor a ser juzgadas;"pinches mujeres locas" decían por ahí los poblanos, pero lo curioso es que el público seguía ahí de pie interesado. Sin duda una propuesta nacional que hay que verlo en vivo y a todo color, pues una cosa es el disco y otra el show. Ofrecieron un villancico creepy y qué bien les sentaba. Sandra, líder de la banda, agradeció el comportamiento del público. Dafne por otro lado, comentaba que para tener más de este tipo de festivales en el interior de la república ¡hay que asistir!
Portugal The Man fue el tercer acto de esa noche y fueron bien recibidos; poca gente pero se veía que justo ellos estaban intereados en verlos. Sin tanto movimiento en el escenario ni interacción con el público pero lograron capturar la atención de los demás. Finalmente The Shins, cinco hombres maduros que fueron de los más ovacionados en este festival e interpretaron temas como "Simple Song","Phantom Limb" y "New Slang" mientras detrás de ellos colgaba una manta con la portada de su álbum más reciente, Port of Morrow.
Así fue como entre globos de cantoya liberados en cada acto, vendedores de cerveza hostigando con la compra del producto, maquinitas de videjouegos, paninis, café, mezcal y bandas no tan mainstream se vivió el Festival Indie Emergente en Puebla. Esperamos que la marca no desista en hacer esta modalidad de festival para el próximo año.
¿Qué tal Querétaro y Guadalajara?