Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Kamasi Washington es actualmente la nueva cara del jazz. Algunos lo llaman “El Mesías”, otros más afirman que es mucho más grande que el género mismo y sus precursores. Él, con su afable personalidad y su fabulosa vestimenta, simplemente se describe a sí mismo como “lleno de amor”.
Su viaje musical inició a los tres años, cuando empezó a tocar la batería; después cambió al piano para luego seguir con el clarinete. Fue a los 11 años cuando el saxofón le robó el corazón. Su padre no quería que volviera a cambiar de instrumento, pero un día lo encontró ahí, desatendido, lo tomó y descubrió cómo tocarlo. Ya no hubo marcha atrás.
La música lo acompañó desde pequeño, sus experiencias le dieron la voz a su música, una voz que comparte la preocupación por los problemas sociales que persisten década tras década.
La voz [de los movimientos sociales como Black Lives Matters] definitivamente sigue presente en el jazz porque está presente en la gente que lo hace. Es una música que proviene de una cultura, de las personas, esa ha sido la realidad y ha sido mi realidad saber que ciertas personas no valoran mi vida. Eso afecta tu música como una expresión de quién eres, esa realidad definitivamente ha tenido un gran efecto en quién soy y lo que ha sido mi vida y definitivamente en la voz”, nos confesó Kamasi.
Esta voz no solo permea en su ciudad natal Los Ángeles. La Ciudad de México es la segunda en todo el mundo que más escucha la música de Washington, según datos de Spotify.
Lo que hace que alguien ame tu música es la conexión que tiene contigo. Nunca sabes realmente por qué a la gente le gusta tu música, solo que ellos sienten la conexión, y naturalmente la gente quiere sentir conexión con otras personas, incluso la persona más solitaria quiere sentir la conexión de la camaradería”.
Esta conexión es difícil de conseguir. Se logra con pasión al arte y la esencia misma del género: deja que todo fluya y te llevará al lugar correcto. Es la improvisación una de las cualidades más grandes del jazz y Kamasi sabe cómo capturar esa esencia. “Si tu música va a una dirección, tú vas en esa dirección, no importa si una persona lo quiere o no”, afirmó el jazzista quien aplica este principio tanto en el estudio como en sus presentaciones en vivo.
Trato de estar en el momento porque cuando empiezas a planear mucho bloqueas la magia, y aunque la idea sea genial, tal vez la idea que surge en el momento es aún más genial. Trato de poner primero la energía del momento cuando estoy tocando, es difícil, pero es lo primero que tengo en mente”.
Después de haber cautivado a críticos y fans por igual, los ojos están puestos en su siguiente paso. “Definitivamente quiero hacer algo nuevo, diferente, hay algo en la punta de mi lengua pero aún no sé que es. Tal vez sea más electrónico, tal vez experimentar más con lo análogo”.
Sea lo que sea, estamos seguros que nadie se lo quiere perder.