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A las 17:00 H la lluvia llegó y llegó para quedarse. Mientras MLKMN, tocaba en el West Stage, Tláloc desató su furia sobre el Hellow Fest y no paró hasta el final de la jornada sin que esto fuera un impedimento para que se convirtiera en uno de los mejores festivales del año, consolidándose como una excelente propuesta del país.
Al principio del día todo era sol y calor. sailawway y Noa Sainz, abrieron los escenarios principales. Aunque para esa hora el público era poco, sin embargo eso no impidió que lograran impresionar a los presentes.
Cabe mencionar que los escenarios principales albergaron casi puro acto de electrónica, trap o reggaeton, por lo que el rock y otros ritmos más tradicionales se vieron relegados al escenario Delux, lugar en el que a esa hora se presentó Efelante, una de las promesas recientes del rock regio.
Mientras MLKMN presentaba a numerosos invitados al escenario, entre los cuales estuvieron Jesse Báez y el mismísimo Alemán, Clubz ponía a bailar a todos en el escenario Delux, el cual dominó por hora y media a pesar de que para ese momento la lluvia ya hacía de las suyas.
El East Stage siguió con el trap y el hip hop, esta vez de la mano del argentino Khea, uno de los máximos exponentes del género urbano en su país. Aunque no muchos lo conocían, aquellos que lo escuchaban por primera vez se fueron con una sonrisa en la boca gracias a los beats poderosos y bailables que lo identifican. canciones como "Tumbando el club", "Mi cubana", "M.I.A" y "Loca", fueron las mas coreadas de su set.
Hasta el momento hemos mencionado los tres escenarios principales, sin embargo hubo otros tres que presentaron actos de música electrónica en sus distintas vertientes.
Es aquí donde tocaron dos de los mejores actos nacionales: Jessica Audiffred y Flor Capistran, en el EDM e Infinity Stage respectivamente, dando cada una por su parte de los mejores sets del festival.
Para las 19:30 H ya todos se habían resignado a que la lluvia iba a ser un elemento más en el festival, y que se tenía que abrazar como algo positivo, le daba frescura a lo que de otra forma hubiese sido una tarde de calor incontrolable. En ese contexto empezó lo que vendría siendo el trío perfecto de los festivales.
Primero Justice DJ Set, que –en voz de varios asistentes que los han visto varias veces en sus distintos formatos– dio uno de sus mejores sets, agresivo, poderoso, alimentado por el agua, la cerveza y drogas que fluían en el ambiente, una hora en la que sonó desde "I Love Rock & Roll" hasta "Out Of Space" de Prodigy, en fin un set que no tuvo momentos bajos, todo el tiempo hacia arriba, todo el tiempo elevado.
Una vez terminada esa experiencia, vendría el set que tanta expectativa causó: A$AP Rocky, sí, ese por el que se peleó Trump con el presidente de Suecia, ese que hasta hace un par de semanas estaba en la cárcel acusado de agresión, ese que todos se burlaban porque al parecer no llegaría. Pues sí, ese dio un show igual de intenso que sus predecesores, en el cual no podías más que dejarte llevar por la gente, brincar y rezar para no caer en el lodo o quedar atrapado en medio de un "wall of death" creado por el moshpit el cual A$AP dio instrucciones de crear en sus pantallas. También duró una hora su set, una hora que se sintió como minutos, se pasó volando.
Por último llegó J Balvin, la cereza del pastel, el mejor de los mejores en el mundo del género urbano. Con un escenario similar al que usó en Coachella y Lollapalooza, José se dispuso a tocar la mejor hora del festival. Nadie vio venir este show, un set plagado de hits pero pura canción del 2018 para acá. ¿Qué quiere decir esto? Que en lugar de "si necesitas reggaeton, dale", ahora se trató de: "si el pueblo pide reggaeton, pues yo sé lo voy a dar", o sea ya no necesita convencer a nadie. Así comenzó el show, "Reggaeton" abrió la pista pal perreo y bajo la lluvia todos perrearon, al menos en un alma.
J Balvin sorprendió interpretando cuatro temas de Oasis –el disco que tiene junto a Bad Bunny– destacando "La canción" que, a pesar de no ser lanzada como sencillo, se ha convertido en la favorita de muchos y que se demostró al ser coreada con lágrimas en los ojos de los presentes. Simplemente un gran espectáculo.
Más de una docena de hits, llenaron la hora que tenía asignada y como ya se mencionó, ninguno previo a 2018, siendo "Mi gente", la canción que cerró su presentación al ser la más antigua del setlist. Esto habla de la gran capacidad que tiene el colombiano para generar hits, ya que el público coreo, gritó, perreó cada una de las melodías interpretadas.
José es un gran cantante, compositor, intérprete; baila y rapea, lo tiene todo y lo sabe, sabe que nos tuvo a sus pies y nos puso a perrear, cerrando así la tercera hora y concluyendo el ciclo perfecto de un festival.
Es cierto que después de estos tres shows, el resto iba a palidecer en comparación, sin embargo hubo otras tres presentaciones que ayudaron a seguir la fiesta: Kygo, Zhu y Bad Gyal; el primero fue el acto que cerró el escenario West y vaya que no decepcionó: un set un poco más largo que el de sus predecesores pero con la misma intención de fiesta al máximo. Zhú por su parte le tocó cerrar el East Stage, siguiendo con la misma tendencia de fiesta al máximo. Por último, y concluyendo las actividades del escenario Delux, Bad Gyal demostró ser la reina del dancehall aunque desafortunadamente por la hora el público no pudo conectar a la perfección con su perreo, el cansancio ya era notorio en los asistentes, aunque eso sí, cada que ella o sus bailarinas sacaban los mejores pasos de twerk, el escenario se llenaba de aplausos. Cerró con “Fiebre”, perfecta para cerrar la noche.
Hellow es el festival que se arriesga, ese que dice ¿por qué no traer a Kendrick, Tyler o A$AP? Aquel que logra el equilibrio entre los ritmos más escuchados de hoy (hip hop, trap, reggaeton y electrónica), es sin duda uno de los mejores festivales del país y cada año crece más, tanto así que después de siete horas de lluvia, lo único de lo que podemos hablar es de lo bien que lo pasamos.