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El sol que faltó en el DF se lo robó Guadalajara para iluminar la segunda edición del Festival Coordenada que —a pesar de las cancelaciones de Foals y The Raveonettes por cuestiones médicas y personales— salió avante, llamando la atención del público tapatío, que como todos, necesita la sana catarsis que provoca el escuchar a sus bandas favoritas en vivo.
Descartes a Kant y sus rostros maquillados para iniciar con la música en un escenario mientras en el de al lado los primeros fans corrían para alcanzar el mejor lugar para ver a la banda estelar de la noche, después los queridos Rebel Cats con participaciones especiales de Los Tres para que comenzara el baile mientras en Otro Stage Leiden hacía lo propio atrayendo a los curiosos que seguían llegando por racimos.
Food trucks, diversas activaciones, un lago artificial de fondo para tomar la foto del recuerdo, División Minúscula para seguir acelerando el ánimo, su fiel fanbase cantando a coro cada tema, El Columpio Asesino y su última actuación en México antes de entrar a su lapso de inactividad que esperamos no dure demasiado, Taraf de Haïdouks y esa extrañeza que a veces provoca la música balkan, apreciación y curiosidad, Los Tres con Mon Laferte para cantar sus célebres himnos y “Déjate Caer” con Café Tacvba como alguna vez nos hubiera gustado escucharla.
Y mientras la cerveza fluía lentamente y el tejuino era una opción para calmar el calor, Dread Mar I y sus coplas de desamor, paz e introspección fueron de nueva cuenta llevándonos flotando hacia el atardecer, y ante más público que al comienzo, llegó la pura sabrosura de El Gran Silencio para hacer estallar la energía con los últimos rayos del sol. Siempre plagados de ritmo, evocando a Rancid, tronando las trompetas y siempre fieles al Chuntaro Style, dormimos soñando siempre esperando actuaciones como esta que nos hagan olvidar la rutina y disfrutar de un gran festival meciendo nuestros brazos, alzando nuestros vasos y siendo parte de una gran fiesta.
Natalia Lafourcade para descansar un poco, Nacho Vegas repartiendo autógrafos y posando para selfies, el cansancio manifiesto con la gente reposando en las colinas a modo de gradas en espera de The Dandy Warhols, quienes literalmente aumentaron el volumen ante la oscuridad. Llegando el turno de Café Tacvba las luces que emanaban del escenario complementaban la noche estrellada de las luces de los teléfonos, uno a uno fueron fluyendo los temas emblemáticos de la banda y el canto siempre necesario, de “El Fin de la Infancia” a “La Ingrata” como inicio explosivo hasta “Mediodía” y “El baile y el salón” porque el amor es bailar.
Blur con “Go Out” para iniciar pero con “There’s no Other Way” para estallar, y toda la espera había valido la pena, y toda la alegría manifiesta ante el aire frío, y toda la jornada había resultado maravillosa. La segunda edición de Coordenada con 23 000 asistentes como testigos vivía su emocionante final, entre los intrincados acordes de Graham Coxon y el feliz semblante de Damon Albarn. “The Universal” como el gran final donde demasiadas voces se unieron, yes it really could happen, y regresamos a casa felices llenos de tierra en los pies, con el cansancio a cuestas, con miles de fotos en la memoria física y muchas más canciones en la memoria real, la que camino al corazón nos recuerda que en festivales como este encontramos aquella vana utopía del mundo feliz, donde nadie nos molesta ni nos critica, y donde quisiéramos vivir todo el tiempo.