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Estéreo Picnic 2023

Estéreo Picnic 2023

Emociones a flor de piel.

Cuatro días intensos se vivieron en Briceño, a las afueras de Bogotá, Colombia. El Festival Estéreo Picnic llegó con una nueva edición que brindó una oferta variada a los asistentes. El lineup fue toda una experiencia y exploración musical, con barro incluido, debido a la lluvia incesante por ratos. Asimismo, hubo momentos épicos, que incluyen la esperada reunión, por primera vez en Colombia, de Wu-Tang Clan, la presentación de Tame Impala pese al reciente accidente de su vocalista Kevin Parker o la gran deuda de The Chemical Brothers con el público que los esperaba en estos escenarios desde 2020.

No obstante, vayamos por partes. El primer día ingresamos a ese mundo distinto, frase propuesta desde el mismo festival. Quedó un poco el sabor agridulce de la cancelación de Blink-182 debido a fractura de dedo de su baterista Travis Baker, pero a medida de que las horas avanzaban, dicha sensación se iba disipando. Artistas como ha$lopablito y Mr. Bleat nos recibieron con música urbana y electrónica respectivamente, con talento 100% hecho en Colombia. Pronto, el rock alternativo de Wallows, liderados por el cantante y actor Dylan Minnette, nos preparaba para lo que sería la presentación de Twenty One Pilots. Si deseabas una opción más tranquila, Cigarettes After Sex te sumergía a su atmósfera dream pop, slowcore e indie rock. La noche llegó. The 1975 salió al escenario para hacer un breve repaso de su discografía, con un especial énfasis en Being Funny in a Foreign Language, su última producción. El público estaba más que entusiasmado. 

-The 1975_Manuel Portillo_Estereopicnic6

Con visuales interesantes y la bonita voz de Sophie Hawley-Weld, SOFFI TUKKER es una de esas propuestas sui generis dentro de la electrónica, cuyo esfuerzo fue reconocido con minutos de baile y conexión por parte del público. Este entusiasmo se trasladó a la presentación de Twenty One Pilots. Atrevidos, audaces, ágiles y bastante entretenidos llegaron Tyler Joseph y Josh Dun. Inclusive, realizaron un cover de All the small things y su trompetista se encargó de tocar Rebelión, Amores como el nuestro y Mi gente haciendo un guiño a Blink-182 y a Colombia. Así, se consagraron como uno de los mejores shows de la primera jornada. Sin embargo, Tame Impala llegó para hacerle la competencia. Luces, psicodelia y un setlist que incluyó lo más destacado de sus producciones Currents, The Slow Rush y Lonerism, transportó al público a un viaje total. 

El viernes llegaba y la lluvia incesante también. El césped no tardó en convertirse en lodo. Bandas como Tropicana Club y solistas como Ev daban la bienvenida a un público ansioso por más música. Los seis escenarios distribuidos por todo el campo los esperaban. Con su freak folk, el venezolano-estadounidense Devendra Banhart nos recordó porqué es uno de los músicos más representativos de la escena indie iberoamericana. Inclusive adaptó a su estilo “Don’t tell me”, canción de la reina del pop, Madonna. Posteriormente, Jaime Martín James, más conocido como LOUTA nos sorprendió y dió una razón más para seguir y apreciar la escena musical argentina. Desde Noruega encontramos a Aurora, con una voz de ángel y confirmando el gran talento que posee. Sin duda, la recomendamos. 

Con una demora de 30 minutos debido al tráfico, llegó una banda legendaria: Blondie. La actitud continúa en su vocalista y líder, Debbie Harry, suficiente como para verla con una capa donde se leía “Dejar de follar el planeta”. Fue increíble apreciarla y cantar “One way or another”, “Heart of glass” o “Hanging on the telephone”. Es una reina. Infaltable también una motomami como Rosalía. La española no dejó de recibir aplausos. Inclusive se animó a cantar “Beso”, del reciente EP RR realizado con su prometido Rauw Alejandro. Sin duda, es el momento de su vida. Drake nos llevó a lo más rap y hip-hop. Con un show bastante sencillo y más corto de lo pactado (se previó esto por su presentación en los Lollapaloozas de Argentina y Chile), el artista nos demostró sus grandes dotes para el rap, mas no tanto para el canto. Seguidamente nos vamos al baile. Los 35 años de carrera musical de Jerry Rivera no son en vano. El ‘Baby de la salsa’ llegó con una propuesta bastante completa y demostró por qué se mantiene vigente aunque pasen los años. 

-Drake_Manuel Portillo_Estereopicnic4

El penúltimo día, el hip-hop, rap y la electrónica se hicieron presente. No obstante, la mención honrosa se la lleva la institución del bolero como Alci Acosta. Con unos visuales bastante millennials y psicodélicos, Acosta cautivó a los asistentes que lo recibieron como la estrella que es. Algunos aprovecharon para bailar lento y pegado con sus acompañantes. L’Impératrice es una de aquellas propuestas que poco a poco están siendo reconocidas en tierras sudamericanas. La agrupación francesa divirtió con su pop y nu-disco trayendo con ellos un repaso por lo mejor de su basta discografía. El público se lo agradeció. Yendo más al hip-hop y freestyle vino un terremoto grado 8 llamado Trueno. El argentino, con banda incluida, dio todo de sí al ser el coheadliner de este día. La fuerza de sus canciones en vivo es brutal. Luego, vino Bizarrap para poner a los asistentes a cantar sus ya tan famosas sesiones. Las más grabada y coreadas fueron, sin duda, las de Shakira y Quevedo. Nos preparamos para los pesos pesados. Uno de ellos es Wu-Tang Clan. El grupo estadounidense de rap nos transportó a lo más clásico del género en una reunión inédita para la región. Por su parte, The Chemical Brothers se llevaron el reconocimiento de ser uno de los mejores shows de esta edición. Con robots que flotan, mezclas precisas, pelotas gigantes, efectos visuales impresionantes e imágenes en súper ultra HD, cautivaron e impactaron. 

Asimismo, imposible no recordar aquel día a Taylor Hawkins, baterista de los Foo Fighters, quien lamentablemente perdió la vida hace un año. Algunos asistentes desearon homenajearlo con camisetas de la banda. 

El último día de festival permitió seguir reconociendo el talento sudamericano y sobre todo colombiano. Elsa y elmar y Nicolás y los fumadores nos dejan con ganas de continuar explorando la música que se realiza en la tierra del café. Tras la cancelación y luego reconsideración de la autora de “Telepatía” y pese al duelo que enfrentaba, Kali Uchis dio todo de sí para brindarnos un show en mayúsculas. Qué show. Acto seguido Villano Antillano nos esperó con toda su transgresión, liberación LGBTIQ+ y poder, que nos recordó que el amor es amor en todas sus formas. La sesión con Bizarrap fue infaltable. Quien resultó ser un excelente entertainer fue Lil Nas X, quien trajo un despliegue técnico impresionante. Sus bailarines y él dieron todo de sí para que su espectáculo nunca baje de nivel. Cerrando el festival, Billie Eilish continuó con esa energía imparable que la caracteriza. Entre saltos y caminatas por todos los lados del escenario y con su hermano Finneas al lado, admitió que los bogotanos tienen un súper poder debido a la altura de la capital. La cantante de “Bad guy” es una estrella en ascenso bastante franca y talentosa. No hay nada qué reprocharle. 

Así terminan cuatro días donde los aplausos, gritos, baile, canto y sonrisas no faltaron. Definitivamente, queda mucho por mejorar como organización, como los accesos y el manejo de espacios ante el clima, pero también hay que recalcar lo afortunados que son al tener presentes a estrellas de talla internacional, como las mencionadas, así como artistas emergentes en un lineup tan diverso y rico, lo cual vuelve único a este festival. Que esta esencia siga.