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Llegamos triunfales al tercer día, con los pies cansados y un poco desvelados por los días anteriores pero con todas las ganas de seguir disfrutando de buena música, de seguir sorprendiéndonos de la buena organización del festival y también (por que somos muy clavados) del profundo análisis, que ofrece este tipo de festivales, de la sociedad gabacha.
Baroness fue una banda que moríamos por ver en vivo, tenía grandes comentarios sobre ellos y al estar ahí frente a ellos, un sentimiento de nostalgia me invadió. La música del verdadero heavy metal se hacía presente junto a la actitud y performance que tenía cada uno de los integrantes, principalmente el guitarrista Peter Adams, que no dejaba de interactuar con el público con la mirada e insitando a mover la cabellera.
Uno de los escenarios, donde nos encontramos gran parte del dia, fue el llamado Perry's, en mi opinión fue uno con la mejor estructura de producción, contaban con 5 pantallas gigantestas con visuales eran increíbles, un sonido de muy buena calidad. Para esta ocasión Art Department se llevó la tarde con una buena presentación de techno house sutil, sin necesidad de atascar tus sentidos, su música te puede llevar a un gran viaje.
Como si pareciera que las cosas extrañas nos siguieran este año, a mitad de la ejecución de estos canadienses presenciamos algo que no piensas encontrarte en un festival, dos hombres grandes tanto de tamaño como de edad, caminando rápida y sospechosamente sobre alguien que al parecer ya tenían identificado. Mi sensor de morbosidad y curiosidad se encendió, los seguimos para ver como se acercaban a un chico de aproximadamente 21 años, lo bolsearon y después lo arrestaron con esposas y todo, en menos dos minutos, discretamente lo fueron sacando del público y se lo llevaron.
¿Qué hizo este chico para ser arrestado?, nunca había presenciado un arresto y menos de policías encubiertos, pero lo pude notar a diferencia del público alrededor que no se percató en ningún momento de esta situación, ellos seguían en su onda. Por otro lado, Wavves dio comienzo tranquilamente a su show; con cara de desinterés, Nathan Williams inició una presentación que contrastaba con ella, pues los ritmos de punk y surf no dejaban de incitar a los jovencitos a hacer crowdsurfing.
Nos movimos de ese escenario para escuchar a Alt-J que convocó a una gran cantidad de personas cautivadas por su mezcla de folk, electrónica y pop. Muchas personas sentadas en el pasto, viendo hacia el escenario saboreando pacíficamente de esta música sofisticada, cerrando los ojos para sentir en conjunto la música, el sol y el pasto en los pies. The Vaccines, a contrario de ellos, tenía a todos agitando la cabeza y viendo la fuerza de Justin Young con la lira. Poca gente para mi gusto pero todos saltando desenfrenadamente. También muy cerca, se encontraban los muchachitos geeks de DIIV, que están muy flacuchos pero también le meten duro a la lira.
Habíamos estado guardando los mejores pasos de baile para el momento adecuado y ese momento llegó con Major Lazer, en cuanto se emitieron los primeros sonidos de las tornamesas, la gente comenzó a llegar como estampida hacia el escenario, se abrió la pista de baile, pero seamos sinceros, los gringos tienen algo que les impide bailar, tal vez sea genético, tal vez sea el clima o al agua que beben, pero de verdad, están negados para los movimientos coordinados de pies, cabeza y música. Las chicas que se sentían en algún video de reggaetón, moviendo sugerentemente el trasero. Muy buena presentación de Mayor Lazer, hizo una mezcla con la rola “Suavemente” de Elvis Crespo que tenía a todos locos.
Dejando atrás al público del tipo springbraker, nos fuimos a ver a The Cure quienes fueron muy bien recibidos. Para este momento sentí que todo el lugar estaba a reventar, nunca había visto tanta gente convocada, ni en el metro Pino Suarez a las 7 PM, ni el algún otro festival en México, pero platicando con un reportero sobre este pensar, me dijo que Mumford & Sons había tenido mucha más convocatoria. El público gritaba "I fuking love you” cuando apareció Robert Smith quien se veía verdaderamente contento de estar ahí. Tocaron muchos de sus éxitos: “Friday I'm love”, “Lullaby”, “Pictures of You”, “Boys Don't Cry”, “In Between Days” y muchos más. Los verdaderos fans estaban vueltos locos, la falla la encontramos en el sonido, nos parece que el volumen estaba muy bajo. Sin embargo el ambiente era muy ameno con todos lo presentes cantando cada una de las rolas de Smith.
Y así fue como terminaron estos 3 días maratónicos de sol, música, cerveza y comida rápida; puedo concluir que tenemos mucho que aprender de la organización de este tipo de festivales, así como del público, donde no es necesario que te quiten el cinturón, ni te revisen hasta los tenis en la entrada, donde te regalan agua que es básica para no morir en el intento y donde en la salida no te aplastan o te llevan al baile con tu cartera. Por otro lado, también aquí tienen mucho que aprender del público mexicano, la entrega, la pasión de estar ahí para ver a tu grupo favorito, la vibra electrizante que se genera cuando todos están coreando una canción, la interacción entre grupos y público es más mil veces más sincera.
Si nos saliéramos de la logística yformas que tenemosen la producción de festivales, realizadas por el mismo círculo de promotores que hay en nuestro país, creo que probablemente podríamos tener un gran Lolapalooza en México o hasta mejor.