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Siempre he conceptualizado al Corona Capital como un espacio mágico donde algunas de las mejores propuestas del mundo se dan cita a dar shows inolvidables. Es, de alguna forma, un pedacito del Coachella, Lollapalooza o Bonnaroo que no tenemos en México. Este 2015 el festival tuvo una de sus ediciones más inusuales. Un día variado, que difícilmente será olvidado por los fans de The Libertines y aquellos que se encontraron con una que otra sorpresa en bandas desconocidas.
Eran la 1:20 de la tarde y el recinto se veía casi vacío. Al dar los primeros pasos en la explanada principal, se podían escuchar guitarras a lo lejos, eso si ingresabas por el extremo de la puerta 15 que desemboca hasta la calle de Añil. El sonido provenía de The New Regime, el proyecto de Ilan Rubin, conocido por su participación en Nine Inch Nails, Paramore, Lost Prophets, entre otras bandas. Desde temprano, el californiano ya tenía a uno que otro clavado headbangueando en el escenario Doritos antes de la hora de la comida.
Pasaron veinte minutos y una horda de gente corriendo, que entraba al autódromo por la puerta 6, se enfiló decididamente al escenario Corona Light. El set de Wild Nothing había iniciado. Los de Blacksburg, Virginia salieron con un dejo de emoción al observar cómo su escenario se había llenado en un parpadeo. Fue así que “Reichpop” comenzó a sonar, mientras algunos aún corrían en círculos preguntando cómo llegar a los escenarios. Y es que este año el espacio fue acomodado de forma distinta y más compacta.
El antes llamado Capital, ahora Doritos, se reubicó a una cancha más cercana a la explanada principal. Los dos escenarios principales se movieron de tal forma que quedaron uno frente al otro y el Bizco Club tan solo cambió de nombre a Claro Música Tent. Wild Nothing sentó el ambiente dreamy que provocó que muchos cerraran los ojos y abrazaran a alguien, pese al aplastante sol que caía sobre el lugar. La banda dejó satisfechos a los presentes con “Paradise” y “To Know You”. Inmediatamente después, los presentes corrieron al escenario de enfrente, ya que Alvvays había comenzado.
Molly Rankin, con su encanto natural, lideró a su grupo a presentarse por primera vez ante el público mexicano. “Atop a Cake” generó buena energía entre el público, mientras la frontgirl no desaprovechaba ni un momento para convivir con los presentes y asombrarse con la torre en forma de medusa que estaba al lado del escenario. “How do you say giant jellyfish in Spanish?”, preguntó, recibiendo el grito de “¡Medusa!” como respuesta. En el escenario de enfrente, DIIV ya se preparaba y una cantidad de seguidores también.
La extrovertida banda neoyorquina arrancó con “Human” y la recién salida “Bent (Roi's Song)”. A medida que el set fue pasando y canciones consentidas como “How Long Have You Known?” y “Sometime” sonaron, algunos fans de la banda comenzaron a hacer slam con dificultades, ya que no toda la gente estaba de acuerdo. El ambiente estalló con “Doused”, donde un par de asistentes incluso se lanzó a hacer crowdsurfing.
Y si parecía que el mood no podía llegar a más, Title Fight llegó a probar lo contrario, armando un show de punk que nos hizo pensar que en lugar del Corona Capital, estábamos en Riot Fest o en Vans Warped Tour. Los amantes de tocar en house shows comenzaron con “Rose of Sharon” y “Numb, But I Still Feel It”. El mosh pit y crowdsurf se generó de manera salvaje de ambos lados frente al escenario.
Los de Pennsylvania armaron uno de los shows más completos con momentos enérgicos con rolas como “Shed” y facetas reflexivas en “Head in the Ceiling Fan”. Y si hablamos de presentaciones redondas, la que dio Kiesza minutos después fue prueba de ello.
Un baile lleno de energía inundó el escenario Doritos. “The Love” y “No Enemiesz” abrieron con Kiesa Rae Ellestad y su grupo de bailarinas, animando a un público que tardó en responder. La canadiense agradeció a quienes escucharon su disco “Sound of a Woman”, adelantando que ya está en el proceso de una nueva producción, “so keep the music going”, mencionó. La chica dio todo en el escenario y sorprendió con la colaboración que tuvo en la rola de Diplo y Skrillex “Take Ü There”, cerrando con la conocida “Hideaway”.
En el escenario Corona Light, The Psychedelic Furs fue el pretexto indicado para que los padres y tíos no se aburrieran en lo que sus niños esperaban a Muse. Los iconos del post-punk complacieron con canciones como “Love My Way” y “The Ghost in You”. Los pesos pesados comenzaron a llegar, dos de ellos al mismo tiempo.
Por un lado DFA 1979 llegó de manera aplastante al escenario Doritos. “Turn It Out” abrió un set llenó de distorsión y agresividad. La banda de dance-punk dio una de las mejores presentaciones del festival, al grado que Sebastien Grainger destruyó su batería en un último momento después de pedir “más acción”. El público que salió de control durante la presentación, no pudo responder por el amontonamiento que se vivía en torno al escenario.
En la Carpa Claro Música, Run The Jewels hacía gritar a la gente “Fuck Donald Trump!”, creando el descontrol. El proyecto que se destacó en 2014 como una de las promesas del hip hop reventó el baile, el slam, e incluso el crowdsurf. El olor de la hierba estaba a tope y uno que otro aprovechaba para bailar pegadito. “Lie, Cheat, Steal” fue uno de los momentos claves, cuando la gente se unió en un grito. El dúo finalizó con “A Christmas Fucking Miracle” para después firmar el enorme cartón que realizó un seguidor con la portada de su álbum homónimo.
Para ese momento The Libertines ya estaba arriba del escenario. Un coctel de emociones inundó el escenario Doritos. Para muchos fue el evento de una generación, ya que fue una banda que marcó la juventud de varios. “The Delaney” abrió un largo set de 23 canciones, entre las que el público gritó e incluso lloró. La banda no dijo más de lo que debía y se dedicaron a tocar. “What Katie Did” enloqueció a la gente y después de “The Good Old Days” la agrupación dejó el escenario. Cuando muchos pensaron que hasta ahí había quedado, regresaron a terminar con “Up the Bracket” y “Don’t Look Back Into The Sun” al final con Pete Doherty a capela.
Muse cerró el día uno del Corona Capital 2015. Con un set parecido al de las presentaciones en el Palacio de los Deportes complacieron con el tema “Hysteria” acompañado de un riff de “Back in Black” de AC/DC, “Psycho”, “Supermassive Black Hole” y la rola que dejó sin aliento a todos: “Starlight”.
El Autódromo Hermanos Rodríguez despidió un día de clavados, alaridos, llanto, crowdsurf, baile y hasta twerking, conformando el primer día de una edición que tal vez careció de unidad de géneros musicales pero sorprendió en diversidad y propuesta.