Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Muy buenas, queridos lectores.
El primer día de la segunda versión Coachella, que por cierto se rumora es la última vez que se lleva acabo en esta locación, fue un día por demás caluroso. Al parecer, la cantidad de asistentes es una tercera parte menor a la del fin de semana pasado, lo cual, sinceramente lo hace más tolerable. Da un poco la sensación de que los organizadores más que aprovechar el éxito del festival para engrandecerlo al duplicarlo, hicieron una réplica ilegítima. Hay algo de Coachella que no está en este Coachella; como si el festival verdadero ya hubiese sucedido, registrado por todo el planeta entre asistentes y transmisión en línea y quienes sin éxito, tratamos de no enterarnos de los hechos como si estuviéramos en un festival en otras coordenadas de una realidad alterna.
Personalmente, me encanta, si me permiten el disparate. En el momento en que aparece John Fogerty en el escenario de los Black Keys, quienes se merecen el tamaño de las letras que ocupan en el cartel, el desfase fue más claro y el privilegio más sentimental. Tal vez nadie lo sepa y el siguiente fin de semana todo vuelva a acontecer.
Antes, el concierto de Pulp fue maravilloso. Jarvis Cocker es un hombre al frente de un grupo, tan elegante, tan carismático y tan honesto, que más allá de que sea un gran cantante o no, es un eslabón que por muchos años estuvo un poco perdido en los mejores panoramas del mundo y cuya recuperación me parece importantísima para estos años. Puro hit, desde luego, abrieron con 'Do You Remember the First Time?' y cerraron con 'Common People'. Fue el último concierto de su gira por Estados Unidos. Confién en mi, a pesar de mis palabras, y vendan su alma al diablo para verlos la próxima semana en la Ciudad de México.
Madness, nos regaló un "es bueno volver a México" en pleno acto. Una bandera mexicana hondeaba entre el no mucho público que los veía pero que bailaba y gritaba como no creo haberlo visto en otro acto. Abrieron, siempre fieles, con su versión de 'One Step Beyond' y cerraron con 'Forever Young', 'Our House' y 'It Must Be Love'. Perdón por la cursilería, pero como dice Teleradio Donoso, éramos todos felices.
Los Arctic Monkeys, lo hacen ya muy bien, más les vale porque ya están grandecitos, nunca han sido uno de los grupos favoritos de éste otro lado, pero la audiencia de Coachella, aunque ha evolucionado hacia la inexpresividad, los recibió decentemente, con la plancha frente al escenario principal a la mitad.
Así, a grandes rasgos, el primer día de Coachella en su versión irreal.