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El recinto fue ideal para este festival cuya propuesta se centra en un concepto mucho más íntimo que los conciertos en estadios. El público, conformado por jóvenes de entre 25 y treinta y tantos años, respondieron favorablemente y desde antes de las 9 pm ya había filas para ingresar.
El cartel estuvo conformado por actos internacionales, como los ingleses Daniel Avery, Andy Stott y Jon Hopkins; el canadiense Mathew Jonson y los alemanes Planningtorock, Roman Flügel y Christian Löffler; además del talento local representado por System Error.
Todas y cada una de las propuestas se caracterizaron por su calidad e innovación, tanto en la música como en los visuales, particularmente los de Jonas Reinhardt, que acompañaban las melodías, mismos que ayudaron a intensificar la experiencia de los asistentes.
Quizá el único mal detalle fue la concentración de calor en la sala principal, aún así, la organización del evento fue destacable, prueba de esto fue que no hubo problemas en la entrada, y que las filas para los baños y las chelas siempre tuvieron un tamaño bastante aceptable. Los aspectos técnicos también fueron dignos y no hubo fallas mayores.
Uno de los mejores momentos fue la presentación de Stott, quien por primera vez tocó en la capital mexicana. Otra participación destacada fue la de Jon Hopkins, quien emocionó a los asistentes interpretando temas como “Breathe this Air” de su más reciente disco, Immunity.
Sin duda, MUTEK se mantiene como una de las propuestas musicales más interesantes de la escena mexicana y en esta ocasión no falló: cada uno de los actos demostró por qué es líder a nivel mundial.