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La actual escena musical neoyorkina lleva a buscar nuevos sonidos en distintos rincones de la gran manzana, con un historial recorrido dentro de los artistas locales, Weeping Icon refrescan los sonidos citadinos con una explosión de noise punk que lanza críticas a distintos aspectos de la sociedad.
Presentándose como cuarteto, están conformadas por Sarah Reinold (bajo), Sarah Lutkenhaus (sintetizadores), Lani Combier-Kapel (batería/voz) y Sara Fantry (guitarra/voz). Su sonido tiene fuertes bases en el punk neoyorkino, pero cruza las barreras del conformismo y lo estandarizado para llevarnos a un recorrido único de noise y hasta ciertos toques de shoegaze, la mezcla de gritos y sintetizadores empujan al grupo a cruzar las líneas de lo establecido.
Sus letras van muy acorde a sus melodías, no son un grupo en el que habiten historias de amor y desamor o de fiesta y excesos, su propuesta invita a reflexionar con protesta social, tomada de una forma inteligente e irónica, donde la burla y la irreverencia son el estandarte que porta sus críticas a diferentes situaciones de la vida cotidiana.
Es ahí donde encontramos sus dos más recientes sencillos "Two Ways" y "Pig, Shit & Trash", el primero nos habla sobre la falsedad de la gente, de quienes mantienen una fachada de positividad y buenas vibras en la imagen pública, pero en su realidad actúan con incongruencia a lo que predican.
La segunda enaltece al anti-héroe volador, una mosca, que aterrizó y vomitó sobre la cabeza del entonces candidato presidencial Mike Pence durante un debate en 2020. Ambos temas formarán parte de su próximo EP, Ocelli, que saldrá este 18 de noviembre y será apoyado con un concierto en Alphaville, NY.
Weeping Icon cuentan con dos grabaciones publicas, Eyeball Under, EP publicado en 2017, y su homónimo debut en larga duración del 2019. Recientemente colaboraron en el disco de remixes de A Place To Bury Strangers con "Playing The Part".