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Emocionado aún por haber disfrutado de algunos actos sudamericanos del pasado Vive Latino,
entre los que destaco a Camila Moreno y Juana Molina (¡soberbias!) y después de una larga ausencia por este espacio, regresamos con la música que llega del sur. Lo sé, una vez más desde Chile, pero, ¿qué se le va a hacer si el país más estrecho del continente sigue haciendo cosas en verdad fascinantes?
Recordé en días pasados que por ahí de finales de los 70 Prince sacaba año con año un nuevo material bajo su nombre; sin embargo, pensando un poco en la saturación que eso significaba, decidió crear un proyecto alternativo llamado The Family, con el que editó entre otras canciones la inmortalizada “Nothing Compares 2 U”.
Lo anterior viene a colación porque en Chile, igual de inquieto y con una cantidad interesante de música, resalta la figura de Cristóbal Briceño, oriundo de Santiago, que entre sus bandas cuenta con Los Mil Jinetes, La Estrella Solitaria, Las Chaquetas Amarillas, su proyecto solista y Ases Falsos, antes conocidos como Fother Muckers, de quienes hablaré en esta intervención.
Denominados como Ases Falsos justamente en abril, pero de 2011, este proyecto liderado por Cristóbal lanzó en 2012 un muy afortunado Juventud Americana que de inmediato se apoderó de la blogósfera iberoamericana como uno de los consentidos. Con letras llenas de energía que critican al pop chileno, los riffs de guitarra a la medida y la política internacional, es un disco increíblemente interesante.
Como parte de Conducción, nombre del material que se espera salga en algún momento de este año, Ases Falsos presenta el más reciente sencillo de la banda: "Simetría",una canción que habla de la esperanza y en la que fluye un sentimiento poderoso por querer cambiar el mundo a través de algo tan ridículo, cursi y emocionante como el amor mismo.
Guiándonos poco a poco por sonidos que van pasando por la bossa nova y la orquesta, "Simetría" va explotando de la mano de la voz de Cristóbal Briceño y su guitarra. Se trata de una canción que alcanza su clímax justo en el momento en el que empezamos a movernos a su ritmo.