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El músico, letrista y productor argentino es un vivo retrato de lo onírico y los paisajes adyacentes. La combinación de un pop rock futurista en la que se entrevé la experimentación como componente coercitivo. Atemporal; a veces vintage, a veces moderno, atrevido e “imperfecto”, este es el sonido de Rodrigo Lalli Galean, a.k.a. Galean.
Nacido en una familia de músicos, un abuelo cantante de ópera, un padre bajista, y un tío musicólogo, el artista sudamericano es un cúmulo de herencia cultural que desemboca hoy en día en tres discos de larga duración, y una sólida carrera solista. Entre 2014 y 2019, Rodrigo dedicó su tiempo a Aloe, un cuarteto atrevido y exuberante donde explotó gran parte del universo sónico, profundo y texturizado que hoy comprende su identidad.
Con “melodías desarraigadas”, sintéticas, directas y apacibles, el vocalista construye un lugar pop relajado, repleto de sintetizadores, baterías programadas y demás elementos ambientales. Es así como llega con su más reciente álbum de estudio, Pasado Mañana; un disco que resume su música como “vehículo de ideas en movimiento, átomos desordenados en el aire al que llamamos canción y una voz que te dice quédate, no te quedes, o hacé lo que sientas”. Con un tracklist de nueve canciones, cuenta con las colaboraciones especiales de Esmeralda Escalante, Candelaria Zamar, Juan Mango (Usted Señalemelo), Darío Jalfin y PRNA.
“...Cuando me nublo y pienso que mi música no pertenece al presente, consigo relajarme con la esperanza de que sea comprendida pasado mañana…”
Por lo tanto, Pasado Mañana parece ser una cámara del tiempo en la que se muestran paletas heterodoxas de distintos Galeans, una especie de cambalache postmoderno con raíces argentinas y texturas extranjeras”, describe el músico en un comunicado.
Con dos LPs en su catálogo (El Mago, 2019 - Tejiendo La Marea, 2016), más una colección de EPs (Cuarenta Atenas I y II, Mente Colmena Vol.1 y Primera Puerta del Alma), Galean introduce a su escucha con un característica muy particular: el eclecticismo.