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La guitarra lleva mucho tiempo muriendo, por cada rincón de las redes sociales a la gente le da por refinarle unos cuantos bazucazos a la lira y darla por muerta, tal como hicieron con MC Dinero. Hoy mero, la idea de que las guitarras están muriendo es más una tendencia que una realidad.
Lo que es cierto es que la guitarra es un instrumento con mucho jugo que exprimirle y aunque el reggaetón, pop y electrónica sean top en las recomendaciones de Spotify, gran parte de toda esa música utiliza guitarras, pero su uso es tan ingenioso que a veces ni siquiera podemos notarlo.
Así es, la forma de ejecutar una guitarra ha evolucionado titánicamente, hoy existe una gran cantidad de sonidos y sensaciones que pueden ser creadas desde ese ancestral instrumento. En la música comercial podemos escucharlo, pero hay un tsunami de ingenio en la música independiente que los que dicen “Ya no hay bandas nuevas” se están perdiendo.
Eso mismo nos lleva a Armoira un triplete de jóvenes con tanta música en la cabeza que logran amalgamar un multiverso de sensaciones a la hora de componer sus canciones. Este es el tipo de evolución que la generación digital le ha dado al formato de banda tradicional, pues con tanto bagaje en una mente hiperactiva e inquieta, se logran sonidos inesperados.
Al escuchar su música, hay momentos en los que mover el cráneo es casi inevitable, existen otros instantes más espaciales en los que tu cuerpo solamente se deja flotar en total calma, vibraciones ácidas de repente invaden tu cerebro y tu cuerpo se sacude inquieto ante las figuras rítmicas extrañas que logran construir.
MAEF en la guitarra y synths, TAKA en guitarra y GIZMO en batería conforman Armoira, quienes a finales del año pasado editaron su segundo álbum y estrenaron el video de su primer sencillo, “Kaiju”, un interesante playthrough donde logramos ver como esta triada interactúa entre sí cual si fuera un concierto privado bajo luces rojas.
Ellos se autodenominan space metal, pero en realidad son una combinación de varios géneros que a veces es complicado encasillar y este tipo de cosas pasa en las bandas actuales, hay tantas fusiones musicales que clasificarlas es inventarse un género nuevo, algo un tanto innecesario cuando al final todo es solamente música.
Es por eso que no creo que el rock o las guitarras estén muriendo, aunque durante décadas hayan ido y venido varios géneros de baile o fiesta. Ahora está entre nosotros el reggaetón, el cual no es nada nuevo, pero se ha fusionado con tantos géneros que ahora es un easy listening que ha tomado un poder titánico en la mente de los escuchas en todo el mundo.
Y la pregunta es: ¿De verdad tienes que escoger uno u otro género? Habiendo tanto de donde escoger y disfrutar que no creo que deba haber una lucha de cuál es el mejor o cuál debería de sobrevivir o desaparecer para siempre. Aunque, si hablamos de géneros que deberían morir quizás la música neonazi es lo que de verdad nunca debió existir.
Pero estamos hablando de Armoira, regresemos. En su segundo disco, Ápeiron, logra crear un interesante juego de olas en guitarra, creativos golpes de batería y se apoyan en beats alejados de los tradicionales octavos y dieciseisavos de rítmica electrónica, ósea, algo bien pensado y disfrutable en segundos.
Después de decir esto, quizás sea bueno escucharlos en vivo para saber qué tanto de lo que escuchamos en estudio es realmente ejecutable en concierto o quizás hasta lo hacen mucho mejor ya sobre un escenario, eso hay que descubrirlo.