Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Muchos de nuestros viejos, los que escuchaban Santana, Canned Heat, Jefferson Airplane o Jimi Hendrix de chavos, hoy en día nos dicen cosas más o menos así: “Ya está regresando la música psicodélica, ¿no?”.
Pero nunca se ha ido, siempre ha estado ahí. En cada década han existido distintas olas de psicodelia, algunas veces siguiendo una tradición de sonido y composición, pero en otras ocasiones mutando ácidamente para el beneficio de nuestros cerebros deseosos de evaporarse.
Hoy en día existen referencias en el mainstream como Temples, Ty Segall, Tame Impala, Clinic, Boogarins y varios puñados más que han servido como potenciador del psych. Generando que se sigan creando banda en busca de transitar los diferentes rumbos de este género.
Y esta nota es un intento de echarle un vistazo a lo que está ocurriendo en el panorama del hoy en día en la psicodelia… pero esta vez dividido en los diferentes viajes que puedes experimentar escuchando las diferentes ramificaciones del psych. ¡Éntrenle!
Cuando fumas la cantidad correcta de la psicodelia indicada, logras adentrarte a las profundidades de tu ser. Entrar en contacto con tu paz interior, visualizarla, tocarla, sentirla y abrazarla, es como volver al inicio de tu vida.
Música en su mayoría instrumental que dibuja el camino hacia el interior, son como burbujas de sonido que revientan suavemente y esa calidad de vibraciones puedes encontrarla en las paredes de sonido de The Sinking, en Roaring Silence of the Diamond su más reciente álbum.
Motivos musicales, grooves y acordes en loops infinitos también son un buen sendero para llegar hasta la raíz de tu ser: Cave, Jane Weaver, Quarto Sensorial o Avey Tare pueden llevarte ahí… Cuando llegas nunca querrás salir y cuando sales nada te preocupa, sientes tranquilidad y calma… al menos por un rato.
En estos últimos 10 años han surgido bandas con increíbles sonidos para expulsar nuestra alma fuera de nuestro cuerpo. Bandas con esa fusión de sonidos distorsionados, etéreos y lo suficientemente ácidos como para hacer bailar tu espíritu fuera de tu saco de huesos y carne.
Jesca Hoop, Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs, Le 1991, Hey Colossus o Van Der Vous son algunos nombres con la habilidad musical para derretirse entre géneros y provocar esa infame sacudida espiritual. Ese momento en que tus amigos te ven clavado en un solo punto durante horas y ríen como locos porque ya se les trepó el payaso.
Durante estos últimos 10 años, también se han creado y destruido bandas para no volver, como: The Psychedelic Schafferson Jetplane que además de que ya está bien muerta, es tan oscura que su música solo la encontrarás en YouTube, nada de Spotify, o comprando sus discos por Internet. A veces hay que buscar más allá.
Mabe Fratti, Pedro Tirado, Octopus Syng, The Great Tyrant, Yves Tumor… no es que la totalidad de su música sea un horrendo volantín de estremecedoras sensaciones que te mandan a un infierno personal que pareciera durar siglos y nomás no encontrar el final del abismo.
Pero es cierto que todos ellos pueden crear un disco con tantas tonalidades, con diferentes tintes, sonidos, subidas y bajadas que tanta información, vibraciones, sensaciones pueden hacer a tu mente entrar en un estado psicótico. Claro, solo si de verdad estás drogado… escuchando su música en sobriedad son grandes piezas.
Pero no solo es la música, a veces la forma en que construyen sus letras puede alterarte sin advertencia… es el caso de Pedro Tirado que trae tantas letras en vocales llenas de ultra distorsión que no sabes qué demonios estás escuchando.
Música relaja músculos, técnicas de composición sonora que ayudan a recordar esa conexión mente, cuerpo y alma, haciéndote más perceptivo de tu entorno... al menos en ese mero momento. Un viaje que llega pocas veces, pero es tremendamente abrazador.
Crumb, Lorelle Meets the Obsolete, La Suma de Todos los Tiempos, Mint Field, Khadja Bonet, entre otros… son exponentes que sin dudar pueden lograr la dosis quirúrgicamente exacta para plantar este viaje en nuestros cerebros, alimentándose de los líquidos de nuestra materia gris.
Vanishing Twin tiene mucho de eso en su última entrega, The Age of Immunology, una influencia bastante agradable para mantenerte en armonía con tu existencia en este plano dimensional.
Esta pequeña visión de bandas contemporáneas de psych, ligada a sensaciones de los diferentes viajes que puedes lograr con las diferentes ramificaciones del género, quizás también esté muy pensado en sensaciones personales de quien redacta todas estas letras.
Porque es cierto que todos los cuerpos, mentes y almas son muy distintas entre ellas y todas sienten, viven y experimentan a su propia y peculiar manera. Si bien, una docena de personas puede compartir la misma visión del viaje, otros cientos pueden viajar, alucinar y abandonar sus pies de la tierra bailando reggaetón… Pues cada quien.
Y hay una cosa que hay que entender… el psych no necesariamente debe disfrutarse bajo los efectos de alguna droga, por el simple hecho que la música psicodélica una droga en sí misma. Sobre todo, en vivo, porque el viaje es comunal y ese es otro tipo de viaje que deberías experimentar por ti mismo… no sirve de mucho que lo cuente.