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En pleno 2023, en una época donde los polos se derriten por el cambio climático, las especies comienzan a peligrar y el agua, poco a poco comienza a escasear, cualquier ayuda que frene o disminuya el consumo de gases tóxicos, los residuos no reutilizables generan miles de toneladas de basura y se convierte en un problema social mayúsculo que necesita ser visualizado. Ahora, la industria de la música busca ser parte de la solución y no del problema, pues aquellos eventos masivos generan daños importantes al medio ambiente, con la sola emisión de dióxido de carbono, su concentración por el transporte de todos los asistentes y las cantidades de basura que deben manejarse tras su finalización.
Y es por eso que muchos artistas a nivel global han tomado cartas en el asunto, generando energías renovables, un uso menor de plásticos en el sitio, la implementación de paneles solares para aprovechar la energía solar y hasta medios de transporte que se mueven con combustibles vegetales, todo con el afán de reducir las emisiones de carbono que los asistentes y los artistas mismos producen en un evento masivo.
Unos de los más sonados el año pasado fue la banda británica Coldplay, con todos los elementos verdes para hacer de Music of the Spheres una de las giras más sustentables de los últimos tiempos, con la instalación de pistas cinéticas de baile y bicicletas estáticas que generan la energía con la que el espectáculo habrá de realizarse; su compatriota Harry Styles se unió a Reverb, una organización que busca la realización de eventos amigables con el medio ambiente y reducir los plásticos de un solo uso casi a cero, dar agua a todos los presentes y promover la reutilización y reciclaje durante el concierto.
Aunque son los grandes artistas los que han comenzado con este movimiento social tan importante para el medio ambiente, en México también se está tratando de hacer algo al respecto; tras la realización de uno de los festivales más tradicionales de Nuevo León en el Festival de Santa Lucía, la empresa norteña CEMEX asignó a su filial Regenera la encomienda del manejo de las casi dos toneladas de desechos en el Festival Pal’ Norte para convertirlos en energía en Plantas, lo que redujo la emisión de carbono en un equivalente a la siembra de 59 árboles.
Además, el uso de la tecnología fue una pieza clave, pues el consumo de productos impresos en papel y PVC se mantuvo en niveles mínimos, pues la publicidad, así como line up y otra divulgación se realizó a través de medios digitales; el piloto de vasos reutilizables para generar la menor cantidad de plástico posible y horarios extendidos de transporte, con el fin de evitar transportes de una o dos personas en los automóviles y aprovechar los espacios y logística en autobuses que albergar a más personas.
Si bien las giras sustentables parecen estar en sus primeros pasos, no dudemos en que esto se convierta en una constante obligatoria en todas partes del mundo. Déjanos saber tu opinión y experiencia en este tipo de eventos en nuestras redes sociales.