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Existe una enorme cantidad de mujeres creando música trascendental que rompe paradigmas y refresca al mundo sonoro, pero también es un hecho que —históricamente— si eres del sexo femenino, debes luchar considerablemente más para tener el espacio y reconocimiento en la industria, es por eso que queremos contarte sobre el trabajo de poderosas organizaciones y colectivas que unen su coacción con un único objetivo: impulsar a las hacedoras de música.
Es de recordar que en la historia de la música, el poder hegemónico ha sido liderado por bandas de hombres. Fue hasta después de la aparición de artistas como la cantante, compositora y guitarrista Joan Jett, o la cantante y escritora Kim Gordon de la banda Sonic Youth e incluso la bajista, guitarrista y compositora Kim Deal de la banda Pixies (en los años 80) que el mundo entero se dio cuenta de algo evidente, era necesario crear organizaciones y espacios colectivos en pro de amplificar el arte de las mujeres en la industria.
A partir de aquí se gestaron los primeros movimientos como Riot grrrl (movimiento feminista estadounidense, ligado a la escena alternativa) y grupos como Bikini Kill, Bratmobile, L7, y Veruca Salt en la década de 1990, mismos que fueron aportativos para el crecimiento en el número de artistas mujeres con carreras exitosas y relevantes en América Latina, a partir de aquí, cada vez veíamos a más morras en plataformas digitales como MTV y en festivales relevantes de música.
Pero la tarea no estaba completa, mucho menos en América Latina, es así que con el propósito de dar a conocer la obra artística de las mujeres en la industria nacieron los colectivos como Now Girls Rule, una organización cultural enfocada en el crecimiento, desarrollo y promoción del talento femenino.
Now Girls Rule fue creada por la música y activista Elis Paprika en México y está a punto de cumplir una década de vida, pues se gestó en 2014 con el objetivo de contrarrestar la falta de atención en el talento de las artistas. ¿Cómo lo hacen? A través de eventos como La Marketa, Girls Will Rule, Networkings, y conciertos, en donde utilizan la educación e inspiración para entrelazar los caminos de una nueva y exitosa generación de artistas.
Otro espacio del que te queremos contar es el gestado a través de Ruidosa, una comunidad transfeminista encabezada por Francisca Valenzuela, compositora chilena que consideró necesario impulsar un espacio de crecimiento al ver nuestra clara realidad: las mujeres no queremos ser groupies, ni ver los conciertos desde la última fila, ni estudiar completas las obras de Led Zeppelin antes de que nos consideren artistas.
A través de Ruidosa se promueve la participación femenina en la industria sonora y en general de las creativas en el gremio, esto a través de la gestación de espacios de retroalimentación y discusión positiva. Uno de sus fuertes es la organización del Ruidosa Fest (realizado en la capital de Chile, en la Ciudad de México y Los Ángeles) con espacio en donde tienen lugar conciertos, conversatorios y sitios de intercambio creativo entre artistas y público para poner a discusión la situación actual de las mujeres artistas para así opinar e impulsar soluciones.
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Para cerrar, queremos hablarte de Amplify Her Voice, se trata de una organización dinámica que aboga audazmente por la igualdad de género, específicamente para las mujeres con relación a la música.
Su método es la difusión de talento, gestión de espacios para crear comunidad e incluso empujan las carreras de las mujeres por medio de oportunidades educativas y de creación de redes gestionadas por medio de eventos, programas y apoyo, esto con el objetivo de prosperar en la industria de la música desde una perspectiva necesaria y con carencia historia.
El avance es significativo y desde la aparición de artistas como Julieta Venegas, Andrea Echeverri de la banda Aterciopelados, Rita Guerrero de la banda Santa Sabina, María Gabriela Epumer, Las Ultrasónicas, Ely Guerra y Natalia Lafourcade se ha desatado una creciente cantidad de mujeres artistas que no sólo participan frente a las bandas, sino también cada vez vemos más morras ingenieras de audio y en la producción musical; sin embargo, esta es una chamba latente que aún no está completa y que nos compete a todxs, pues el objetivo es claro: erradicar las brechas de desigualdad de género y la violencia para que crezcan con potente brillo las futuras artistas que revolucionarán la industria.