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El sonido de King Gizzard & The Lizard Wizard es tan poderosamente mágico en cada acorde, groove y riff que en América Latina fácilmente arrebata la atención a otros géneros musicales más simplones como el trap o el reggaetón, robándoles una muy buena cantidad posibles bellakos para adentrarlos al progresivo al simple grito de “¡Rattle Snake, Rattle Snake, Rattle Snake!”.
En México, las alocadas armonías de King Gizzard & The Lizard Wizard, han conseguido un número bastante considerable de fanáticos jóvenes y salvajes que se ponen la camiseta amarilla del Kemonito para escuchar, con audífonos y a volumen alto, la música de estos australianos, pues esa es la mejor manera de escuchar cada detalle de sus canciones.
Tan fuerte es la conexión Fan Mexa-King Gizzard & The Lizard Wizard que un gran número de chavones locos y alucinados soportaron el frío de Huixquilucan para sacudir el cráneo y calentar sus cuerpos con King Gizzard & The Lizard Wizard, durante la noche, un clima lluvioso, rodeados de naturaleza pura, en medio de la nada, un gran y mágico momento en el festival Hipnosis.
Esa única gira mexicana de King Gizzard & The Lizard Wizard, que pasó por el Marko Disco en Tijuana, el C3 Stage de Guadalajara, Escena en Monterrey, el Foro Indie Rocks! en la CDMX y el Festival Hipnosis, fue lo único que necesitaron sus fans para realizar una verdadera conexión simbiótica con la mismísima existencia de la banda.
Esa conexión no se detuvo ni siquiera en la pandemia, pues Caroline Intl. México, Apple Music e Indie Rocks! se armaron una bonita convivencia virtual solo para verdaderos y aferrados fans. Donde, a través de las pantallas de nuestras computadoras, entramos al estudio-dormitorio-terraza-cocina de las casas de los miembros King Gizzard & The Lizard Wizard e incluso conocimos a sus mascotas.
En Jorno For A Day, la dinámica para charlar virtualmente con King Gizzard & The Lizard Wizard, un grupo muy selecto de fanáticos muy fanáticos de los australianos pudo platicar con ellos y hacer preguntas clavadas con la necesidad de satisfacer su hambre de KGLW.
Preguntas como: “¿Cuál fue el proceso creativo de K.G. durante la cuarenta?”, donde Joey respondía algo como “La idea era hacer grabaciones tocando todos en el estudio y hacer jams. Esto fue en marzo cuando el virus pegó y nos enclaustrarnos en nuestras respectivas casas. Todo se detuvo y poco a poco empezó a moverse de nuevo en los pequeños estudios de cada uno, haciendo demos, programando baterías en midi, mandándonos todo entre todos como si fuera un pinball y cuando menos nos dimos cuenta las canciones del disco se empezaron a construirse”.
Y otras tipo: “¿Cómo lidian con la ansiedad de redes sociales?”, a lo que Ambrose contestó que ellos solo le ponen la atención debida a las redes sociales, ni más, ni menos “las usamos para promover nuestros discos”. Y luego Michael amplió la respuesta “Tenemos la suerte de tener buenos comentarios en redes sociales, creo que tenemos una comunidad de fans muy buena que nos apoya, pero evito leer muchos comentarios porque de alguna manera eso afecta y alimenta la ansiedad”.
Así como preguntas más de hiper fan: “¿Cómo le hicieron para crear el Gizzverse?”, a la que Michael inmediatamente respondió “En realidad eso fue creado sin querer, muchos de nuestros riffs entre discos se parecen y con el Gizzverse todo toma mayor sentido, pero en realidad ese concepto lo inventaron los fans y luego nosotros alimentamos eso que los fans crearon” y Joey se unió a la conversación diciendo “Y el Gizzverse es una manera muy genial de interactuar con todos ustedes”.
Y otras más técnicas: ¿Cómo es su proceso para crear un disco, de donde salen sus ideas?, acá Lucas fue quien decidió responder “Son varias cosas, no es solo un riff, también puede ser un groove de batería y cuando algo así de cool pasa decidimos explorar más sobre eso y eso se transforma en una canción y luego se convierte en todo el concepto del disco, también por eso todos los discos son diferentes”.
Con todo este convivio digital, King Gizzard & The Lizard Wizard conoció más a fondo a sus fanáticos mexicanos, sus caras, sus casas y con risas, frases de amor y problemas de conexión, el vínculo se hizo mucho más poderoso.
Y ahora que ya viene en camino la vacuna contra el maldito Covid, necesitaremos una potente dosis de King Gizzard & The Lizard Wizard para curarnos de espanto y recuperar la energía que nos ha quitado este cochino año con una balacera bien surtida de todo su cancionero.