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Industrias WIO para Indie Rocks! 10
Industrias WIO es una distribuidora digital de música independiente. Como cada quincena, hoy presentamos algunas propuestas de nuestro catálogo.
Date la oportunidad de escuchar y cuéntanos,en Facebook y Twitter, qué te parecen las bandas de esta entrega.
Nelson y Los Filisteos
Lanzamiento: Tibio (LP)
Género: garage / noise rock / dream punk
Locación: Guadalajara/Ciudad de México
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Como expulsados de Egipto, los antes conocidos como Baby Nelson & the Philistines, nos revientan un golpe con sus melodías crudas; guitarrazos locos y batería consistente. Tibio (2015) es como meterte en una alberca, poco a poco, pensando, sin haberte dando cuenta de que hubiera sido mejor, un clavado. La experiencia va a ser todo menos tibia.
Este LP está compuesto de 10 tracks. “2000” abre el disco. Un fantasma de los peores acompañará por siempre y para siempre nuestros miedos, inseguridades, recuerdos y convenciones sociales. Todo así, a menos que rompamos la monotonía tal como Nelson y su séquito lo hacen a través de su álbum debut.
Con una energía fulminante, esta banda nos lleva hasta los recovecos más crudos de este mundo. Nos los echa en cara, comentario tras comentario, sin censura sobre la realidad nacional y otras desfachateces totalmente necesarias. Todo el disco es como parte del oleaje en esa alberca de la portada, cuidada; pero, decadente la mañana siguiente de una buena fiesta.
Como una ola que va desde lo más obscuro de la humanidad hasta momentos de calma. Una salpicada de sonidos pop atravesados por la saturación y la distorsión. El disco cierra con “El cloro y el cian”; para este momento, la alberca ya está desbordada.
Para disfrutar Tibio hay que cerrar los ojos e imaginarse flotando en un lugar lleno de gente sudada, en una tocada de Nelson y los Filisteos, agarrado del sentimiento más honesto que puedas recordar para que, esta vez, sí te eches un clavado.
Vinnum Sabbathi
Lanzamiento: Gravity Works (EP)
Género: post metal / space rock / instrumental sci-fi
Locación: Ciudad de México
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Entramos en una frecuencia distinta: el oleaje, ahora, es espacial. Un salto al espacio exterior para darnos cuenta que hemos dejado atrás la fuerza de gravedad; pero, queda en nosotros una reminiscencia. La música de Vinnum Sabbathi -en lo que es su primer EP- es para imaginarse flotando en el vacío.
Angustia causada por lo desconocido; atrapados por poderosos e intensos sonidos, como si de un agujero negro se tratara.
"Weightlessness" abre el álbum con samplers que nos invitan a una misión a través de los cinco tracks que componen el viaje de la nave llamada Vinnum Sabbathi. Este cuarteto de la Ciudad de México, que podría ser también ese oscuro, volátil y espacial escenario, nos mantiene flotando; sostenidos sólo de la crudeza de la batería y la tremenda sonoridad de los bajos envueltos por esos galácticos samplers.
Lo instrumental no tiene por qué ser todo calma y tranquilidad; Vinnum Sabbathi explota la intensidad y densidad de la ausencia de voz.
El trayecto cierra con “The probe B”, que, nos deja con ganas de subirnos a la nave otra vez. Más aun, con el magnífico arte de Mike Sandoval. En definitiva, este disco tiene que estar en tu colección.
¿Qué pasa cuando sales de tu zona de confort y te aventuras a viajar a través de tus sentimientos e ideas más profundas; te das cuenta que son como fuerzas imparables? La respuesta: Gravity Works. Una odisea por el espacio del siglo XXI. Implosión atemporal.
El Shirota
Lanzamiento material discográfico: El Shirota (LP)
Género: garage / noise rock / punk
Locación: Ciudad de México
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Desde el norte de la Ciudad de México, nos inundan las reverberaciones de la movida de El Shirota. Después de su EP, Chiluca no es Satélite (2013), regresan más ruidosos, con más bromas locales y muchos comentarios contestatarios.
Cuando un álbum abre con gritos de “No quiero, no espero que entiendas”, para pasar a una combinación de guitarras con batería bien sincronizadas y tremendamente viscerales, intuimos el camino por el que nos llevarán los sonidos que emergen de El Shirota (2016).
Sin miedo al jameo, la energía de sus presentaciones en vivo es palpable. Cada track está abierto al azar y deja de lado la perfección. Refleja la realidad con un golpe sincero.
Es como ir caminando por un paisaje en blanco y negro, cruzando la ciudad y... de repente, aparecer en un camino desértico, lleno de glitch y sonido de estática urbana. Una sacudida inesperada, pero necesaria.
Si hay una palabra que podría describir este disco es, transparente. Grabado en Progreso Nacional, Ruben Anzaldúa, Emanuel Brenes, Ignacio Gómez y Alonso Salamanca no dudan en cantar sobre la incomprensión, la dificultad en la comunicación, la amistad, los sentimientos de cansancio y la frustración del día a día en una ciudad dentro de una ciudad; suburbios y periferias.
El Shirota bien podría ir bajando desde Chiluca para encontrarse con Lomas Verdes (2014) de No Somos Marineros.
Voces montadas en tamborazo limpio y estruendos que caen en la peor tormenta; este disco conecta de manera inmediata.
El arte y música de El Shirota es ese punto, cuando los sonidos se construyen a partir del lugar en el que creciste y, sin embargo, tienden un puente estridente con el mundo.
