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Nunca un tipo tan bien venido a más se ha visto en la historia de los rockstars de sótano. Trent Reznor conoció por primera vez el 'estrellato' bañado en barro frente a miles de chicos desorientados como él; hoy lo ves bañado pero en premios vistiendo un smoking que le hace justicia a cada centímetro suyo. El Trent Reznor del 2021 es lo que pasa cuando encuentras la forma de canalizar tu creatividad y tus emociones en el mismo carril.
Trent fue un chico que se crio en un pueblo de Pensilvania en medio de la nada, donde nunca pasaba nada. Anhelaba dejar de sentirse tan solo y se fue de su casa apenas pudo, a pesar de haber tenido una infancia normal y feliz escuchando música y tocando diferentes instrumentos. Viviendo en Cleveland empezó a tocar en diferentes bandas y proyectos hasta que se decidió a hacer música solo.
Desde 1988, Nine Inch Nails se convirtió para muchos en el lugar donde refugiarse si no encontrabas tu lugar en el mundo. Ese lugar es la esencia de Trent Reznor. Tuvo éxito desde Pretty Hate Machine, su disco debut. Desde ahí, para él estuvo claro que le sería difícil manejar las expectativas de su sello, de la gente a su alrededor, y del público. Y cuando publicó The Downward Spiral llegó la fama internacional, y también la confirmación de que estaba en un estado de salud mental preocupante. Felizmente, encontró la fuerza y las formas para salir de ahí y trabajar en sí mismo, y con el tiempo, en su nueva música. Lo hemos conocido no solo al leer las letras de sus canciones, que de por sí son desgarradoras y directas, sino también en lo que dice de otras personas. Una, como fan de ambos, lo escucha hablar sobre David Bowie y reconoce en sus palabras y su voz gratitud y admiración. Reconocer la humanidad de las personas que admiras musicalmente lo vuelve más cercano a ti, te da la oportunidad de pretender entenderlo, te abre una puerta a su corazón.
Cuando yo lo escuché por primera vez ya habían pasado para él las épocas en las que destruía instrumentos en el escenario; se había convertido en un esposo y al poco tiempo fue padre, mientras navegaba la tecnología y el cine a través de la música. Lo hemos visto aventurarse con Apple Music desarrollando herramientas que le sirvan a los músicos en su promoción. Lo hemos visto ingresar al mundo de los soundtracks de películas con completo éxito desde sus inicios en The Social Network, por la que se llevó su primer Óscar junto a su -desde entonces- compañero de trabajo, Atticus Ross. Ya tiene premios Emmys, BAFTAs, MTVs, y aunque aún le falta ganar un Tony honestamente no nos sorprendería que salga con un musical pronto. Los fans, lo hemos visto dar el speech de ingreso de The Cure al Rock and Roll Hall of Fame, abriendo su corazón como siempre. Y también lo hemos visto a él siendo inducido nada menos que por Iggy Pop, junto a sus compañeros de banda. Al final de sus agradecimientos, se dirige a sus fans, la gente que vio en él un reflejo de quiénes eran en ese chico de pelo largo pateando sintetizadores y parantes de micrófono:
Hemos terminado juntos en lugares raros, y son un grupo intenso de gente que me vuelve loco pero son lo mejor. Si depende de mí, este viaje está lejos de terminar. Así que dejemos de huevear y póngamonos a hacer. Espero que nos veamos pronto en vivo y en directo. Gracias”, Gracias a ti, Trent. Siempre.