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Miguel de Cervantes decía que la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu y no hay argumento que pueda ir en contra de esta premisa, pues el arte sonoro nos da cobijo, nos quita la soledad, brinda complicidad y su poder es tan grande que incluso algunas canciones nos sirven de espejo para que lleguemos a ser conscientes de cuáles son nuestros pesares y a través del arte impulsar un cambio para tener una mejor calidad de vida.
Escuela Nacional del Grito es un proyecto psicosocial, con contenido formativo en manejo de emociones y habilidades para la vida de todas las personas en Colombia, especialmente tiene enfoque en las juventudes, sector poblacional con quienes trabajan en pro de mejorar su calidad de vida, especialmente con la intención de prevenir, a través de campañas de comunicación e intervenciones artísticas, el suicidio y las diferentes situaciones de salud mental que puedan presentarse en el país.
Gustavo Álvarez es el fundador de este proyecto y durante una entrevista con Indie Rocks Magazine! el colombiano que gestó la Escuela Nacional del Grito en 2018 nos contó cómo es que surgió este necesario proyecto para la sociedad: “Se llama la escuela del grito porque podemos plasmar a través de diferentes acciones, por ejemplo el gritar, todo lo que nos construye como humanos llenos de emociones (...) Básicamente lo que hacemos es buscar a través del arte un lenguaje para encontrarnos con los jóvenes, así nos enlazamos instituciones públicas dependiendo de las necesidades de cada uno”.
La música salva vidas Álvarez, quien es publicista de profesión, nos mostró su perspectiva sobre el grito, se trata de una de las expresiones más potentes que tiene el ser humano, ya sea para mostrar alegría, euforia, o dolor y desesperación, además de que nos compartió un poco de su experiencia y cómo su vida evolucionó gracias al poder sonoro.
De manera personal, la música me dio un lugar seguro, por ejemplo, en momentos que mis colegas de colegio estaban empezando a adentrarse en microtráfico yo encontré en la música un refugio y eso me marcó (...) En momentos de tristezas y también con sucesos dolorosos, la música me permitió entender a través de lo simbólico de las canciones cosas aplicables en mi vida, ahora mi experiencia la comparto en los talleres”, aseveró el también gestor cultural.
En la Escuela Nacional del Grito, los talleres siempre unen una emoción o un sentimiento con las artes, por ejemplo, hay desde talleres de creación de monstruos de plastilina para vencer el miedo, creación de cuentos para alejar la tristeza, o los talleres de canción desesperanza o rimas para la rabia, espacios que permiten que en medio del juego y abrazo a las artes los jóvenes se abran hacia diversas rutas de atención, por ejemplo, en prevención del suicidio o de la depresión.
El proyecto psicosocial se enfoca en las personas entre 14 y 35 años, quienes conviven y escuchan músicas alternativas, tanto nacionales como latinas, lo que permite abordar el mensaje de prevención desde allí, con agrupaciones que son icónicas para esta población y con elementos de la cultura pop que pueden brindar afinidad. Además, este público representa cerca del 43% de los suicidios ocurridos anualmente en Colombia.
Es de mencionar que la Escuela Nacional del Grito forma parte de otro gran, ambicioso y loable proyecto, se trata del festival de música Rock x la Vida, proyectado además como una estrategia de comunicación pública que surgió hace 15 años en Guadalajara, México, pero que tras visitar este evento en tierra azteca, Gustavo Álvarez puso manos a la obra para llevarlo a Medellín, ciudad donde se realiza el evento desde el 2018.
La Escuela Nacional del Grito y el festival Rock x la Vida trabajan en conjunto con el fin de promover la salud mental y hablar de autocuidado, mensajes que a través del magno festival llegan anualmente a más de 50 mil personas. Por si fuera poco, es necesario mencionar que cuentan con su propio libro llamado “Grita lo que Sientes, bitácora para el autoconocimiento y el desahogo emocional”, mismo que recoge el espíritu del proyecto, para que, de manera creativa, empieces a liberar tus emociones y a reconocerlas por medio del arte universal: la música.