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Declan MacManus siempre ha llevado todas las de perder, pues ¿quién rayos se adjudicaría el nombre de Elvis? Ese nombre mítico, casi intocable, con un legado inconcebible, que no está prohibido para nadie, pero que solo un idiota tomaría para iniciar una carrera en el mundo de la música. Aún así, el londinense se las arregló para desdemonizar su seudónimo y convertirse en uno de los interpretes más notables que ha exportado el Reino Unido.
Gran parte de la fama de Elvis Costello se debe al disco My Aim is True, publicado en 1977, ya que mostró a un joven británico, más parecido a Buddy Holly que a "El Rey", con una Fender Telecaster y que mezclaba la esencia del punk con tintes de rock & roll. Para muchos uno de los mejores discos debut de la historia y uno de los lanzamientos más notables de esa década. El material era dinámico, de calidad y con una perspectiva fresca sobre lo que es convertirse en adulto.
La aparición del músico inglés fue tan agresiva que incluso fue arrestado por promocionar su álbum debut, pues Stiff Records, sello independiente que sacó My Aim Is True, no quiso distribuirlo en Estados Unidos; así que Costello fue a una convención de la CBS y tocó su disco por completo y sin permiso, aunque fue arrestado y multado por la policía, la empresa le ofreció un contrato con la gran disquera Columbia Records.
Ese Elvis Costello ambicioso e imparable llegó a la radio y temas como "No Dancing", "Blame It on Cain", "Sneaky Feelings" y, sobre todo, "Alison", lo estaban convirtiendo en un ídolo juvenil.
Un año después, con solo 23 años y ya con una banda de apoyo, The Attractions, el interprete asentó su carrera con This Year's Model, disco con el que fue a los primeros lugares de las listas y se presentó a la industria pop como un interprete de new wave.
¿Y después, qué pasó? ¿por qué sus canciones dejaron de sonar en la radio? ¿por qué no siguió la misma línea hasta convertirse en un The Police o un The Pretenders? Bueno, Elvis Costello tenía otros planes.
El londinense describió su situación como estar en medio de un mundo idiota, donde él y su banda tocaban para multitudes en frenesí, a pesar de que no compartían el mismo sentimiento, y un día después estaba haciendo lip sync en algún show de televisión. La vida como estrella pop le parecía algo ridículo y falso.
A pesar de que él dijo que fue su decisión el no seguir perteneciendo al mundo del pop, no podemos negar que su situación cambió mucho luego de que en estado de ebriedad y frente a Stephen Stills, se refiriera a James Brown como un negro que solo sabía bailar. Luego de eso, toda la industria en Estados Unidos pareció darle la espalda.
Después de ser considerado como un racista y empeorar su situación llamando a Ray Charles un negro ciego e ignorante, Elvis Costello se dedicó a viajar con un pequeño tocadiscos y una pila de viejos discos, evitando problemas escuchando todo su catálogo de soul, según él, para recordarse a sí mismo que su vocación era escribir y no ser una celebridad.
El británico regresó en los años ochenta con un estilo totalmente distinto para el disco Get Happy!! mucho más tranquilo, más experimental y con una latente influencia del gospel y el jazz. Sus seguidores lo empezaron a llamar falso e impostor por deshacerse de su esencia punk, y el músico decidió adoptar ese mote para tener siempre en cuenta que no debía atarse a un género o una escena, mucho menos una tan auto destructiva y con tantos excesos.
Tras la tormenta, Elvis Costello se convirtió en el artista que siempre quiso ser, un trovador camaleónico, que podía cantar un blues o algún tema de country.