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En la actualidad el músico es conocido como un verdadero Sir: amigo íntimo de la familia real, hombre de familia y ejemplo de estilo para la clase alta británica. Pero antes de estar en las portadas de sociales, el cantante llevó una verdadera vida de rockstar y escandalizaba al público conservador.
Elton John en la década de los 70, fue una de las figuras más exitosas e importantes en el mundo de la música. Debutó siete álbumes seguidos en el número uno de las listas y había reavivado el interés de los jóvenes por la música pop.
El londinense le dio al público un respiro del sonido pretencioso del rock progresivo y el intelectualismo del folk, para regresar al brillante estilo beatlesque. Pero la música no fue el único ingrediente para la fama de Elton, también le dio un giro a la música pop con sus extravagantes atuendos y enérgicas presentaciones.
A pesar de que la psicodelia fue llamativa en su momento, Elton John fue el que trajo verdadero color a la música británica. En lugar de cortes elegantes con estampados de diferentes tonalidades, el músico optó por plumas, diamantina, enormes plataformas y, por supuesto, sus características gafas desmedidas.
Cuando despegaba su carrera, Elton compraba la mayoría de su ropa en boutiques donde comediantes como Peter Sellers adquirían atuendos para sus shows. Botas casi de payaso, sombreros de copa y sacos con enormes solapas eran parte del outfit del cantante. Al principio, la gente solía burlarse de cómo salía al escenario, pero se los ganaba con sus magníficas presentaciones.
Luego de lograr sus primeros hits, Elton John subió la apuesta y se convirtió en una verdadera estrella del glam. Mandaba a hacer sus atuendos de satín, con colores llamativos y lentejuelas, también comenzó a usar capas y zapatos de plataforma. Pero ya no se presentaba en pequeños escenarios, sino lugares importantes, como el Royal Albert Hall. Al sector maduro del público británico no le gustaba el ascenso del cantante, se convirtieron en sus detractores llamándolo bufón y exhibicionista, pero no había nada que hacer, Elton era el artista más interesante en la escena pop de aquel tiempo y estaba destinado a dejar su marca en la historia de la música.
Además, el intérprete fue uno de los artistas que en la década de los 70 se declaró abiertamente bisexual. Ese mismo año también lo hizo David Bowie y muchos ya sabían de músicos como Lou Reed y Jobriath, pero no era lo mismo eso a que la estrella actual del pop hablara abiertamente de su sexualidad. Pero la polémica ya lo perseguía, los rumores lo están cansando y tras confirmar su bisexualidad alentó a otros a no esconderse y le mostró al mundo que no hay nada malo amar a otros.
Sin importar sus preferencias sexuales o gustos por la moda, nadie se podía negar al encanto de Elton John; se ganó a la reservada realeza británica e incluso al varonil sector del fútbol cuando adquirió al Watford. El cantante se manejaba bajo sus propias normas y le dio una verdadera sacudida al Reino Unido.
Elton John es en la actualidad un ícono de la música y una de sus figuras más respetadas, pero no por la fama y el dinero, sino por su impacto cultural y su actitud transgresora. Solo armado de lentejuelas y diamantina logró un cambio más grade que el de cualquier otro interprete británico, incluidos músicos de protesta y punk. Ahora aunque sus años más salvajes están en el pasado, debemos seguir recordándolo como un rockstar, pero uno que cambia la definición para bien. Un rockstar que no estaba marcado por los excesos, sino por no seguir las reglas.