Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Cuando de estatus se trata, no hay auto que compita con un Cadillac. Su personalidad, elegancia y categoría lo ha hecho un ícono de la cultura e inspiración de cientos de canciones, a tal punto que la marca automotriz se convirtió en pieza elemental de la música, pues géneros como el blues, el rock and roll o el soul no habrían sido lo mismo sin un Caddy. Es por eso que te presentamos algunos de los Cadillacs más importantes de la historia musical.
Pocos podrían manejar un auto rosa con tanto estilo como "El Rey", aunque muchos han tratado de imitarlo. Elvis Presley era el amo de los Cadillacs, no se puede hablar de la vida del músico sin mencionar la marca. Se cree que tuvo más de un centenar de modelos, pero es difícil saber, ya que regaló varios de ellos. Sin embargo, es recordado por uno en particular, el Cadillac rosa: el más popular fue un Fleetwood convertible del 59 con asientos blancos, pero el original fue un sedán del 55 que usaba para salir de gira con The Blue Moon Boys a principios de su carrera.
Otro gran coleccionista de Cadillacs, sobre todo de los Devilles. Desde que inició la línea en 1959, el padre del rock and roll empezó a adquirir los modelos con luces de cola de bala. Pero una de sus posesiones más queridas fue un Cadillac Eldorado del 73, ya que lo acompañaba incluso durante sus presentaciones, una de las más memorables fue su festejo de 60 años en el Fox Theatre de St. Louis. Es por eso que muchos se sorprendieron cuando el músico donó el auto al Museo Smithsoniano.
La leyenda del blues es un fan de los Cadillacs, algo que contagió en el ex guitarrista de Cream. Cuando King aceptó hacer un disco con Clapton, jamás creyó que este llegaría en un Cadillac convertible para hacer las fotos de Riding With The King. El resultado fue una de las portadas más emblemáticas de la historia, con B. B. King sonriendo en el asiento de atrás y Eric Clapton manejando.
Cuando se habla de Cash y los Cadillacs siempre llega a la cabeza de todos el auto de "One Piece At a Time", tema que habla de un empleado en la fábrica y que robaba partes para hacerse su propio Caddy. El auto de ese disco es una pieza de museo y pocas veces fue manejado por el cantante; su carro era en realidad un Cadillac Fleetwood del 75 con interiores obscuros, haciendo alusión a su apodo: El hombre de negro.
El interprete obtuvo su Cadillac como recompensa del disco Hot Buttered Soul, publicado unos años antes. Durante la década de los años setenta, llevaron el lujo que representaba los Cadillacs a un nuevo nivel y empezaron a decorarlos con detalles dorados y equiparlos como si fueran limusinas. El auto que le regaló Stax Records a Hayes contaba con un televisor, teléfono y un pequeño refrigerador.
Su Caddy no era tan llamativo como el de su contemporáneo Elvis Presley, pero Fats Domino fue el que se encargó de popularizar la marca en el sureste de los Estados Unidos. Con su Eldorado Biarritz color arena, el músico llamaba la atención de todos cuando paseaba por las calles de Nuevo Orleans, desde el centro hasta los barrios más humildes. Tiempo después cambiaría a un Cadillac rosa como muchos otros artistas del momento.
El guitarrista de ZZ Top tiene uno de los autos más famosos entre los fans de los hot rods. El llamado Cadzilla está basado en un Cadillac del 48, considerado el antecesor del De Ville. Este es un auto único en el mundo por su peculiar y elegante diseño, creado por Larry Erickson en 1989.