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Antes de que Syd Barrett perdiera la cordura para tomar un viaje sin boleto de regreso a la tierra de la risa hubo otro músico que se le adelantó. Aunque nunca obtuvo el mismo reconocimiento su legado es igual de importante. Se trata de Roky Erickson, un joven que llevó la experimentación hasta sus últimas consecuencias y fue devorado por su propia mente. Al frente de 13th Floor Elevators fue el inventor del rock psicodélico y hoy su creación se encuentra más viva que nunca.
La década de los sesenta es recordada por sus colores chillantes, los hombres con vestimenta elegante y las mujeres con peinados rimbombantes. También fue la explosión del rock & roll y aunque los más conservadores le daban unos cuantos años de vida, después de más de medio siglo se mantiene vigente.
En ese contexto, un puñado de adolescentes originarios de Texas tomaron la decisión de formar su propia banda. Sus mayores influencias eran las bandas del momento que hacían música sencilla pero llena de energía. Desde The Rolling Stones hasta The Sonics. Al no ser unos virtuosos pensaron que era un camino al que podían aspirar.
Como si se tratara de un juego de Tetris, todas las piezas se acomodaron al instante y después de un par de meses el combo ya tenía lista su primera composición. Aunque muchos músicos suelen transformar las decepciones amorosas en canciones depresivas y lacrimógenas, aquí ocurrió lo contrario. El resultado es "You're Gonna Miss Me", pieza con una letra sarcástica que evita caer en el melodrama y la autovictimización. Mientras que su mayor cualidad es el áspero sonido que parece predecir lo que ocurriría después con The Stooges y el nacimiento del punk.
Publicada como sencillo, la composición fue un éxito inmediato. También fue la antesala del primer álbum de la banda que se publicó el 17 de octubre de 1966. La versión original del LP incluye 11 temas y la mayoría destacan por sus delirantes letras. No es una coincidencia porque los propios integrantes han reconocido que gran parte del trabajo se grabó bajo los efectos del LSD.
Para complementar el trabajo musical de 13th Floor Elevators, el diseñador John Cleveland se encargó de crear una portada icónica que resume toda una época. El juego de colores y la tipografía serían replicados en múltiples carteles de conciertos durante el auge del Verano del Amor un año después.
Ahora bien, por el propio título del disco y su estilo musical es que los críticos de la época lo describieron como rock psicodélico. Tiene el mérito de ser el primero de la historia con esta calificación y además se trata de una de las obras cumbre dentro del garage. Las guitarras logran derretir mentes y la batería tiene un ritmo exacto entre la tranquilidad y el delirio.
Mientras que otro de los momentos destacados llega con “Reverberation”, una enigmática pieza en la que Erickson hipnotiza con su voz. Su importancia es tan grande que inclusive provocó que uno de los festivales alemanes de música psicodélica más grandes de la actualidad lleve ese nombre.
Lo que fácil llega suele desaparecer con la misma rapidez. Aunque el éxito fue casi inmediato para 13th Floor Elevators también lo fue su separación. Pero a diferencia de otros conjuntos no fue por dinero ni amor sino por locura. El abuso de sustancias causó severos daños en la mente de Roky hasta acusar persecuciones alienígenas. Después llegaron los reencuentros aunque ya nada fue igual.
Ahora que el rock psicodélico se encuentra en su máximo apogeo conviene recordar su origen. Desde Hawkwind hasta Tame Impala con escalas en The Flaming Lips y The Black Angels, todos los caminos conducen a un escueto conjunto de Texas que pavimentó una carretera llena de colores.