176619
A 50 años del álbum debut de Kraftwerk

A 50 años del álbum debut de Kraftwerk

El sonido de la agrupación alemana dio pauta a nuevas formas de composición en la música experimental, la electrónica y diversas escenas nacientes.

Sin duda el surgimiento de Kraftwerk fue un hito para la música experimental, la electrónica y para la realización de composiciones a partir de sintetizadores con un juego de diferentes frecuencias.

La forma en la que se dio a conocer Kraftwerk fue de forma coyuntural en 1970, para ese entonces la música había mudado totalmente de lugar, pues lo que se conocía como "académico" o "música culta" se transformó casi por completo. La idea de lo lineal dejó de existir a partir de la creación de La Segunda Escuela de Viena comprendida por Arnold Schönberg, Alban Berg y Anton Webern. Esto dio lugar a nuevas formas musicales como la dodecafonía, la música preparada, la música aleatoria, la música electroacústica y la música electrónica. Al aprovechar el momento histórico de cambio, la agrupación alemana comprendida en ese entonces por Ralf Hütter, Florian Schneider, Andreas Hohmann y Klaus Dinger lanzó su primer álbum homónimo. La producción estuvo a cargo de Konrad "Conny" Plank y salió a través de Philips Records. El diseño de la portada, se le atribuye a Ralf Hütter y tiene una influencia cargada en el arte de Andy Warhol y el entonces movimiento del por art contemporáneo.

Kraftwerk álbum

Kraftwerk tuvo que recorrer un sinuoso camino que incluyó el desafío de encontrar un sonido propio dentro de una escena naciente. Por lo que su álbum debut fue la prueba de experimentación e innovación con la nueva tecnología musical que contenía sintetizadores y diversas posibilidades sonoras dentro del contexto de una ciudad industrial.

El tema que da apertura al lado A de este LP es "Ruckzuck", una canción que le apostó muchísimo a la composición del krautrock, llevándonos por momentos diferentes durante su transcurso, con aceleraciones de tempo y cortes abruptos antes de las secciones extendidas. El final cierra de forma interesante, pues el tema inicial se repite, pero con un ritmo más rápido.

El siguiente track corresponde a "Stratovarius", el más largo de los cuatro temas que componen el álbum, pues tiene una duración de 12 minutos. Esta canción es una de las más importantes a destacar dentro de su naciente composición, incluso es lo más "rockero" que podemos escuchar en Kraftwerk. Por su parte desarrolla una introducción de órgano que converge con la batería con una sucesión de jams que van construyendo y rompiendo nuevas atmósferas.

Lo que respecta al lado B, se le da apertura con "Megaherz", un dúo interpretado por Hütter y Schneider. Comienza con melodías industriales que se desenvuelven hasta llegar en un profundo sonido ondulante creado por teclados con tonos graves. La composición se disuelve y mezcla con la entrada de melodías creadas con una flauta hasta llegar a la parte del clímax de cierre.

El fin del álbum llega con "Vom Himmel Hoch". Su inicio está lleno de incertidumbre al crear una atmósfera de Efecto Doppler, con una melodía que hace alusión al sonido que generan los aviones sobrevolando; posteriormente se le da entrada a un teclado que emula lanzamientos de bombas, con irrupciones sónicas que se aceleran para llegar a un silencio y así culminar con un final explosivo.

Tras la exposición de Kraftwerk, la agrupación pudo prever lo que haría posteriormente, logrando una evolución implacable en su sonido y en la naciente escena de la electrónica. De esta manera, los intérpretes de "Das Model" se volvieron precursores en la composición y experimentación con sinterizadores y sonidos ambientales recreados con diversos instrumentos. Y con ello, trazaron un nuevo camino para el futuro musical.