A 50 años de 'Houses Of The Holy' de Led Zeppelin

'La maravilla de la devoción'; Houses Of The holy cumple medio siglo.

El rock, a pesar de ser uno de los géneros que más ha evolucionado desde la mitad del siglo pasado, es uno de los menos desprejuiciados, ya que cada cambio se acompaña de desacreditación mediática. Led Zeppelin fue víctima de este fenómeno hace medio siglo, cuando salió a la Luz Houses Of The Holy, una de sus obras más revolucionarias y criticadas.

El álbum finalmente rompía con aquella racha de álbumes homónimos que llegó a cuatro números, el último liderado por canciones como "Stairway To Heaven" o "Rock And Roll". Para Houses Of The Holy estaban en uno de sus puntos más importantes, y como banda valiente, Led Zeppelin decidió experimentar y buscar nuevos horizontes.

Es interesante leer viejas reseñas de aquellos años, en los que se critica fuertemente al álbum por "no sonar" a Led Zeppelin, por "desprenderse" del blues y del heavy metal para buscar otros sonidos que, de acuerdo con aquellas plumas, no eran acordes a la agrupación.

Sin embargo, Houses Of The Holy significó una enorme evolución para Led Zeppelin, y principalmente para Jimmy Page, quien se midió en uno de sus retos más importantes como compositor y productor.

¿La canción sigue siendo la misma?

Houses Of The Holy, coincidiendo con aquellas críticas de hace 50 años, es un álbum completamente distinto a lo que la banda tenía acostumbrados a sus seguidores.

Arranca con "The Song Remains The Same", en la que la guitarra de Page, en vez de estar envuelta por aquellas distorsiones sucias, es nítida y colorida.

La agrupación recorre paisajes sonoros sumamente finos, nuevos caminos en los que las guitarras acústicas son protagonistas y donde incluso aparecen otras influencias sonoras como el country o el reggae.

En cuanto a producción, es interesante escuchar detalles como el paneo de instrumentos o el perfeccionismo para que cada detalle entre de manera contundente, y aunque se siente más ligero en muchas canciones, es un álbum que a su manera es fuerte.

El segundo tema del álbum es "The Rain", que mezcla las guitarras acústicas con interesantes violines y otros instrumentos de cuerdas que en total ofrecen una armonía celestial. A lo largo de casi 8 minutos, la pista crece; sin embargo, la agrupación no recurre a las distorsiones ni a los característicos gritos de Robert Plant.

Para "Over The Hills And Far Away" se rompe la intención de las guitarras acústicas con una pieza más enérgica, en la que cada integrante empalma arreglos repetitivos (para bien) sobre una canción que habla del amor desde las viejas experiencias para encontrarte con alguien más.

Una de las pistas más interesantes es "The Crunge", en la que suenan guitarras funky y una de las líneas de bajo más interesantes de John Paul Jones, quien a lo largo del álbum brilla por sus poderosas líneas de bajo, que es de los aspectos más destacados de Houses Of The Holy.

En dicha canción, Plant parece rapear por momentos mientras se deja llevar por la vibra de aquel ritmo fluido, que tiene compases acincopados, mismos que son intensos y que no estallan en violentos remates o guitarrazos, sino que siguen una repetitiva base que te hace bailar.

En "Dancing Days" vuelve la emoción psicodélica de Led Zeppelin gracias al brillante trabajo en guitarras de Page, mientras John Bonham relata una batería llena de arreglos y detalles apreciables. Además es ilustrada por aquellos teclados viejos que suenan por momentos a órganos de iglesia.

'D'yer Mak'er', también conocida como 'Tintero'

Posiblemente recuerdes que hace unos 15 años, cuando aún se compraban los discos pirata recopilatorios, Led Zeppelin tenía una canción llamada "Tintero", al menos en México y otros países de Latinoamérica.

Se trataba de "D'yer Mak'er", que en su traducción directa significa "fabricante de tinta", de ahí el nombre con el que aquellos vendedores de piratería nos hicieron llegar una de las canciones más divertidas e interesantes de Led Zeppelin.

Claramente inspirada en el reggae, es una pieza que brilla por las baterías sensuales de Bonham, mientras Robert Plant canta con dolo sobre la partida de un amante y Page da un arreglo pegajoso. Este tema fue uno de los más criticados por aquello de "desprenderse" de esas cosas que hicieron famosa a la banda; sin embargo, el brillante trabajo en producción y aquel solo de lo que parece una armónica, acompañado de los "Oh" de Plant, le dieron la razón a la agrupación.

Psicodelia y vanguardia

Para el cierre, la banda presenta "No Quarter", una de las canciones más elegantes en producción de Houses Of The Holly, en la que las baterías son suaves, mientras un teclado acompaña a la voz de Plant, así como pianos y guitarras se cuelan de a poco y crean una de las pistas más emocionantes de Led Zeppelín.

Una canción sobre la mitología, la muerte, el diablo y las guerras sin cuartel, que desde su atmósfera te ponen a reflexionas y a dejarte llevar por aquella psicodelia inteligente, que aspira al drama y al coraje.

Al final, aparece "The Ocean", uno de los temas más famosos y con el que la banda retoma sus raíces, para dar un cierre en el que se dejan llevar por su esencia y todos esos aspectos virtuosos y agresivos que caracterizan a Led Zeppelin.

La banda vuelve a los solos largos, los cambios de ritmo y aquellos puentes en su estructura llenos de detalles, todo para volver cargados de fuerza y romper todo al final.

Houses Of The Holy es un álbum muy interesante, en el que observamos la evolución de Led Zeppelin, que se traduce en ese deseo de explorar nuevos sonidos sin dejar del lado su esencia y aquellas historias emocionales de inicio a fin.

A 50 años de su lanzamiento, te invitamos a escucharlo de nuevo y redescubrir los matices y detalles de uno de los disco más pintorezcos e interesantes de Led Zeppelin.