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Después de no ser alcanzada la fama con The Stooges y no tener partes interesadas en producir sus futuros discos debidos a adicciones, nace el sonido solista de James Newell Osterberg (o mejor conocido como Iggy Pop) con The Idiot.
El ingreso de la década de los setentas, como cualquier hito histórico, trajo consigo nuevos sonidos para la música ante la aparente caída del rock psicodélico y prog. Los 70s son bien conocidos por acuñar el género punk con bandas de importante interés del género como MC5 o Kick Out the Jams -para los Estados Unidos- pero sólo fue Detroit el lugar que le dio cuna a Iggy Pop and the The Stooges.
The Stooges fue muy conocido entre el polvo de los edificios de Detroit que vibraban al ritmo de los violentos sonidos y donde más adelante ganó interés en la escena debido a las exorbitantes puestas en escena de Iggy Pop. Sin embargo, este reconocimiento no llegó más lejos que las ocasionales presentaciones de la banda por la ciudad motor.
Los comportamientos de Osterberg no sólo estuvieron evocados por lo que nos suele generar a los fanáticos de la música bajo los efectos de un concierto en vivo, sino que también se empezaron a ligar por su incrementada adicción a la heroína. Después de tres discos -que ahora representan una piedra angular en el género y la historia musical-, la banda se desintegra en el año 1975. Pero Iggy siempre tuvo un as bajo la manga: Bowie.
Bowie había conocido a Pop en el año 1971 y su amistad se hizo tan íntima que permeó los trabajos musicales de cada uno de estos personajes. Luego de la separación de The Stooges y un consciente desprendimiento de la adicción a la heroína de Pop, ambos artistas decidieron compartir un apartamento en Berlín donde producirían colectivamente The Idiot: el álbum debut como solista de Iggy Pop.
Con una onda totalmente ajena a la conocida en los álbumes The Stooges, Funhouse y Raw Power; Iggy Pop se aventó a la crítica musical con una notable influencia y guía de David Bowie como productor de sus discos en solitario. Aunque la percepción del álbum debut estuvo lejos de ser importante para la época, Bowie siempre confió en lo consignado dentro de esas canciones y como adentro a su época -futurista-, el álbum empezó a cobrar solidez e influencia en artistas posteriores (especialmente, en los ochentas).
El merecido conocimiento público sólo fue posible hasta Lust for Life, en el año 1977; pero como todo principio: nada es posible de lo que existe ahora sin lo que pasó antes e Iggy Pop con The Stooges son la relación causa-efectivo que ejemplifica lo mencionado. The Idiot está lejos de ser el álbum “idiota” al demostrar el desprendimiento de esa zona de comfort en la cual Osterberg se encontraba y sobrevivir así, hasta la fechas, los cambios drásticos que conllevan las sucesiones que las épocas.
Celebramos la adoración que existe detrás de este álbum por albergar el inicio de la unión musical de dos mentes maestras que mantiene perecedera hasta el punto de compartir una clásica canción entre dos diferentes discos y seis años de diferencia: “China Girl”.