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En agosto de 2019 se cumplen 40 años del lanzamiento de La Grasa de Las Capitales, uno de los discos más importantes en el rock de Latinoamérica. Como parte de la celebración, los integrantes de Serú Girán remasterizaron hace poco el álbum y crearon una edición especial en vinilo por este aniversario. ¿Pero por qué este álbum cobró gran revuelo y se convirtió en un clásico? Conoce un poco de la historia de esta obra y de la banda a continuación.
Serú Girán tuvo un pésimo debut, la agrupación viajó Brasil a componer su primer material homónimo y ese acto no le pareció a la prensa ni a los fans de Charly García. Con un primer disco bastante complejo que incluía hasta arreglos de orquesta fue que nadie comprendió el mensaje de la banda. Aunado a esto, la dictadura en Argentina pasaba por una etapa dramática, donde la inseguridad y la crisis no daban espacio para las bandas locales.
De esta manera, distintos medios de comunicación que jugaban para el gobierno de Videla lanzaron una terrible campaña para desacreditar a la agrupación liderada por Charly García, que sin manager se movía en motocicleta para vender boletos y se presentaba en cualquier lugar, generando una sensación de desconexión y de incertidumbre en los seguidores de los músicos.
El duro golpe no paró ahí, ya que revistas importantes como Periscopio y Expreso Imaginario destrozaron a la banda con frases como “Tratamos de ver a Serú Girán”, “al parecer mandaron a sus dobles” y “Charly García, ¿Ídolo o qué?”.
La agrupación debía responder a su condición y exigencia como superbanda. Así que para este segundo disco crearon la obra más contestataria y revolucionaria de 1979 en la Argentina. Con una portada que hacía burla a la revista Gente y citando las frases en su contra que recopilaron, Serú Girán presentó La Grasa de Las Capitales.
La portada, sobre todo polémica, mostraba de manera ingeniosa a Pedro Aznar vestido de oficinista, a David Lebón vestido de jugador de Rugby y a Oscar Moro como Carnicero. Finalmente podíamos ver a Charly vestido como trabajador de una petrolera, haciendo una queja a estas empresas que “se quedan con todo el dinero”, en palabras del líder.
“La Grasa” es sinónimo de lo “ordinario” en la jerga argentina. El objetivo era criticar lo banal de la sociedad, los hábitos y vicios ridículos que tanto fomentaban los medios de comunicación. Los que distraían de la fuerte crisis que se vivía en Latinoamérica durante esa época.
La idea fue mía. Estaba podrido de todas esas revistas tipo Gente, que eran tan caretas. Habíamos compuesto ese disco para ir al choque directamente. Las canciones eran más pesadas, más contestatarias. Había que salir de la grasa, de la mediocridad. Era una época en que el rock todavía estaba en contra de la música comercial: era nosotros contra el mundo. Y la revista Gente era el enemigo", señaló Charly García en una entrevista para Pagina12.
Al borde de la censura y con una alta gama de recursos literarios las letras de este disco eran crudas, directas y se volvieron himnos de protesta. La Grasa de Las Capitales abría con un tema homónimo, era rabioso, potente, lleno de furia y resentimiento. Además le acompañaba un intermedio brutal, digno de enmarcar como uno de los momentos más brillantes del espectro musical de Charly García.
Con destellos de rock progresivo se entonaba el “No transes más con la cantina, con la cantora, con la televisión gastadora, con esas chicas bien decoradas, con esas viejas todas quemadas”. Haciendo referencia a la distracción que proponían los medios de comunicación al pueblo argentino.
El disco avanza con la acústica “San Francisco y el Lobo”, crece con canciones como “Perro Andaluz” y “Frecuencia Modulada”, donde la banda hace muestra de su virtuosismo en sus instrumentos, creando un disco de gran complejidad musical pero bastante digerible. La interacción del rock progresivo, con baladas pop y arreglos imposibles de piano, bajo, guitarra y batería crearon un sonido único y futurista.
“Viernes 3 AM” se volvió un himno con el paso de los años, en el disco marca la segunda parte, que es un poco más densa y contemplativa. “Noche de Perros” y “Los Sobrevivientes” regresan a los versos revolucionarios que aún están grabados en graffitis de Buenos Aires como “Estamos ciegos de tanto ver”.
El disco cierra con “Paranoia y Soledad” y “Canción de Hollywood”, de repente la crisis social ya jugaba a favor de Serú Girán. La agrupación con este disco pasó a la historia del rock por tener el coraje de responder a la censura y a la presión de la prensa. Que en esos momentos quería que la agenda se volcara al pop, al disco y a las bandas internacionales.
Esta nueva reedición, en palabras de Charly García busca llevar el sonido que contenía el disco en vinilo y en su reversión de CD de 1994. Esto porque las actuales ediciones en digital y físico no tenían hasta hace poco las mismas propiedades. El trabajo de remasterización fue casi artesanal al solo tener como material para reeditar el vinilo y el CD.
A Serú Girán se le puede comprender como una de las primeras superbandas de la música hispana. Esta incluía en su alineación como líder a Charly García, quien ya había triunfado con La Máquina de Hacer Pájaros y Sui Géneris. Le acompañaba en la guitarra David Lebón, ex de Pappo’s Blues y Pescado Rabioso, en el bajo Pedro Aznar ex integrante de Películas y Spinetta Jade. Finalmente Oscar Moro, quien fuera integrante de Los Gatos.
Disfruta de esta gran obra a continuación.