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Pocas veces nos ponemos a pensar en la importancia que ha tenido el ska en el entorno musical latinoamericano. Y aunque en realidad robe poco espacio en cuestión mediática siempre está presente, ya sea en los grandes festivales o en las múltiples escenas de las grandes ciudades en el continente. Quizás el ejemplo más importante de evolución musical a partir de este género sea el de Los Fabulosos Cadillacs, una agrupación que tiene en su andar una discografía de las más completas y evolutivas que ha hecho cualquier banda de habla hispana.
Basta con mirar 35 años atrás, con el debut de su criticado e inexperto álbum Bares y Fondas. La agrupación se movía más que nada por su enorme deseo de tocar, y eso era incluso más fuerte que el hecho de saber poco o nada de música. Ese aspecto hizo que desde sus inicios en el 83 y 84 la banda no tuviera una visibilidad fuerte en comparación de otras, ya que de por sí se encontraba alejada de los sonidos comunes impuestos por unos ochentas donde predominaba el pop y el new wave argentino.
Pero fue también a raíz de su propuesta altamente influenciada por bandas como The Specials o Madness que lograron colarse entre las audiencias como algo fresco y prometedor, aun pese a las críticas de la prensa, que les veía como un combo de inexperiencia y poca credibilidad..
Fue entonces que en el 86, año de suma importancia para toda la cultura popular de Argentina, la agrupación liderada por Gabriel Fernández Capello (Vicentico) y Flavio Cianciarulo firmara por el sello Interdisc para grabar su álbum debut en las instalaciones de los estudios Moebio. ¿Quién sería el productor del esperado debut?, el encargado fue ni más ni menos que Daniel Melingo, quien hasta la fecha es uno de los más respetados en la industria al rededor del continente. y por si fuera poco, formó parte de Los Abuelos de La Nada junto a Miguel Abuelo y Andrés Calamaro, e igualmente cofundó la agrupación Los Twist.
Bares y Fondas fue abreviado de "Noches Cálidas en Bares y Fondas", un nombre que aunque parezca algo fuera de contexto le hace mucha justicia a todo el álbum. Ese momento donde se reúnen los amigos para platicar y comer mientras la charla se hace cada vez más grata, así como aquellas noches de descontrol con cantos y peleas son sinónimo del ambiente musical y lírico por parte de Los Fabulosos Cadillacs.
Las letras de la banda era el aspecto más criticable, incluso más que su falta de conocimiento musical, y esto de debía tal vez a la sencillez de plasmar ideas o momentos por parte de la agrupación, cosa que hacía parecer que tenían poco esfuerzo, pero en realidad era todo lo contrario.
En este país se tiene un concepto totalmente equivocado de lo que es una buena y una mala letra. La pauta es que la gente cree que Fricción es un grupo intelectual o que Baglietto es un buen compositor. No es así. Las letras de Los Twist son mil veces mejores que las de Fito Páez, por ejemplo. Son más inteligentes y describen la realidad mucho mejor. Creo que nosotros, por lo menos, no escribimos estupideces, que no decimos que está todo bien, que no somos ni Palito Ortega ni Soda Stereo”, llegó a expresar Vicentico en entrevistas.
Y Bares y Fondas tiene muchas cosas que decir. En algunos temas como "Yo Quiero Morirme Acá", "Silencio, Hospital" y "Belcha" se muestran realidades que pueden ir de lo más cómico y anecdótico hasta lo más profundo, con toda la cuestión de los vicios como fondo. Es entonces que la banda hace un gran uso de las repeticiones, así como de esos coros cantados en colectivo, que recuerdan ese factor amistoso y que sin duda refleja bastante ánimo.
Pero podemos pensar en otros tracks como "Vos Sin Sentimiento", "La Manera Correcta de Gritar", "Tus Tontas Trampas" o "En Mis Venas", espacios donde la agrupación supo interpretar con mucha profundidad los coqueteos en el salón de baile, las complicaciones de una relación, el juego de correspondencia entre parejas, así como la confusión que pueden tener los finales de los romances. Así Los Fabulosos Cadillacs aspiraba a, de algún modo, hacer crónicas de lo dura que podía ser la vida juvenil y amorosa en una Argentina que apenas se reconstruía a raíz de la dictadura.
Finalmente, los puntos más importantes de todo el álbum es "Galápagos" que cuenta con una poética tremenda y demoledora, así como "Basta de Llamarme Así", donde Vicentico le canta a su fallecida hermana y hace una referencia a la muerte de una manera bastante cruda, pese a ser un álbum animado mayoritariamente.
Una de las pautas tradicionales en los conciertos de Los Fabulosos Cadillacs es escuchar al final de las canciones a Flavio Cianciarulo decir "León del Ritmo". Y es un adjetivo nunca acreditado de su música que podría ser un buen parámetro apra interpretarles, un sonido "leonico". Bares y Fondas fue el inicio de una agrupación que apenas con los instrumentos básicos de una banda de rock decidió hacer ska con detalles de rocksteady interesantes. La mano en producción de Melingo sin duda es de gran peso, ya que el orden y el grado de composición en todo el álbum es por demás elegante.
Hay temas que no aspiran a más que ese ska divertido, con uno que otro teclado colorido, aunque de a poco los pocos vientos que aparecen en la trama iluminan a una agrupación que aspira al son, a baladas e incluso a destellos de funk rock. Importante aquí destacar aspectos como las piezas instrumentales del álbum, entre ellas "Bares y Fondas", que tiene un hermoso pasaje, digno de esa música de fondo que había en los bares familiares, así como la densidad de "Galápagos" y de "Basta de Llamarme Así", y finalmente el potente solo de saxofón en "Belcha" y en "Silencio, Hospital".
A lo largo de todo el álbum la banda apuesta por los grandes espacios sonoros, y eso es de agradecerse, ya que se disfruta, se baila y al mismo tiempo se sufre con sus historias. Parece que el deseo era únicamente tocar, pero la banda quería mucho más, y eso se ve claro en sus siguiente álbumes.
El youtuber español, Shauntrack, hace un viaje por la discografía de la banda que nos permite darnos cuenta de cuán importante fue su evolución. Y es que la banda es una en Bares y Fondas y otra muy distinta en El León, su obra más famosa. Ni se diga del grado de experimentación que da como resultado el Rey Azúcar, La Marcha del Golazo Solitario o Fabulosos Calavera, y es que la habilidad de emigrar por parte de una banda propiamente de ska a sonidos altamente complejos y mezclados es digno de apreciar. Aunque no esté considerada entre las mejores bandas de las historia, Los Fabulosos Cadillacs tiene una de las discografías más impresionantes de todas.
Hace cinco años que salió a la luz la última placa de la banda, llevó como nombre La Salvación de Solo y Juan y resultó se un ópera rock. Este trabajo es uno de los más ambiciosos hecho alguna vez por Los Fabulosos Cadillacs, y a través de él nos damos cuenta que ya no hay ni un desquicio de ska, ningún guitarrazo o coro juguetón. Es entonces que nos podemos dar cuenta del baluarte de una agrupación que logró salir de la casilla, cosa que pocos se atreven, más en un colchón tan poderoso como el que afronta gracias a su enorme audiencia.
Bares y Fondas marcó el inicio de una de las aventuras musicales más ricas de toda la música en español. Los Fabulosos Cadillacs es influencia directa de cientos de agrupaciones que vieron al ska como algo mayor, así como bandas de rock que se atrevieron a dar el paso a la instrumentación. Este 21 de agosto celebra 35 años de su lanzamiento y supervivencia a un 1986 que contó con Signos de Soda Stereo, Llegando los Monos de SUMO, el mundial de Argentina entre otras cosas. Con muy poco se hizo mucho y eso es pasar a la historia.
Te invitamos a revivir Bares y Fondas a continuación.