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Luego de haber lanzado uno de los álbumes icónicos de la década de los años 80, Kick, la banda australiana INXS necesitaba producir una continuación exitosa, y lo logró con su disco X, que no está tan equis y que cumple 30 años de haberse realizado.
X, el disco con nombre de número romano que representa el 10, en números arábigos, se utilizó como símbolo para conmemorar la primera década de INXS en el medio de la grabación musical.
El comienzo de una nueva década, la de 1990, y con tres años sin lanzar música nueva, representó un reto para el barítono Michael Hutchence y su banda, en ese momento eran considerados súper estrellas internacionales y con una alta expectativa acerca de la nueva música que iban a sacar.
Para lograr la esperada continuación de Kick, INXS reclutó nuevamente al productor Chris Thomas, quien realizó con ellos sus tres discos más reconocidos y quien tenía un estatus privilegiado en el medio musical, entre sus trabajos se encuentran producciones con The Beatles, Pink Floyd, Elton John; por mencionar algunos.
El disco, que fue bien recibido por público y prensa, arranca con dos temas infaltables de su repertorio: "Suicide Bonde", y, "Disappear", y las que fueron su apuesta para no declinar en las listas de popularidad. La primera fue inspirada en la novia de Hutchance, en aquel momento, Kylie Minogue.
La producción cuenta con otros temas destacados, como "The Stairs" y "Bitter Tears", cuya fórmula servía bastante en el concepto del “arena rock”, una propuesta musical que llenaba estadios, podía ser bailable, pero sin dejar lo áspero del rock.
"By my side" es una balada cantada con preciosismo por parte de Hutchence, en el nivel de su clásico "Never Tear Us Apart", pero con menor popularidad.
En el resto de temas, el disco tiende a diluirse y mostrar signos de anacronismo, pero así pesa el tiempo en las obras artísticas, unas extienden su legado por más años que otras. En 1990, el medio de la música estaba comenzando a popularizar lo alternativo, el funk y el rock bailable de INXS ya no serían tan apreciados en los años posteriores.
X fue el último disco en el que INXS alcanzó los laureles del éxito, y sigue siendo una obra, si no la más encumbrada de la banda, aún disfrutable a la escucha. Michael Hutchence se suicidó en 1997, dejando la duda acerca de cómo hubiera sido su actualidad. Queda la nostalgia de esas canciones representativas de una época.