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Los compañeros de Kahlo
parecen sus demonios.
En Irlanda hubiera usado un vestido de terciopelo…,*
Kerry Hardie, poeta irlandesa.
Sinéad O'Connor yergue voz y ojos enalteciendo su femenina individualidad. Los clamores se alzan en exaltadas letras que fulguran en abatidas noches. En la verde mirada se reconocen los imbatibles acantilados irlandeses. En su segunda producción, I do not want what I haven't got, todos estos elementos blanden la espada de los desafíos.
El disco compacto, lanzado al mercado un 20 de marzo de 1990, principia, de rodillas, con "Feel So Different", pieza que eleva una plegaria, la oración de la serenidad. "Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia", el rezo es socorrido por el apesadumbrado sonido de un violín que no para de lacerar durante toda la pieza. La voz, doliente, incluso abatida, mantiene siempre el arrojo.
Un poema anónimo gaélico del siglo XVIII¹ es la letra de la segunda canción. El título de ambos, "I Am Stretched on Your Grave", muestra el duelo del amor perdido por siempre. "Estoy tendido en tu tumba / y yaceré aquí por siempre, líneas adelante atestigua, desde la noche hasta la mañana / estoy tendido en tu cabeza / llamando a la oscuridad / con lágrimas ardientes y salvajes". Esta elegía irlandesa es acompañada por el ímpetu del Funky Drummer** y del brioso sonido de un violín celta.
La protesta política marcha con la bandera en alto y el racismo es denunciado sin corta piezas en "Black Boys on Mopeds", la letra declara e imputa a Margaret Thatcher un cinismo e hipocresía propio de políticos y, designa. "Inglaterra no es la mítica tierra de madame George y de rosas / es el hogar de la policía que mata chicos negros en motonetas", aludiendo claramente la muerte de Colin Roach a manos de la policía.
La porción comercial del disco la conformaron sus cuatro sencillos. En el primero, "Jump In The River", Sinéad O'Connor despliega algunas destrezas al encargarse de letra, guitarra, teclados y de la programación de la batería. El segundo sencillo enmudeció al mundo, "Nothing Compares 2 U", piadosamente entonado, recorre aflicciones sin remedio. En "The Emperor's New Clothes", la música sacude con la guitarra de Marco Pirroni, ex integrante de The Banshees y de Adam and the Ants, con el bajo de Andy Rourke, quien previamente estuvo con The Smiths, mientras que, en la batería, quien fuera su esposo, John Reynolds, dispersó ritmo a esta pieza con nombre de cuento de Hans Christian Andersen. "Three Babies", el cuarto sencillo, evoca sufrimientos maternales, una alegoría a sus tres abortos sufridos.
Durante sesenta años los Grammys han sido recibidos con guiños a la fama y de brazos abiertos, salvo una ocasión, en 1991, Sinéad O'Connor rechazó el premio a Mejor Álbum de música alternativa por el I do not want what I haven't got, pues estos reconocimientos solo son falsos valores materialistas y destructivos².
Determinaciones así causan aversión, otras, como romper la fotografía de un solapador de pederastas, exalta la ignominia de religiosos y paganos. Sinéad O'Connor, por mostrarse como es, ha sido fácilmente enjuiciada y vilipendiada, apedreada por una errada crítica autoritaria, a la que ella enfrenta mostrándose imbatible, como una encumbrada Nahui Olin***.