A 30 años de 'Dynamo' de Soda Stereo

¿Se acuerdan cuando las bicicletas tenían Dynamo?

Después de giras intensas, una década de éxitos y ser considerada la mejor banda de rock de América Latina, Soda Stereo decidió tomarse una pausa de sus actividades y darle vuelo a los deseos individuales de cada uno de sus miembros. La idea era descansar y ver qué pasaba cuando volvieran y cuando se juntaron todo fue química musical. En octubre de 1992, hace tres décadas Soda Stereo lanzó Dynamo marcando así un antes y un después en su sonido, llevando la experimentación musical a niveles que hasta ese momento no habían explorado.

En este disco Soda pudo experimentar con su sonido en palabras de Cerati: “...está más cerca de la libertad que otros discos, porque es como una apertura grande y bastante ecléctica que hicimos, siempre buscamos el contraste. Siempre Soda Stereo fue así: contrastado. La combinación de cosas siempre nos encantó. Y en este disco probablemente hayamos llegado al mayor contraste de lo que yo pueda decir de la música de Soda”.

Fue el último material discográfico lanzado con Sony Music, después del hitazo que significó un par de años antes el aclamado Canción Animal , la disquera esperaba algo similar que fuera a triunfar de manera contundente en el mercado a lo cual Soda respondió con Dynamo que ciertamente no significó un gran número de ventas pero sí un paso enorme hacia un sonido auténtico en el que el shoegaze, el dream pop, la psicodelia con texturas densas oníricas y llenas de caos y pasión hicieron que la distorsión y la saturación se adueñaran del álbum sin dejar de lado la idiosincrasia pop argentina que los identificaba.

El arte del disco nos muestra un corazón que es el centro de la constelación formada por bisutería y un alambre orbital, todo está distorsionado y eso se refleja en el sonido del disco, también es una representación de que el amor es el latido que mueve todo, el corazón está arropado por el caos. La contraportada tuvo dos versiones (incluidas en los archivos adjuntos) en la primera vemos a Zeta, Charly y a Gus componiendo una tríada musical perfecta; en la segunda tenemos a los planetas representados por pelotas y juguetes que la hacen de planetas del sistema solar porque todo es parte del juego cósmico.

El disco abre con "Secuencia Inicial" donde nos introducen en este universo y que nos aconsejan tener más curiosidad que miedo, dejarnos caer, mojarnos los labios y soñar. En "Toma la Ruta" se hace el llamado a tomar las riendas del camino, es una declaración de cambio la llegada de un Soda más salvaje, el llamado a tomar los instrumentos y seguir con ese afán de hacer música y pasarla bien de salir de tu prisión y no quedarse en el mismo lugar.

Con vertiginosidad y ternura somos conducidos "En Remolinos" que nos hacen sentir una energía misteriosa, un resplandor, nos insta a soltar nuestro cuerpo y dejarnos llevar al paraíso, a una zona pura para poder florecer en la "Primavera 0" que es el tiempo y espacio en que todo lo que se cosecha da frutos, en donde todo empieza a ser real con nuevas chances y una vuelta mas por que si hay algo que es verdad es que nadie vive sin amor y eso es posible sentirlo solo mirando unos ojos. La metamorfosis dinámica continua y nos convertimos en "Camaleón",  la lección es que nos podemos mimetizar con el color y que podemos mentir pero jamás lograremos engañar aún así no importa saber el final solo amar y cruzar el fuego.

"Luna Roja"  habla del VIH, Cerati declaró que todas las regalías de la canción fueron donadas para una fundación que trabaja el tema. Esta canción nos evoca un paisaje imaginario como un desierto de Túnez , es una advertencia del peligro, una declaración de cuidado mutuo por que primero podemos ser león y convertirnos en cordero pagando placeres ciegos.

"Sweet Sahumerio"  es una oda de música hindú que nos acarician el subconsciente y el oído con  tablas y sitar. Un trance meditativo a tal grado que durante la grabación hubo sesiones de Yoga para elevar la conciencia como el humo del sahumerio, multiplicando nuestras capacidades como  una "Ameba" sin anverso ni reverso, viviendo la ilusión. Todo esto con el afán de no perder "Nuestra Fe" y que aunque mudemos de piel nunca dejemos de crecer desde el corazón.

Llegamos al punto de redención del disco: "Fue". Que después de un viaje intenso llegamos con los brazos cansados intentando simular un olvido. Nos embriagamos hasta el vacío con la voz dulcemente venenosa de Gus acompañada del épico aliento de la trompeta de Flavio Etcheto . Al escuchar esta canción no podemos evitar sentirnos resbaladizos y creernos sin memoria, porque no queremos solo una parte de la euforia, la queremos toda, queremos a Cerati de vuelta con todas sus "Texturas".

Después de un par de años de no hacer un disco, para Soda fue regresar con una química más natural y no impuesta por la intensidad de producir y girar con la banda. El dinamismo de la energía fue lo que los colocó de nuevo en el estudio. Fue como quitarse de la mirada masiva para ser ellos mismos y hacer un disco atemporal, que más que un recorrido  narrativo es un recorrido sonoro con texturas indefinidas y suaves contrastes vocales donde escuchamos a Gus muy cómodo cantando sin exasperarse ni gritar, formando un todo homogéneo que cada vez que escuchamos podemos encontrar nuevas y gratificantes sutilezas inmersas en los temas.

El disco también es el inicio de una nueva etapa para Gustavo Cerati que ese mismo año ya había lanzado junto a Daniel Melero el sideral y legendario Colores Santos y el siguiente año lanzaría Amor Amarillo.

Salvando las distancias, sabíamos que Dynamo iba a ser para nosotros lo que para Los Beatles fue Let It Be, es decir, el álbum que hicieron antes de separarse, o bien Revolver, el disco que hicieron para abrir su cabeza a una pila de influencias nuevas. Creo que Dynamo es mágico. Nunca Hicimos nada con mayor apertura musical, con mejores letras”.

Según un testimonio, recopilado en el libro Cerati en primera persona  de la periodista Maitena Aboitiz, cuentan que durante la grabación y mientras estaban buscando un título para el disco, Daniel Melero en una conversación casual dijo “¿Se acuerdan de cuando las bicicletas tenían dinamo?”  Todos se voltearon a ver y en ese momento supieron que lo tenían.

Los dinamos son artefactos muy curiosos que convierten energía mecánica en energía eléctrica y viceversa, de esta manera cuando teníamos uno de estos en nuestra bici podíamos generar la energía suficiente para iluminar el camino mientras rodábamos. De manera análoga, Soda Stereo iluminó el panorama musical con este álbum experimental que vio la luz hace 30 años y que aún continúa energizando, como los buenos dinamos, nuestros oídos con ese sonido que en su momento resultaba novedoso y arriesgado para una banda consagrada como ellos pero que eligieron florecer mirando a los ojos a la vanguardia musical.