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La jerga española hace entender a un Rodríguez como un hombre que debe quedarse en casa o salir de viaje por trabajo mientras la familia está de vacaciones. Esto hace más sencillo comprender un poco sobre el nombre de una aventura que comenzó el 27 de septiembre de 1990, cuando Andrés Calamaro aceptó la invitación de Ariel Rot para unirse a la banda que Julián Vilella y Germán Infante estaban construyendo. Luego de ensayos, guitarras y bajo presupuesto nació su primer disco, Buena Suerte, el cual cumple tres décadas de historia.
Si somos honestos, este disco no tiene un enorme valor conceptual, ni siquiera tuvo gran impacto, puesto que antes de su lanzamiento la disquera Pasión ya estaba en banca rota. Lo que si tiene, y mucho, es valor, valor para romper con los parámetros de la industria argentina y española de un solo golpe, sin necesidad de enormes campañas publicitarias ni instrumentos nuevos, solo una agrupación de jóvenes haciendo un muy buen rock and roll con los instrumentos que todos conocemos y con historias de amor que todos hemos vivido, solo que narrado de una manera única, elegante y agresiva.
Lejos del rock pop con el que la música en España se movía, así como las vertientes electro-roqueras experimentales de una Argentina dominada por Soda Stereo y Babasónicos, Los Rodríguez jugaba otra liga. ¿A qué jugaba Los Rodríguez? a provocar, a reventar riffs potentes de guitarra con ritmos del rocanrol añejo y la principal apuesta era la melancolía. La agrupación fundada oficialmente en octubre de 1990 comenzó su camino en las salas de ensayos y las presentaciones discretas ante decenas de personas.
Fue hasta febrero de 1991 que con un puñado de canciones bien ensambladas, el cuarteto más el bajista Guille Martin llegaron a los estudios Trak y Cinearte (donde Hombres G hacía maquetas) para grabar y autoproducir Buena Suerte. Si somos honestos, no había mucho trabajo que hacer en producción, eran 16 temas bien montados a raíz del talento humano y solo pedían una buena mezcla. Ariel Rot y Julian Infante disparaban con guitarras rocanroleras, mientras Germán Vilella desataba baterías frenéticas y Calamaro daba teclados inteligentes que se acomodaban acorde al mood.
Es muy curioso Buena Suerte, al disco y la banda no le importa un carajo el rock que predominaba, no se quería ese estigma común. Más bien, había tango, rock torero, flamenco, baladas pop, rock and roll al estilo de The Rolling Stones. Es un recorrido que no discrimina nada, hay vientos, un acordeón tocado por Andrés, canciones aceleradas, canciones lentas y mucho trabajo de autogestión que daba una libertad creativa notoria.
Las historias narradas por Los Rodríguez eran duras. El amor visto desde una vertiente llena de inercia, donde no hay más que dejarse llevar por los sentimientos. "Visceral y preciso", como cataloga el músico y actor Antonio Birabent a las composiciones de Calamaro, esa es la definición de unas letras dramáticas que hacen duelo y alegría al desamor, le dan rumba al coqueteo y prometen romance sin represión.
"A Los Ojos", "Engánchate Conmigo", "Buena Suerte", "Canal 69" o "Señorita" eran reflejo de ese collage de ritmos, letras y emociones, que hablan de la falta y la sobra de suerte al mismo tiempo. Cuando perdemos unas cosas aparecen otras, así pasa con las personas, las oportunidades y el tiempo.
Ariel Rot y Julian Infante contaban con experiencia en la industria española. Su pasado en Tequila fue suficiente para darse a conocer en el medio, aunque nunca pudieron sobresalir ante la ola creciente de música popular. En Buena Suerte y en Los Rodríguez la vida les tomó inspirados para establecer brutales solos de guitarra, y en el caso de Rot, composiciones que superaban lo que llegó a hacer antes.
En Argentina, Calamaro parecía no encajar con las vertientes que reventaban las bocinas de la post dictadura. Tras el éxito obtenido con Los Abuelos de la Nada, la separación del hincha de Independiente para comenzar como solista pasó sin pena ni gloria. Cuatro discos (Hotel Calamaro, Por Mirarte, Vida Cruel y Nadie Sale Vivo de Aquí) no fueron suficientes para golpear la mesa que dominaban aún Charly García, Spinetta, el boom de Soda Stereo y un creciente Fito Páez.
Al Salmón, antes de conocerlo como Salmón, no le faltaba nada en su país, pero se sostenía más como un productor de agrupaciones como Enanitos Verdes o Los Fabulosos Cadillcas. El joven maravilla que había llegado con nuevos sonidos a Los Abuelos de la Nada había quedado atrás, así que la invitación de Rot fue un salto de fe para el artista. Las ambiciones solistas quedaron fuera, dejó su casa y a su novia en Buenos Aires y compartió equipo, el resultado fue la consagración, al grado que esté en el top 5 de argentinos más queridos en España, después de Maradona y Messi.
Luego de estos arriesgues, el sello Pasión cayó abatido tras trabajar con Los Rodríguez, Extremoduro y Antonio Vega, así que con trabajos se llegaron a vender algunas copias. Un disco con tanto empuje se vio mermado por el aspecto económico, y aunque pudo sonar en Argentina, la situación local quedó a deber.
Algo muy preciso por señalar, es que "Mi Enfermedad" fue la canción más importante de Buena Suerte y una de las más prolíficas de toda la carrera de Andrés. Cuando se grababa esta canción fue enviada una maqueta por parte de Rot a Fito Páez, quien en Argentina se encontraba produciendo el nuevo disco de Fabiana Cantillo, Algo Mejor.
Fito decidió grabar "Mi Enfermedad" con Cantillo, y a su lanzamiento la canción tuvo un enorme despegue en voz de la mujer ícono del rock argentino. Por otro lado, la versión original, la de Calamaro apenas sonaba en recitales de no más de 200 personas. La canción es un hito de los noventa, y aunque con el tiempo se pudo saber que era del Salmón, fue afamada gracias a Fabiana, quien hizo que los argentinos pudieran saber donde estaba aquel ex de Los Abuelos de La Nada que desapareció del mapa.
Esto de las canciones de Calamaro resueltas a mayor fama por otros artistas ha sido una constante en su carrera. Pensar en "Mil Horas" y sus múltiples versiones de cumbia y salsa, los temas de su disco homenaje que tiene a Los Fabulosos Cadillacs y "La Parte de Adelante", Joaquín Sabina con "Todavía Una Canción de Amor" e incluso Julieta Venegas trayendo a México la revolucionaria "Sin Documentos".
La competencia entre Los Rodríguez y Cantillo importó poco cuando Maradona tomó ese tema como bandera. El referente del futbol mundial pasaba malos momentos por cuestiones de drogas, se encontraba vetado de la liga italiana y ahí conoció la canción. Tal fue su emoción que la compartió como un himno a su vida de adicciones y sufrimiento, posteriormente, igual en España, su nuevo Club Sevilla la tomaría como porra. ¿No es curioso que una canción de un sello en banca rota sonara en estadios y fuera alabada por un ídolo y sin remuneración?
Lo que une a Los Rodríguez es la suerte, la suerte de dejar todo, de quedarse sin dinero, de ver como todo lo que se le ha dedicado meses termina en resultados decepcionantes. Calamaro, Rot, Infante, Vilella y Martin no tuvieron una respuesta inmediata con Buena Suerte, pero la vida les daría la oportunidad de lograr el estrellato por sí solos y sin abandonar su estilo unos años más tarde.
Buena Suerte es el inicio de una nueva ola con la que Los Rodríguez dio paso a una nueva visión del rock en España. De las letras dramáticas, los sonidos potentes y las grandes historias son herederos Vetusta Morla, Love Of Lesbian, La Habitación Roja y Lori Meyers entre otros artistas que dieron las bases para la estimulante ola española que se ha trabajado desde hace más de 20 años.
Los Rodríguez es, para una buena cantidad de personas, una de las mejores bandas en la historia de España y, para algunas otras pocas, una de las mejores bandas en la historia de Argentina. Si bien, resulta casi imposible saber la fecha oficial de lanzamiento de Buena Suerte, es un hecho que se grabó, produjo y liberó hace 30 febreros. Te invitamos a disfrutarlo a continuación.