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De nueva cuenta, el encargado de la producción sería Bob Rock, tan odiado por los viejos fans de Metallica, haciéndolo responsable de que la banda se inclinara más hacia el mainstream y dejar en el olvido ese thrash metal que los llevó hasta lo más alto en la escena y por el que, hoy en día, se hicieron de millones de seguidores en todo el mundo.
Una vez posicionados en el mainstream, con millones de discos vendidos por Metallica -el álbum-, ¿cuál sería la apuesta para Load? La banda, en aquel entonces, se mantuvo hermética al respecto y, entre los fans, había una leve esperanza de que Metallica retomara el camino del thrash después de experimentar con su álbum homónimo.
La respuesta llegaría el 4 de junio de 1996, fecha oficial del lanzamiento de Load, y Metallica parecía cavar su propia tumba. El mensaje de unos renovados James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Jason Newsted era claro: conquistar a una nueva oleada de seguidores que comenzaba a crecer con MTV y una oferta musical más accesible y no tan compleja.
De entrada, cada uno de los miembros de Metallica se cortaría el cabello (Jason lo haría unos años antes), dando pie a una nueva etapa en la historia del grupo, una nueva era de experimentación que, para nada, cayó bien en su séquito de fans y en la crítica especializada, pese a que James, Lars, Kirk y Jason decían sentirse orgullosos del trabajo realizado en Load.
No es que Load sea un mal disco en su totalidad, pues, pese a todo, posee canciones que recuerdan un poco al viejo Metallica (“The Outlaw Torn”) y en algunos temas la experimentación rindió buenos frutos (“Mama Said”, “Until It Sleeps”), pero es claro que no es el mejor trabajo del cuarteto y es, quizás, un álbum olvidable.
Musical y líricamente, Metallica dio un cambio radical; era como si se tratara de otro grupo y no el creador de una obra maestra como Master Of Puppets (1986). Incluso, las canciones de Load, de haber sido interpretadas por otra banda, habrían funcionado muy bien, pero tratándose de Metallica resultaba inconcebible.
Por otro lado, el éxito de Load se vio reflejado en las ventas del disco y, principalmente, en los nuevos fans que se acercaron a la banda gracias a MTV y a la exposición mediática. En ese sentido, James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Jason Newsted lograron su cometido.
Las sesiones de grabación, incluso, dieron el material suficiente para lanzar un álbum doble, pero, por decisión de la banda, para 1997 llegaría ReLoad y, con él, se cerraría el ciclo de experimentación fallida de Metallica; fallida porque, si bien dejó algunas buenas impresiones (“Fuel”, “The Memory Remains”, “Fixxxer”, “Carpe Diem Baby”), al final hablamos de dos de las peores producciones de Hetfield y compañía, dos discos, sencillamente, intrascendentes.