Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
En 1996 Tori Amos presentaba al mundo su visión personal del averno hecho música. Un año antes terminaba con su pareja y productor Eric Rose. En plena ruptura, la compositora que se encontraba de gira, llegó a Hawái, dónde encontró la inspiración que necesitaba: Pelé la diosa creadora del fuego a la cual la cantante se entrega a modo de ofrenda, para encontrar su propia llama, así nace Boys For Pele.
En este disco Amos toma las riendas del proyecto: se traslada a una Iglesia en Irlanda para componer y grabarlo; por el estudio improvisado pasan cerca de 75 músicos y además se convertía en la primera producción hecha enteramente por ella, un paso que continua hasta la fecha.
La obra conceptual se compone de un viaje a las tinieblas, Amos se encuentra con diversos personajes y pasajes de su vida, representados en 15 canciones y 3 interludios, a su vez estos forman las partes del cuerpo de Osiris, Dios egipcio, y que son reunidas con la ayuda de su esposa Isis (representada por la compositora) que al juntarlas lo trae de vuelta a la vida
El 22 de enero de 1996 fue la salida oficial de Boys For Pele, debido a la creciente fama de la cantante, este se convierte en la mejor primer semana en ventas de su carrera. Lo siguiente aun es inexplicable; aunque Tori hizo en una extensa gira promocional, explicando el concepto del disco, este fue recibido con cierta incredulidad por la audiencia y recibió criticas mixtas por parte de la prensa especializada, que lo tachaba de “demasiado complejo e impenetrable”; y es que las letras de Amos estaban llenas de metáforas, que en su momentos fueron poco apreciadas, e incluso mal entendidas como en el tema “Father Lucifer”, con el cual la tachaban de satánica, pero que en realidad era una conversación con el demonio, para recuperar la feminidad que le había sido robada.
El disco es rico en instrumentos y voz; la celesta y el piano fueron sus principales armas, dando la intensidad necesaria a este complicado relato. El viaje inicia con su ingreso al infierno (“Beauty Queen/ Horses”), pasando por la presión por la fama (“Blood Roses”), el fin de la inocencia (“Marianne”) y la desesperación por mantener una relación (“Caught a Lite Sneeze”). La controversia llegaba con “Muhammad My Friend” dónde se daba a entender que Dios (recordemos que Tori es hija de un ministro de iglesia) podía ser mujer; el malentendido fue tal que Amos tuvo que explicar, que en realidad hablaba del lado femenino de Jesús, que fue suprimido para darle un papel secundario a la mujer.
Al final, la protagonista descubre sus demonios internos (“Talula”) y se da cuenta que su relación con los hombres puede ser otra (“Not the Red Baron”) y que es momento de dejar de lamentarse y de tomar acción. Mención aparte el sencillo “Hey Jupiter (Dakota versión)”, que se convirtió en uno de sus primeros acercamientos a la electrónica, y que visualmente capturaba todo el concepto de la cantante.
A pesar de los primeros datos positivos del disco, este cayó rápidamente de las listas de popularidad. Johnny D encargado del talento de Atlantic Records, fascinado por la obra, decidió tomar acción: el disco merecía ser escuchado. Así fue como llevo el master de “Professional Widow” al entonces incipiente Armand Van Helden, convirtiendo una supuesta oda inspirada en Courtney Love (quien se rumora se interpuso en la relación de Tori y Trent Reznor) en uno de los sencillos más vendidos de su carrera. El remix vendió millón y medio de copias, y devolvió el interés por el disco, hoy ambas obras de culto, y en la actualidad mejor valorados por la gente. Tori Amos abrió una puerta de golpe para muchas compositoras que tenían miedo de mostrar su lado más oscuro a la audiencia. Boys for Pele fue el viaje que nadie quería hacer, pero que todos debían enfrentar, abrazando los demonios internos para ser una nueva persona.