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La historia siempre la escriben los vencedores y por eso hay muchos nombres olvidados en la música. Hay grupos de gran importancia pero que jamás lograron trascender ni ser del agrado de las grandes audiencias. Tal es el caso de At The Drive-In que permaneció relegado por no encajar con las tendencias que dominaron las listas de popularidad de su época. Y cuando por fin estaba a punto de convertirse en el nuevo referente de la juventud sus cinco integrantes le pusieron punto final al proyecto de una forma abrupta.
Nada aparece por generación espontánea y cuando se trata de punk con altas cargas de emotividad los caminos conducen a Washington D.C. a inicios de los ochenta. Durante el esplendor del hardcore hubo una banda efímera que causó una fuerte repercusión que se siente hasta nuestros días. Hoy muchos lo ignoran pero sin Rites of Spring nunca hubiera existido My Chemical Romance, 30 Seconds To Mars y todo lo que, para bien o mal, ahora es conocido como emo.
El conjunto comandado por el guitarrista y cantante Guy Picciotto apenas estuvo en activo por un par de años pero fue suficiente para darle forma a una nueva forma de expresión. En el fondo su música era un punk rebajado en velocidad pero con una interpretación cercana al blues. No es de extrañar que varios de los asistentes terminaran con lágrimas en el rostro al finalizar cada concierto. La continuación del grupo fue Fugazi que además le añadió la parte de la autogestión y a través de pequeñas giras llevó su trabajo a todos los rincones de Estados Unidos.
La llegada de los noventa trajo consigo el dominio del grunge y el llamado rock alternativo gracias a MTV. Aunque allá abajo, en las alcantarillas, se gestó otro movimiento igual de importante pero sin reflectores ni ropa de leñador. Miles de jóvenes prefirieron el camino del rock gritón y emocional en lugar de seguir los éxitos de moda. Dentro de esta generación aparecieron cinco hijos de inmigrantes pero nacidos en El Paso.
Ya con el nombre de At The Drive-In los integrantes se dieron a conocer por la intensidad de sus presentaciones. Lo común era ver saltos y tocar a nivel del suelo y sin tarimas para mostrar que todos son iguales. En la mayoría había un puñado de personas pero para ellos era como si estuvieran frente a miles. La actitud siempre estuvo por encima de todo lo demás y eso les permitió ganar reconocimiento más allá de su ciudad natal.
Después de recorrer todo Texas y estados vecinos el quinteto que entonces estaba conformado por Cedric Bixler (voz), Jim Ward (guitarra y voz), Adam Amparan (guitarra), Omar Rodríguez-López (bajo) y Ryan Sawyer (batería) fue fichado por Flipside Records. Un pequeño fanzine californiano que evolucionó a disquera y durante un par de décadas publicó desde bandas relacionadas con el skate hasta las primeras grabaciones de Beck.
Con un presupuesto de apenas 600 dólares fue grabado el primer LP del combo que fue publicado el 18 de febrero de 1997. Pero más allá de las carencias lo que de verdad destaca es el sonido fresco y acelerado que protagoniza las 11 canciones. Ante la falta de una etiqueta alguien bautizó a este estilo como post-hardcore aunque en realidad es una de las múltiples descendencias que ha tenido el promiscuo punk.
Un elemento central del sonido del álbum es la voz de Cedric. No se limita a cantar sino que grita las letras con demasiada fuerza que los micrófonos terminan bañados en saliva. Aunque todo tiene sentido al leer una entrevista que el músico concedió al fanzine mexicano Revenge of the Nerds #2 (2021) en donde declara su fanatismo hacia Gravity Records. El sello es catalogado uno de los máximos representantes del screamo por el estilo que manejan muchos de sus cantantes y la ropa ultra ajustada de los integrantes.
De igual forma, el primer álbum de estudio de At The Drive-In destaca por las canciones de corta duración en donde jamás se busca la perfección. De hecho en “Schaffino" se pueden escuchar los errores en el ritmo de la batería pero nada de eso importa sino la actitud desenfadada. Mientras que “Ticklish" es la más extensa con apenas cuatro minutos y por la forma de relatar frases en lugar de contar historias directas tiene un fuerte parecido con Refused.
Por tal motivo es que el periodista español Marcos Gendre afirma en su libro La distorsión inteligente. Post-hardcore: La reinvención del punk (Quarentena Ediciones, 2014) que la aportación más importante del quinteto pluricultural fue derribar la muralla que divide lo independiente del reconocimiento masivo pero sin perder su esencia.
Aunque cuando se trata de tristeza canalizada hacia la furia el punto más alto es "Embroglio", un tema inspirado en Julio Venegas. En vida fue un artista alternativo de El Paso que fue amigo cercano de la banda y después de superar una sobredosis se suicidó. Su nombre tal vez sea conocido para los fanáticos de The Mars Volta porque fue el que inspiró el concepto central del álbum De-Loused in the Comatorium (2003).
A la fecha se tiene el pensamiento de que el punk solo puede hablar de rebeldía y sublevación pero no es así. Se trata de un concepto más amplio que se enfoca en la actitud y no la temática de las canciones. Aquí hay una terapia de rock gritón con altas dosis de emotividad que lo confirma.