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Hace 20 años la dinámica de escucha de un disco comenzaba a cambiar, la tradición de ir a tu tienda de discos favorita para adquirir tu copia física poco a poco se iría reduciendo, primero gracias a la piratería en Internet y tiempo después a los servicios de streaming.
Napster, Limewire, Ares o el software predilecto para compartir y descargar archivos, eran la vía perfecta para las filtraciones, de hecho, White Pony de Deftones fue el primer material de su discografía en ser compartido por usuarios incluso antes de su salida a la venta, “The times they are a-changin” diría Bob Dylan, y por esta razón Maverick Records repartió cassettes a la prensa cuyos tracks estaban editados con fade outs. A pesar de esta medida contra la piratería, el disco llegó a los oídos de la gente antes del 20 de junio del 2000.
Adrenaline y Around the Fur, discos anteriores de la banda, eran salvajes y en palabras de Chino Moreno, poco programables en la radio. Todo cambió con los sencillos de White Pony y la rotación constante de sus videos en MTV, en una época en la que el nu metal dominaba de cierta forma el panorama musical: “Cosas mágicas pasaron, el ruido y la furia se convirtieron en música, fue liberador darle otra perspectiva a nuestras canciones”.
Durante la etapa de grabación, Chino Moreno apenas comenzaba a dominar la guitarra, y fue gracias a la presión y aliento de Stephen Carpenter que incluso le recomendó comenzar a grabar tracks con el instrumento, específicamente “Change (In the house of flies)". Igualmente Frank Delgado en las tornamesas y creación de ambientes sonoros dieron un vuelco a la inventiva: “para mí más que un reto, fue una etapa de aprendizaje”.
“Digital Bath” trazó el nuevo camino de la banda, y Abe Cunningham recuerda la sensación al escuchar el ritmo que creó con la batería: “cuando escuchamos la canción completa por primera vez sabíamos que habíamos hecho algo grandioso”.
"Maynard James Keenan llegó al estudio con champagne y unos bowls que hacía vibrar para hacer un sonido que inducía a la meditación”, la voz complementaria de “Passenger” y mente maestra de Tool fue partícipe y gran aliciente para la energía creativa de Deftones, Chino recuerda: “una noche le di un ride y la policía nos detuvo por exceso de velocidad, es un gran tipo y fue un momento muy especial para nosotros trabajar con el”.
Más que cumplir con ciertos preceptos de estilos definidos como el grunge y su constante nihilista e introspectiva, Deftones pensó que podía ir más allá y pintar cuadros con diferentes matices para escapar a la realidad a través de la música, y es donde radica su gran esencia: la tormenta y la calma, los trazos digitales oníricos, la lírica poética y filosa. En opinión de Abe Cunningham, White Pony fijó un nuevo sendero en la obra de Deftones que próximamente correrá el Black Stallion, un disco de remixes que complementará la re-edición del disco, la cual no tendrá muchos cambios.
No me gustaría pensar en cambiar nada de White Pony o hacer una secuela, sabes, First Blood es mejor que Rambo II, a veces las secuelas no funcionan y tienes que dejar todo como está”, reiteró Chino al respecto de trabajar de nueva cuenta en algunos tracks en el futuro.
A dos décadas de distancia, con enormes transformaciones en la dinámica de consumo de tantas cosas y en medio de una pandemia, aquel disco sigue girando a modo de recordatorio de tiempos en los que tal vez nos sentíamos perdidos, y la identificación con esa delicada furia era un respiro y aliento para descubrir lo que haríamos de nuestras vidas. Nada tan gratificante como escuchar esas letras y darnos cuenta que llegaríamos muy lejos: “I watched a change in you. It's like you never had wings, and you feel so alive. I have watched you change”.