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A 20 años del ‘The Sinister Urge’ de Rob Zombie

A 20 años del ‘The Sinister Urge’ de Rob Zombie

Rodrigo Rojas

Rodrigo
Rojas

13/Nov/2021

Canciones de rock macabro y riffs de ultratumba para quienes disfrutan de la sangre y las historias retorcidas

Existen personas para las que todos los días es Halloween y disfrutan del horror en todas sus manifestaciones. Su pasión por la sangre y los cadáveres es tan grande que lo han convertido en un estilo de vida y dentro de esta descripción se encuentra Rob Zombie. Su perseverancia lo ha convertido en un referente de lo que significa hacer lo que te gusta sin importar las opiniones de los demás.

Desde muy joven descubrió el cine de terror gracias a los autocinemas y los videoclubes. Las historias con seres fantásticos y galones de sangre se convirtieron en su mayor fascinación. Desde los clásicos en blanco y negro de la Universal, los filmes góticos de la Hammer, las películas mexicanas de luchadores, los slashers americanos y los giallos italianos. Todo en exceso y nada con medida.

Pero más allá de la vista también desarrolló su sentido del oído a través del rock. Agrupaciones como Kiss y Black Sabbath le mostraron que también se podía causar temor mediante notas musicales. Además los conciertos no deben ser solemnes sino que se pueden convertir en intensos aquelarres.

El resultado de ambas pasiones se materializó en White Zombie, el grupo de metal alternativo que encabezó durante más de una década. Los conflictos internos entre los integrantes causaron la disolución pero Rob Zombie se mantuvo aferrado ahora como solista. A pesar del cambio tanto el estilo como el sonido se mantuvieron y eso derivó en un exitoso álbum debut.

Una nueva etapa pero con las mismas ganas de asustar de siempre

Por lo tanto, el cantante de la inmensa cabellera y barba decidió continuar por el mismo camino. Ahora con absoluto control sobre su música decidió crear otro disco con pesados riffs de guitarra y letras llenas de ironía y sarcasmo. La fórmula no es nueva porque los cimientos se encuentran en Screamin' Jay Hawkins y Alice Cooper.

Fue el 13 de noviembre de 2001 cuando fue publicado el segundo trabajo en solitario del músico. Apareció en plena efervescencia del nu metal y eso se aprecia por el uso constante del scratch y tornamesas. Los responsables son DJ Lethal de Limp Bizkit y Mix Master Mike de Beastie Boys. Cada uno se encargó de agregar los beats aunque sin caer en el abuso porque el verdadero protagonista es el horror.

Por su parte, la influencia tomada del cine es tan grande que se puede apreciar desde el título que homenajea a Ed Wood, considerado el peor director de la historia. Pero aunque en su momento fue vilipendiado en tiempos recientes se ha reconocido su trabajo.

Libros que influyen en películas y canciones

En ese sentido, otro claro ejemplo de la influencia tomadas de otras manifestaciones artísticas es “Never Gonna Stop”. La letra contiene varias referencias a la novela A Clockwork Orange de Anthony Burgess. Mientras que también fue lanzado un video promocional en donde el propio cantante aparece caracterizado del Alex DeLarge mostrado en la adaptación de Stanley Kubrick. La literatura y el cine fusionados a través del rock.

Sin restar méritos a las demás composiciones una de las más destacadas es “Iron Head”. Todo se debe a que muestra un soñado choque generacional por contar con un invitado de lujo: Ozzy Osbourne. El Príncipe de las Tinieblas se une al Rey del Terrock para invocar a los demonios y causar que los muertos salgan de sus criptas.

Otro momento álgido se vive con "Dead Girl Superstar" que sobresale gracias a su acelerado ritmo como viajar en un automóvil en llamas a máxima velocidad. Mientras que el complemento perfecto es el solo de guitarra que suena a mitad del tema cortesía de Kerry King de Slayer.

El desfile de referencias cinematográficas continúa con “Feel So Numb” y su breve introducción que fusiona diálogos de películas de Mil Máscaras y el fantasterror español. A nivel musical es ideal para el headbanging y levantar los puños hacia la Luna con la esperanza de no ser mordido por un hombre lobo.

La mayor sorpresa llega hasta el final del LP porque una de las canciones ocultas es “House of 1000 Corpses”. Se trata de una tenebrosa pieza perfecta para sonar en un cabaret maldito infestado de fantasmas. Aunque lo más destacado es que el título serviría de inspiración para la primera película de Rob Zombie, estrenada un par de años después. Así concluye uno de los trabajos más destacados dentro del shock rock y confirma que el terror no siempre llega por los ojos sino también a través de los oídos.

Rodrigo Rojas

REDACCIÓN:

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